En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
La revista “Rolling Stone” lo llama “el enemigo número uno de la legalización” de la marihuana, y para él Colorado —uno de los estados de Estados Unidos (EEUU) que habilitó el consumo, producción y venta de la droga— “está cerca del desastre”. Kevin Sabet fue asesor en política de drogas de los ex presidentes Bill Clinton y George W. Bush, y hasta 2011 del actual mandatario de EEUU, Barack Obama. Hoy, desde Princeton (Nueva Jersey) comanda la iniciativa Smart Approaches to Marijuana (Enfoques inteligentes hacia la marihuana), que en inglés se representa con la alegórica sigla SAM y plantea un enfoque de salud pública hacia una droga que, según ellos, debe seguir estando prohibida.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
“Creo que tenemos que intentar con el tratamiento (a los adictos) y desnormalizar el uso (de la marihuana). Debemos escuchar a los expertos en salud pública y todos dicen que la legalización es una mala idea. Son vidas que tenemos en juego, no debemos experimentar con esto”, dijo en diálogo telefónico con Búsqueda. Con 30 sedes operando y filiales también en Canadá y México, SAM continuará haciendo propaganda para que “los líderes entiendan que hay una voz fuerte en contra de la legalización, que no es inevitable”.
Para Sabet, “Uruguay está solo” en su iniciativa de estatizar la venta y producción de la droga y las posturas a favor de la legalización están siendo “sobrevaluadas”. El ex asesor, quien ha publicado artículos en CNN y “The New York Times”, dijo que “no hay espacio para (discutir) la legalización” en la próxima asamblea de la Organización de Naciones Unidas sobre Drogas (Ungass, por su sigla en inglés) porque las convenciones internacionales “son muy claras”.
—¿Cómo evalúa la legalización de la marihuana en algunos estados de EEUU?
—Colorado está cerca de un desastre. Aumentaron las personas usando marihuana, las explosiones por la extracción de THC y las personas en tratamiento. Ha sido difícil. Los chicos están llevándola a las escuelas. Tenemos problemas con productos como caramelos, chupetines y galletitas hechas a base de marihuana. Vemos la comercialización y promoción masiva de marihuana. Lo que sucedió con la industria tabacalera está sucediendo nuevamente con la marihuana. No me preocupa que un adulto fume en su casa una vez por mes. Mi preocupación es cuando tenemos una industria masiva cuyo negocio es hacer que las personas se vuelvan adictas para hacer dinero.
—¿No será que más personas admiten públicamente que la consumen?
—En Colorado ya era bastante abierto el ambiente a causa del uso medicinal de marihuana. Los centros de tratamiento están muy preocupados porque con esta comercialización masiva tienen más pacientes.
—Señalaba problemas en niños, pero el consumo está prohibido a menores.
—Solo porque lo prohíbas para un grupo no significa que no suceda. Hoy prohíbes que consuman alcohol los menores de 21 años y existe un problema grave de consumo entre menores. Porque es parte del ser adulto y está promocionado, y entonces los chicos se cuestionan por qué no consumirlo. La cultura en Colorado, especialmente en algunas ciudades, se ha enfocado en la marihuana. La publicidad, los carteles en los ómnibus, todo está fomentando los graves problemas que vemos.
—¿Cómo ve el avancede la legalización en EEUU? Nueva York y Washington DC han permitido la marihuana medicinal.
—Hay mucho dinero detrás de eso. Pero en Colorado 31 ciudades votaron sobre si permitirían una tienda de marihuana en sus comunidades: 26 lo rechazaron. Para la gente la legalización puede ser una buena idea, pero cuando se les pregunta si quieren una tienda de marihuana en su comunidad lo rechazan. Todas las grandes asociaciones médicas de EEUU están contra la legalización. Es un grave problema de salud pública. No creo que vaya a ser fácil que la legalización avance y creo que puede venir un retroceso fuerte. No creo que estemos cerca de ver cambios en las políticas federales.
—¿Qué retroceso?
—No lo sé. Pero no creo que la legalización gane de forma rotunda en cada estado en el que se presente. Nadie puede decir que es mejor tener chicos consumiendo en las escuelas, o personas yendo a trabajar bajo los efectos de la marihuana, o conductores consumiendo. Sé que en Uruguay se aprobó como parte de un paquete de medidas liberales, como la permisión del aborto o el matrimonio igualitario, pero esas medidas son de carácter personal y son derechos cívicos. La marihuana no es un derecho cívico. Esto es un asunto de salud pública, que es muy distinto.
—La legalización uruguaya prevé que el Estado se haga cargo de cultivar, producir y vender la droga. No hay espacio para la competencia comercial. ¿Esta víaes mejor que la estadounidense?
—Creo que a causa de las restricciones y el registro de consumidores (obligatorio) va a haber un aumento del mercado ilegal. He visto algunas encuestas señalando que el 40% de los consumidores no usarían los canales legales para comprar marihuana. Eso significa que volverán al mercado negro. La mayoría de la población está en contra. Soy muy escéptico sobre si Uruguay va a lograr los resultados que espera. Pero hay que ver qué sucede. La ley debe ser implementada y que se hagan estudios. Solo consideraría a Uruguay un experimento si alguien lo trata científicamente, con evaluación. En EEUU no hay un experimento: nadie está mirando los datos. La industria se ha enloquecido. Tenemos grupos interesados en la legalización que promocionan a ciertos académicos y terminan actuando como la industria tabacalera.
—Usted señaló que la legalización es un enfoque simplista. ¿Por qué? ¿Cuál es la alternativa?
—Por mucho tiempo hubo una dicotomía falsa entre legalización y prohibición. Queremos un enfoque de salud pública. No queremos gente en prisión por pequeñas cantidades de marihuana. Queremos tratamiento, intervenciones, asesoramiento. Para pequeñas cantidades hay que tener algún tipo de multa o advertencia, con lo que te aseguras que hay una sanción social contra el uso. No creemos que legalizar otra droga, como el tabaco o el alcohol, sea el camino. Queremos una discusión más compleja, manteniendo a la marihuana ilegal pero enfocándonos en el aspecto de salud y realizando investigación. Estamos muy preocupados con este movimiento en EEUU hacia la legalización masiva, que equivale a promover la marihuana y su comercialización.
—En Uruguay el alcohol está legalizado y se discuten nuevas restricciones. El tabaco es legal y el gobierno defiende su política de advertencias en los paquetes de cigarros. ¿Por qué no hacer algo similar con la marihuana?
—EEUU permite la publicidad y promoción. Y mientras el alcohol y el tabaco son usados por casi 67% de la población, la marihuana no lo es. No es parte de la cultura masiva y debemos mantenerlo así mientras podamos. Manteniendo las drogas ilegales tenemos un porcentaje de uso menor, pero hasta ahora no hemos hecho lo suficiente en cuanto a tratamiento y nos hemos sobrepasado en la imposición de la ley. Necesitamos médicos especializados en adicciones, mecanismos especiales en los juzgados, padres informados sobre el uso. Hay mucho que podemos hacer.
—Usted dice que legalizar no recauda más impuestos. ¿Por qué?
—Los impuestos en el tabaco y el alcohol ni se acercan a pagar por el problema. En EEUU por cada dólar pagado en impuestos por alcohol o tabaco, gastamos diez en costos sociales. En Colorado están recolectando mucho menos dinero del que pensaban. No es algo que esté pagando por escuelas ni por tratamientos ni por el daño causado.
—¿Cuál es su posición con respecto a la marihuana medicinal?
—Creo que debe haber beneficios médicos en los componentes de la marihuana y debemos conocer cuáles son y que la medicación esté disponible. Como cualquier otro medicamento. Pero no necesitamos tenerla en una tienda con una persona que no es un profesional médico, vendiendo algo que ellos creen que es saludable.
—En la próxima reunión de Ungass los países latinoamericanos defenderán nuevas políticas de drogas como la uruguaya. Sumado al avance de la legalización en EEUU, ¿entramos en un período donde no hay espacio para otra guerra contra las drogas?
—Creo que es lo opuesto. No hay países intentando legalizarlas. Uruguay está solo en América Latina. Otros países que han manifestado su apoyo no han hecho nada para copiar esas políticas, incluso siendo críticos con EEUU. Esto no será un tema en Ungass. Las convenciones de drogas son muy claras y los países son parte de ellas. La discusión está siendo sobrevaluada por los movimientos pro legalización, que están intentando ganar momentum. No creo que debamos intentar con la legalización. Creo que tenemos que intentar con el tratamiento y desnormalizar el uso de la marihuana.