Ante una “nueva realidad”, el Ejecutivo revé paramétrica de costos y “corredores” del servicio de ómnibus de media y larga distancia

Hay un cambio “estructural” que hace necesario “repensar desde otra óptica” el transporte de pasajeros de media y larga distancia, sostuvo el jerarca, que aseguró que los números de la prepandemia no se repetirán. “La explicación es multifactorial: el teletrabajo tiene una incidencia alta y hubo cambios culturales, que generaron” una baja en el uso de los ómnibus, analizó.

La paramétrica de costos se compone de varios indicadores que informan “cuánto cuesta” sacar un ómnibus a la calle, lo que se termina reflejando en el precio del boleto. En el modelo actual, por ejemplo, el costo laboral incide en más del 60%. Otros indicadores son los gastos en repuestos, combustible, administración y seguros. La paramétrica tiene previsto también un margen de utilidad de las empresas (el 10,4%).

Labandera adelantó que habrá una “realineación” de algunos de los ítems que surgirá de lo que proponga la asesoría del BID. Sin embargo, aclaró que la resolución final pasará por un “filtro político”.

“Estamos en pleno proceso de redimensionamiento del transporte de pasajeros”, resumió. “La paramétrica está armada como si tuviera el 100% (de la ocupación), cuando en realidad el 80% de ahora es el 100% de antes. Eso hace variar el costo por kilómetro y es lo que se está revisando”, explicó.

La consultoría del BID profundiza sobre los subsidios al transporte de pasajeros que existen, que son los que hacen —según Labandera— que el precio del boleto sea “razonable”. Estos descuentos abarcan el fideicomiso al boleto, el subsidio al boleto estudiantil, al estudiante rural no regular y el “subsidio de guerra”, que se sumó para hacer frente a la pandemia, que significó US$ 145 millones.

Flota y estímulos

El régimen de exoneraciones actual prevé un “subsidio al gasoil” para el transporte de pasajeros, pero en los planes del gobierno está la expansión de los vehículos eléctricos o híbridos para reducir el uso de combustibles fósiles. Esto lleva a que también se analicen otros cambios en los regímenes de exoneraciones tributarias y fiscales para las empresas de transporte, que cada 15 a 18 años deben renovar su flota de coches, sostuvo Labandera.

De ese análisis participa el titular del MTOP, José Luis Falero, junto con sus pares de Economía e Industria. Los ministros definirán cómo instrumentar las exoneraciones para las compras de nuevos vehículos. Será una “decisión política” que deberá resolver si se “estimula” que las empresas elijan coches híbridos y se “desestimula” el uso de los vehículos gasoleros, indicó Labandera.

Estos jerarcas determinarán “exactamente” cuáles serán los estímulos fiscales y operativos referidos al cambio de la matriz eléctrica en los vehículos. “Hay una decisión de ir hacia esa dirección. El tema es definir los tiempos y los instrumentos. La decisión política ya está”, sostuvo el director de Transporte. Los estímulos actuales están “sostenidos” en el régimen del subsidio al gasoil, que significaron US$ 270 millones en lo que va de este período de gobierno, informó.

Frutillas y chanchos

El mapa uruguayo se puede dividir en cuatro grandes “corredores”. Son las rutas que hacen los ómnibus hacia el norte (Ruta 5), el este (por la Interbalnearia), el litoral (por la Ruta 3) o hacia el oeste (por la Ruta 1). Para estos ejes también se analizan modificaciones, algunas de las cuales ya se resolvieron.

El crecimiento (o decrecimiento) de la población vinculada a cada corredor es un factor clave para definir estos cambios. La cantiad de habitantes de Maldonado, por ejemplo, está creciendo, lo que provoca una mayor demanda sobre esa línea. Esto permite implementar “mayor oferta” y “competencia” en ese corredor, una “necesidad” que fue diagnosticada, según Labandera.

Recientemente se sumaron nuevos servicios hacia el este. Hace 25 años, la compañía Núñez inició el trámite para hacer la ruta Melo-Punta del Este, lo que fue aprobado por esta administración. “Está funcionando divino”, dijo el jerarca. También se concedió otro servicio hacia esa ciudad desde Rivera y se habilitó que Turismar viaje desde Montevideo, aunque con menos frecuencias que sus competidoras en ese tramo, COT y Copsa.

Otorgar estas rutas a Punta del Este tiene como “contrapartida” la exigencia de que las empresas incorporen servicios sociales, de forma de lograr un “equilibrio”. Se trata de ofrecer recorridos que, en general, les dan pérdidas.

“La ruta a Punta del Este es la frutilla con crema, pero hay que llevar la carne de chancho también. La empresa debe tener determinada cantidad de líneas sociales. Es todo un juego muy artesanal”, definió Labandera. Criticó que para atender estos recorridos no siempre rentables las empresas se las rebuscan porque hacen alguna “picardía” y no atienden a las líneas sociales con “el mismo cariño”. Las autoridades tienen que “estar arriba”, “insistiendo y a veces sancionando”, dijo.