“Estoy preparada, sin lugar a dudas. Siempre me preparé para las competencias”, dijo la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, cuando en su ciclo especial Desayunos, Búsqueda la consultó sobre sus aspiraciones presidenciales y su intención de lanzarse como precandidata del Partido Nacional en las próximas elecciones internas. “Lo que necesito es estar convencida de que una candidatura cuaja. Por eso todavía no tomé una decisión”, agregó, y anunció que en abril o principios de mayo, luego de constituir un grupo de técnicos denominado Aportes, resolverá si es ella quien correrá la carrera por el sector wilsonista de los blancos, que, enfatizó, deberá sí o sí tener un candidato propio para no traicionar la “esencia” del partido.
Argimón opinó que hay un “adelantamiento” de los tiempos electorales. Una “efervescencia” que coincide además con una “suerte de polarización dentro del sector del presidente Luis Lacalle Pou”. Y expuso sus razones: “Creo que hay algún actor político que tiene mucha experiencia y que sabe mirar la realidad y busca polarizar la interna”, señaló, en referencia al expresidente Luis Lacalle Herrera, que está teniendo un rol más activo en la interna partidaria y que impulsa la candidatura de la presidenta de la Comisión Departamental de Montevideo, Laura Raffo, para competir con el postulante oficialista, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado.
Argimón evaluó, sin embargo, que “la propia vida del partido muestra que hay otra mirada” por fuera del Herrerismo, “que va a tener otra expresión y que todavía no está siendo visibilizada”.
Agregó que la desaparición temprana del exministro del Interior y líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, fue un “cimbronazo”, un golpe que aún se está asimilando. “Yo sé que hay quienes dicen que ahora somos todos wilsonistas y todos herreristas. Hay parte de eso, porque hubo una coexistencia de muchos años y mucha afinidad. Pero para mí sigue existiendo un estilo herrerista y wilsonista de ver la vida y son complementarios. Si existe una interna sin una pata wilsonista, no estaría presente la esencia misma del partido”, afirmó. Dijo que debe haber una “apuesta a los sectores que no forman parte del Herrerismo y que tiene esa interna tan notoria entre Álvaro y Laura”.
“En unos meses se sabrá el destino del ala wilsonista. No tengo ninguna duda de que tiene que haber una expresión wilsonista”, insistió.
En esa misma línea se pronunció el miércoles 22 el senador Jorge Gandini. En entrevista con el programa Doble click, de Del Sol FM. “La otra parte del partido, que en la interna pasada no iba unida pero obtuvo el 48% de los votos entre (Juan) Sartori, Larrañaga y (Enrique) Antía, no tiene una expresión propia”, dijo. Y también fue enfático en señalar que debe tenerla “para que el partido se pueda expresar en su plenitud y pueda presentarse con aspiración de ganar”. Gandini aseguró que su nombre está en esa grilla de precandidatos y que lo siente más que nada como una “obligación”.
La mujer y la política
Durante el desayuno organizado por Búsqueda, la vicepresidenta se detuvo en distintos tramos a destacar el avance de la mujer en la política. Dijo que le “gustaría” que en estas elecciones haya una candidata mujer. “No me quiero ir de este mundo sin ver a una presidenta en Uruguay. Y no es que por ser mujer se llegue, precisamente por ser la primera, la exigencia va a ser más”, reflexionó. Y pronosticó: “Es inexorable que en algún momento haya una presidenta”. Pero, puesta a elegir entre un candidato hombre y una candidata mujer, subrayó que ahí “no es cuestión de sexo”. “Para elegir pasa por saber qué nos ofrece, qué ofrece a la ciudadanía. No es un tema que priorice de qué sexo es. Eso sería ningunear una actividad donde nos va la vida a todos”.
Argimón se refirió a la precandidatura de Raffo. “Me encanta que quiera ser precandidata, le está poniendo mucha energía a su candidatura y le auguro lo mejor”. Y también habló lateralmente del polémico episodio que vivió Raffo con un murguista que la trató de “conchuda” durante una presentación carnavalera en el Teatro de Verano. “No directamente, pero seguro me lo dijeron varias veces. Pasé de todo. A mí me hicieron de todo”, dijo sobre sus primeros años en la política. La vicepresidenta señaló que la dirigencia del Partido Nacional está “preocupada” en lograr el “acceso real” de las mujeres a los lugares de decisión. “Si hay machismo en los partidos políticos es porque lo hay en la sociedad. Todavía hay inequidades que hay que ir subsanando”, evaluó.
“Me tocó a mí ir avanzando en la estructura política partidaria. No es lo mismo ser mujer política que mujer política con mirada de género. Eso también fue un distintivo del sistema en general pero muy especialmente dentro del Partido Nacional. A veces me jugó a favor y otras en contra. En mi época éramos muy pocas”, recordó, y apuntó que se sintió “sapo de otro pozo”.
“Soy una agradecida porque hubo compañeros que me ayudaron mucho y entendieron la forma femenina de hacer política”, enfatizó.
Por otra parte, Argimón dijo que si de algo está convencida es que el feminismo no es de izquierda ni de derecha. “El mayor éxito del feminismo no es abrir la boca y decir soy feminista. El éxito del feminismo es cómo la mujer se ha abierto espacios en distintos rubros. Y basta ver cómo las nuevas generaciones tienen otra forma de encarar la vida en pareja, la vida social. Esa es una revolución que encabezó el feminismo”.
En otro pasaje del desayuno recordó un discurso en el tradicional encuentro blanco en Masoller. Lo evocó como el “más difícil” que le tocó enfrentar. “Había una multitud, con gente a caballo que venía de todo el país. Y ahí estaba yo, una mujer de Montevideo, que mide 1,57 y con una voz nada rutilante. Ahí pasó algo diferente. Todos se empezaron a callar. Ahí me di cuenta de lo rupturista que era la imagen”.
Otro episodio determinante en su carrera como dirigente política fue el que vivió en 2019 con el intendente de Colonia, Carlos Moreira, cuando una semana antes de las elecciones se filtró un audio que incluía una conversación íntima donde se sugerían recompensas sexuales a cambio de favores políticos. “Entendí que había que tomar medidas rápidas. La decisión no la tomé sola, pero era la responsable por ser la presidenta del Partido Nacional. Estaba convencida de que no era un tema personal sino de un estilo político determinado”, señaló. En ese entonces Moreira terminó renunciando al Partido Nacional, pero luego volvió y fue electo nuevamente como jefe comunal. “Volvió porque la gente lo quiso. Y en este negocio es la gente la que manda. Y soy muy respetuosa de lo que la ciudadanía decide”, subrayó.
La vicepresidenta cerró el capítulo de lo femenino en la política afirmando que “la sociedad uruguaya está preparada para tener una presidenta mujer, pero les cuesta más a los partidos políticos”. “Lo más complicado es que las mujeres ganen la interna. No dudo de que la sociedad uruguaya va mucho más adelante de las estructuras y en cómo está diseñado el sistema electoral, que hace que haya que pasar por una interna”.
El diálogo en el Parlamento
“Soy parlamentarista, disfruto la vida en el Parlamento. Por suerte ahí hay una caja de resonancia de muchas inquietudes”, dijo la vicepresidenta sobre su rol como articuladora al frente de la Cámara de Senadores. Argimón recordó que al Parlamento le tocó una coyuntura “complicada”. No solo por la pandemia, que puso a prueba el trabajo de los legisladores en pleno aislamiento social, sino por la circunstancia de un partido que dejó de ser gobierno luego de 15 años y una coalición de partidos que empezaban a trabajar juntos por primera vez. “De arranque era un Parlamento diferente. A mí me gusta resaltar que el Parlamento —con el acompañamiento de todos los partidos— no dejó de funcionar ni un solo día durante la pandemia. Puede pasar inadvertido, pero para mí no lo fue. Todos acompañaron. Y eso es una señal de la alta adhesión democrática”.
Sobre su relación con la oposición destacó que mantiene un diálogo “permanente” con todos los partidos. “Hay discusiones. Hay una polarización. Pero también es verdad que todo es más notorio con las redes sociales. En el hemiciclo hay diálogo”.
Tras la entrevista, se le obsequió una placa en conmemoración de los 50 años de Búsqueda
Sus charlas con el presidente y el “caso Astesiano”
En Desayunos Búsqueda, la vicepresidenta contó que habla con el presidente Lacalle Pou todas las semanas. “Nos lo prometimos. En la primera reunión que tuvimos tras ser electos dijimos que teníamos que seguir juntos”. Dijo que ambos mantienen una relación “muy personal” desde el día que abrieron y acondicionaron el local céntrico donde empezaron a militar políticamente. “Aunque él diga que era al revés, yo barría y él tomaba mate”, bromeó.
Argimón habló sobre el caso del excustodio presidencial Alejandro Astesiano. “Nos afectó a todos”, admitió. “Al presidente obviamente más porque están los efectos políticos pero también los personales. Y esto, con la confianza traicionada, es algo removedor. Pero asumió el error. Lo afectó y él lo dice. Creo que también pasó raya claramente. Todos los gobiernos tienen episodios variopintos que remueven, pero el gobierno tiene que seguir”.
Argimón estribó en el concepto de que el gobierno “siguió funcionando” pese a la crisis que supuso el “caso Astesiano”. “Quizás las apariciones del presidente, con un tono determinado, fueron diferentes. Pero se siguió con la transformación educativa y la reforma de la seguridad social”.
Dijo que le parece “bueno” que la ciudadanía “pueda ver los estados de ánimo” del mandatario. “La transparencia en un actor público nos hace bien. Hay una cercanía diferente. El tema es cuando estos efectos te impiden gobernar, algo que en este caso no pasó”.