A 18 meses de anunciarlo, el Frente Amplio aprobó una ley que controla y regula la producción y venta de la marihuana

escribe Daniel Lema 
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“Bueno... me toca hablar de la marihuana”. Con su particular estilo, el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, se aprestaba a informar qué quería hacer el gobierno respecto al control y regulación desde el Estado de la marihuana. Fue en la noche del 20 de junio de 2012 y la forma en que Fernández Huidobro empezó su intervención generó risas entre periodistas y jerarcas presentes.

El ministro de Defensa, que tiempo antes había planteado la idea de que el Estado controlara todo lo referido a la importación, producción y distribución de la marihuana en un Consejo de Ministros, no dio grandes detalles y planteó el tema en el marco de una serie de medidas para enfrentar la inseguridad. “El Estado uruguayo ya produjo droga, tuvo el monopolio del alcohol; esto no es ninguna novedad”, dijo el ministro en ese momento.

La falta de precisión respecto a qué se haría generó dudas en el oficialismo, la oposición y algunas organizaciones sociales en cuanto a si finalmente se concretaría esta idea. La propuesta, de todas formas, tuvo una amplia repercusión dentro y fuera de Uruguay. Y mientras el gobierno avanzaba y retrocedía con la idea, el presidente José Mujica se transformaba en un referente internacional. No hubo medio extranjero que no quisiera entrevistarlo para que hablara del tema.

Por eso, como pocas veces en la historia uruguaya, el martes 10 —dieciocho meses después de lanzar la idea— medios de todo el mundo cubrieron la aprobación de un proyecto de ley que controla y regula la “importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización, distribución y consumo” de marihuana.

El planteo del gobierno pasa por enfrentar al narcotráfico por otra vía, no solo la represión. “Acá rigen las leyes de la economía: quien venda la de mejor calidad y más barata termina con el narcotráfico, como pasa en los demás productos de la vida”, dijo Fernández Huidobro hace año y medio.

Pero concretar esta idea tuvo idas y venidas. El 8 de agosto de 2012, Presidencia remitió al Parlamento un proyecto de ley con un artícu­lo único en el que se afirmaba que se regularía todo lo referido a la marihuana en los términos y condiciones que se reglamentarían después. Las negociaciones entre la bancada oficialista y el gobierno llevaron a que finalmente el proyecto aprobado tenga 44 artículos (ver nota aparte).

Incluso el presidente Mujica dijo en reiteradas ocasiones que el proyecto no debía aprobarse si no contaba con el respaldo de la opinión pública. Si bien el apoyo a la medida creció desde que se presentó la propuesta, en ninguna encuesta superó el 40%.

El abismo y la lógica del garrote.

El texto fue aprobado el martes 10 por la noche solo con los 16 votos del Frente Amplio. Durante el largo debate en el Senado —casi doce horas— los argumentos se repitieron. Para el oficialismo es una forma distinta de combatir el narcotráfico ya que la represión no funcionó. Para la oposición se viola la Constitución con algunos artículos y se afectará el futuro de niños y jóvenes.

Roberto Conde (Partido Socialista) afirmó que “la guerra mundial contra las drogas ha fracasado” y defendió el consumo de marihuana como un “derecho humano”. Agregó que el tráfico de drogas “seguirá siendo reprimido”.

“Con este proyecto vamos a evitar la entrada de los usuarios de marihuana al mercado ilegal. Eso lleva a reducir el consumo y los potenciales daños”, afirmó Luis Gallo (Frente Liber Seregni).

En tanto, Alberto Couriel dijo que con esta medida “Uruguay pasa a ser una especie de vanguardista internacional”. Luis Rosadilla opinó que el Uruguay “dio un paso para no bajar los brazos” en la lucha contra el narcotráfico.

Por su parte, Constanza Moreira dijo que se estaba ante un “día histórico”. Sostuvo que la “lógica del garrote” y del “paternalismo represivo” ya “no están funcionando bien”. “El consumo adictivo, que es diferente del recreativo, se relaciona con relación al presente y con relación al futuro. En las sociedades de ahora, posmodernas, el valor del futuro se vuelve difuso y la satisfacción del hoy se vuelve importante”, afirmó.

Desde la oposición Alfredo Solari (Vamos Uruguay) dijo que su exposición se guiaría por el artículo 44 de la Constitución que establece que el Estado “legislará en todas las cuestiones relacionadas con la salud e higiene públicas, procurando el perfeccionamiento físico, moral y social de todos los habitantes del país”.

“Lo que nos interesa acá es la salud de los uruguayos y lo que tenemos que tratar de determinar es si el proyecto va a contribuir o no a la salud de los uruguayos”, aseguró.

Solari dijo que los “niños y jóvenes uruguayos” saldrán “aún más dañados de lo que ya están hoy en día”. Afirmó que esto tendrá como consecuencia que se agrave la situación de la educación.

Tanto Solari como el resto de los legisladores de la oposición recordaron en varias oportunidades las palabras que dijo Mujica en los últimos días en cuanto a que este es un “experimento” uruguayo.

“Con los uruguayos no se experimenta, no somos cobayos de laboratorio”, dijo Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay).

“Las palabras del presidente no son en el sentido de hacer un experimento de laboratorio”, respondió Enrique Rubio (Vertiente Artiguista). Constanza Moreira recordó, por su parte, que en su momento se llamó “experimento” a las medidas que impulsaba el primer Batllismo, el Plan Ceibal o lo sostenido en un documento del Banco Mundial sobre medidas que estaba tomando el Uruguay.

Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) dijo que el proyecto “abre una puerta al abismo” y que hay “una enorme improvisación”. Sostuvo que se “disminuye la percepción del riesgo” y aumentará el “acceso temprano” a la droga. “Este es uno de los mayores errores de este gobierno, le crea al país un enorme problema”, dijo, y aseguró que esta medida va a en contra de los tratados internacionales. Además, anunció que si llega al gobierno derogará la ley.

Luis Alberto Heber (Herrerismo) admitió que la legislación actual es “incongruente” ya que permite el consumo pero no la compra del producto, pero dijo que esta no es la solución. “¿Alguien cree que puede parar el comportamiento humano? ¿Creen que pueden prohibir que los menores o los extranjeros no compren la droga? Me parece que están viviendo en ‘Alicia en el país de las maravillas’”.

La discusión sirvió también para que la oposición criticara las reuniones que Mujica tuvo con los magnates David Rockefeller y George Soros quienes apoyaron al mandatario en este camino. “Antes se marchaba con el Che y por la tierra; ahora se marcha por la marihuana con Soros y con Rockefeller”, dijo Bordaberry.

Tras el largo debate, Larrañaga pidió que la votación fuera nominal para que queda registrado el nombre de cada uno de los que apoyaron el proyecto. Tras darse a conocer el resultado, las decenas de personas que estaban en las barras aplaudieron y gritaron de alegría.

Luego la fiesta se trasladó a los alrededores del Palacio Legislativo. Centenares de personas que habían marchado desde la Plaza Cagancha hasta el Parlamento en la denominada “Última marcha con la marihuana ilegal” estallaron en gritos cuando se supo el resultado de la votación. Dos oradores de la Coordinadora Nacional por la Regulación de la Marihuana leyeron una proclama en la que destacaron que si bien la ley tiene puntos con los que no están de acuerdo —como la existencia de registros de consumidores y cultivadores— “hay que apoyarla” para que funcione y se disipen “los miedos” que genera la medida en la población.

Cuando terminó el discurso, la voz de Bob Marley cantando “Legalize it” dominó el ambiente y, casi automáticamente, la mayoría de los manifestantes empezó a moverse al ritmo del reagge.

En un bar cercano, mientras se escuchaba la música que venía de la Plaza 1º de Mayo, un joven, que a esa hora ya estaba borracho, improvisaba con su celular una entrevista con un grupo de personas que toman unas cervezas y comían pizza. Y más que preguntar, no paraba de decir: “Miren que mañana pueden ir comprar marihuana a la farmacia, ¡porque ahora es legal!”.

Política
2013-12-12T00:00:00