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Acaso haya sido a mediados de enero de este año, en un sábado soleado y espléndido en La Paloma, cuando al ex presidente Luis Alberto Lacalle Herrera se lo vio por última vez en un rol activo y militante en la campaña presidencial de su hijo Luis Lacalle Pou. Ese día, en el tradicional cónclave herrerista en el balneario rochense, el ex presidente fue uno de los primeros en hablar. Dijo que faltaban poco más de 100 días para el domingo de las elecciones internas y llamó a redoblar el esfuerzo y el trabajo político para difundir “en cada pueblo” las propuestas de un Lacalle Pou que por entonces era el precandidato que surgía para disputarle el liderazgo del Partido Nacional a Jorge Larrañaga.
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Después de aquella jornada, cuando la competencia hacia las internas recién calentaba motores, el papel de Lacalle Herrera en la campaña se fue desdibujando gradualmente hasta ser prácticamente nulo. Ya se lo vio con menos frecuencia en los actos y eventos partidarios. Y si aparecía, lo hacía con un poco acostumbrado bajo perfil, no arriba de los escenarios sino mezclado entre la gente, como ocurrió cuando su hijo lanzó oficialmente la campaña en un acto en el Palacio Peñarol en marzo. Ese mismo mes Búsqueda informó que Lacalle Pou había tomado la decisión expresa de mantener a su padre en un segundo plano, que no participara directamente en las actividades del sector y el equipo que impulsaba su precandidatura. “Lacalle es una figura muy fuerte, pero esta vez no es el candidato. Lo que es más lógico es que si el candidato es otro, que cobre relevancia el otro. La decisión fue la de su no participación directa”, comentó entonces un allegado al precandidato.
El domingo de las elecciones internas, cuando Lacalle Pou le ganó a Larrañaga y se transformó en el presidenciable blanco, padre e hijo se abrazaron en la sede del Partido Nacional. Fue una de las pocas veces que las cámaras de televisión y los fotógrafos de prensa lograron registrarlos juntos y en un acto público.
La magnitud histórica.
Luego de las internas, y ya con Lacalle Pou consolidado como líder de los blancos y con aspiraciones serias de alcanzar la Presidencia, a Lacalle Herrera prácticamente no se lo ha visto en la campaña de los blancos. No va a las giras por el interior ni participa siquiera de eventos de exposición de ideas del estilo de los que organiza la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM). Se mantiene al margen. Por primera vez en muchos años —al menos desde el retorno de la democracia en 1985— Lacalle Herrera no tiene una presencia destacada en una campaña electoral. Hay quienes incluso van más atrás en el tiempo. Un dirigente nacionalista recordó que ya en el año 1958 Lacalle Herrera, con 16 años, acompañaba a su abuelo Luis Alberto de Herrera subido al ómnibus de la “caravana de la victoria” que recorrió el Uruguay en aquellas elecciones que terminaron con el triunfo de los blancos. “Desde entonces estuvo siempre militando fuerte en cada una de las campañas del Partido Nacional”, señaló la fuente.
Muchos de los dirigentes herreristas están “sorprendidos” de cómo “cumplió a rajatabla” el pedido de que no sea una figura visible en este periodo. “Lo hace porque es el hijo, no lo hubiera hecho con ningún otro de los dirigentes blancos”, opinó una fuente consultada. Otros actores nacionalistas vinculados al herrerismo confiaron a Búsqueda que el planteo de la no participación en la campaña se formuló en una reunión familiar entre Lacalle Pou y sus padres. “Les dijo que este era su tiempo”. Según los informantes, en esa reunión “no hubo posibilidad de intercambio ni de discusión. Fue algo que les trasladó Luis, se los anunció. A Lacalle Herrera, que es una figura y un senador totalmente activo en la política nacional, le costó más asumirlo porque sentía que podía hacer aportes. Pero entendió y cumplió sin problemas esta cuasi desaparición pública”.
Dirigentes allegados a Lacalle Herrera explicaron que el ex presidente calibró la “magnitud histórica” de “este tiempo” en el que a su hijo le toca ser el protagonista. “Lacalle fue el único presidente blanco del siglo XX y se está ante la posibilidad cierta de que su hijo sea el primero del siglo XXI. Además, si se da, será la primera vez en la historia política del país que un padre que fue presidente del Uruguay ve convertirse en presidente a su hijo”, comentó un dirigente cercano a la familia Lacalle.
Entre el campo y el exterior.
El inusual bajo perfil en una instancia electoral encuentra a Lacalle Herrera entre largas estadías en su estancia de Cerro Colorado, en el departamento de Florida, y viajes al exterior. En los últimos días partió a Ginebra, Suiza, para participar de una conferencia a la que fue invitado en su calidad de ex presidente de Uruguay. Días antes de un acto de Lacalle Pou en Florida, el ex mandatario pasó a saludar al intendente Carlos Enciso y su equipo, se tomó unas fotos con militantes y correligionarios, pero siguió de largo rumbo a su estancia.
“El Herrerismo más ortodoxo no entiende por qué Lacalle no tiene más participación. Les cuesta creer que la campaña prescinda de su presencia fuerte. Lo reclaman. Eso les pasa sobre todo a los más veteranos”, dijo uno de los dirigentes.
Según las fuentes consultadas por Búsqueda, Lacalle Herrera “habla permanentemente con Luis” sobre la campaña, pero se “mantiene ajeno” a su devenir con el resto de los dirigentes blancos. No participa de reuniones con figuras históricas del Herrerismo que compiten por bancas en estas elecciones, por ejemplo. “Lacalle Pou dejó claro, primero, que él tiene un perfil propio y su proyecto político está separado de su padre. Y eso se hace más notorio ahora. En el armado de la lista al Senado se ve que aparece en las primeras líneas gente de su entorno y posterga a dirigentes de confianza directa de su padre”, evaluó una fuente cercana al candidato. “Hubo y hay un claro mensaje: Luis está diciendo que ahora hay otra mirada y un nuevo tiempo”, agregó.
En una entrevista publicada por “La Diaria” el lunes 6, el candidato blanco señaló que “en su momento” hubo “algunos dirigentes de la vieja guardia” que entendían que su padre “debía tener más presencia” en esta instancia. “Pero quedó claro desde el principio que el candidato a presidente es Luis Lacalle Pou y el equipo es el de Luis Lacalle Pou. Fíjense si alguna vez tuve que usar una foto de Lacalle para sacar un voto. Somos hijos de distintas épocas”, declaró. En la lista al Senado del Herrerismo, Lacalle Herrera es quien cierra la nómina como el último suplente del último titular.