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En un libro que presentarán hoy en el Palacio Legislativo el ex ministro y senador Guillermo García Costa y el ex ministro de la Corte Electoral, Rodolfo González Rissotto, denuncian que la aplicación de un sistema de representación proporcional de cociente decreciente (sistema D’Hondt) puede determinar, como ocurrió en la última elección nacional, que un lema que no obtiene la mayoría de los votos válidos (50%) logre una mayoría en ambas cámaras, lo cual, destacan, contraviene expresamente lo establecido por la Constitución.
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Los autores, integrantes del Partido Nacional, alegan que con 1.105.262 votos válidos (49, 33% del total) —29,775 menos que los necesarios para alcanzar la mayoría absoluta de los 2.240.299 validados en la elección de 2009—, el Frente Amplio obtuvo 16 de los 30 senadores y 50 de los 99 diputados. Sostienen que, de haberse aplicado el sistema de representación proporcional Hare, que consideran se ajusta más al principio constitucional, la coalición oficialista tendría una banca menos en cada cámara, que habrían sido ganadas por el Partido Independiente en el Senado y por Asamblea Popular en Diputados.
Sin perjuicio de ello, reconocen que la Corte Electoral procedió correctamente en 2009 “en beneficio de la paz pública” por cuanto “estos temas de tan enorme repercusión pública no se pueden resolver sobre los acontecimientos”. Destacan, por otra parte, que tampoco “se ha planteado ante la Suprema Corte de Justicia la pertinente acción de inconstitucionalidad”.
Los autores remarcan que en atención al balotaje a realizarse cuatro semanas después para definir la elección presidencial del 2009, el conocimiento por parte de los electores de que el Frente Amplio había alcanzado la mayoría legislativa, supuso un factor que incidió sobre votantes que consideraron negativamente elegir a un presidente que debería encarar su gestión con una mayoría legislativa adversa.
García Costa y González Rissotto indican que en la elección de 2014, podría volver a ocurrir que el Frente Amplio sea el Partido mayoritario sin lograr el 50% de los votos. Por ello advierten que “si el inerés superior de sostener la paz política y social del país”, pudo haber inducido en 2009 “al error, no protestado”, “es por esa misma paz que no se puede admitir” la reiteración de tal situación. Frente a tales riesgos “es preciso buscar una solución” legislativa que evite una “nueva aplicación de la ley inconstitucional”, lo cual, creen, “determinará el planteo correspondiente ante la Suprema Corte de Justicia”.
En su libro, “El fin de la inocencia”, sus autores destacan que “todo el ámbito político nacional enfrenta responsabilidad de aunar criterios para lograr soluciones legislativas que respeten el espíritu de la Constitución” y advierten que “la mera inacción, o la no consecución de fórmulas que solucionen la acuciante materia, solo conducirán a agravarla”.
El texto de los nacionalistas recuerda que el sistema D’Hondt, que puede determinar “desvíos” de la voluntad ciudadana, al convertir “a la minoría electoral en una mayoría absoluta parlamentaria”, comenzó a aplicarse para la Cámara de Diputados a partir de la ley 7.912 de 1925 y por extensión al Senado a partir de la elección de 1946. Señalan que desvíos similares ya ocurrieron en las proclamaciones legislativas de 1958 y 1966.