El hombre está en medio de una gran polémica. Sus fieles correligionarios, como era de esperar, y como ya lo saben hacer, recordemos el caso de Raulito, cerraron filas apoyándolo, sin vacilaciones.
El hombre está en medio de una gran polémica. Sus fieles correligionarios, como era de esperar, y como ya lo saben hacer, recordemos el caso de Raulito, cerraron filas apoyándolo, sin vacilaciones.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáCarolina dice que es flor de tipo, Yamandú dice que es un crack (ya no dice que es “de primera”, después de haberse bandeado con Alberto Fernández), Fernando dice que la reforma de la seguridad social es una escandalosa estafa a los jubilados, que el presidente está extraviado, no sabe para dónde ir, y agrega que el hombre es bueno y que hay que respaldarlo.
El problema es que el hombre está enredado en demasiados casos complejos, como lo han develado las investigaciones periodísticas que han trabajado intensamente con material de archivo y entrevistas a testigos que lo comprometen seriamente.
Un documento de la fuerza política ha señalado que se han revisado los antecedentes y que no surge de ellos ninguna prueba que lo incrimine. El texto señala, por ejemplo, que “la fuga del ciudadano italiano Rocco Morabito no fue tal, sino que desde la Dirección General del Ministerio del Interior se aprobó su alejamiento de la cárcel Central por tratarse de un acto de humanidad y solidaridad con un privado de libertad que extrañaba mucho a sus seres queridos, por lo que se instruyó para que se le facilitara el egreso al detenido”.
Se dice en el mismo documento que “es apócrifo el supuesto intercambio de mensajes por WhatsApp entre el hombre y el libanés que atacó a puñaladas a Salman Rushdie la semana pasada”, en el cual el hombre lo estimula al muchacho “para que libere al mundo de esa lacra apóstata por la gloria del islam y la bendita memoria eterna del inolvidable ayatola Khomeini”.
En esa misma declaración de la fuerza política también se desmienten otros episodios que se le atribuyen al hombre, como por ejemplo haber impulsado el apuñalamiento a Bolsonaro durante la campaña electoral en la que salió electo presidente de Brasil, así como el haber inspirado y estimulado el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York, el asesinato en París de los periodistas de Charlie Hebdo y hasta haber participado de la conspiración que terminó con el asesinato del presidente Kennedy. Se le exculpa totalmente de otros casos, como el de los hundimientos del Titanic y del Graf Spee, el lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki y la eliminación de Nacional por el Atlético Clube Goianiense.
El hombre ha circulado por (casi) todos los medios de comunicación, con alguna honrosa excepción, defendiendo su causa, afirmando su inocencia y aclarando que todo se trata de una conspiración vindicativa del ministro Heber, porque él lo denunció por el caso Katoen Natie en el puerto.
En otra parte del documento de la fuerza política se desmiente asimismo la supuesta participación del hombre en otros episodios trascendentales, como la propagación intencional de los incendios forestales en España, el estímulo que le habría dado al gobierno británico para concretar el Brexit, su participación en conversaciones con Putin antes de la invasión rusa a Ucrania, su estímulo a la invasión del FBI en la residencia de Trump para secuestrar documentos secretos, así como haber realizado una llamada a Palma para que fijara en $ 1.500 el precio de la entrada a los hinchas de Nacional para ir a ver a Suárez en Belvedere.
Hay incluso un capítulo dedicado a aclarar que el hombre tampoco tuvo que ver con la pandemia y la circulación del coronavirus, las inundaciones en la India, la asunción de los talibanes en Afganistán y la suspensión de las Llamadas en el barrio Sur. Se aclara también que él no conoció a Feldman ni sabía que era coleccionista de armas de la Guardia Republicana, que nunca tuvo ni supo de la existencia de un Bora negro y que se había enterado por la prensa del asalto a los cajeros automáticos que no tenían billetes entintados.
Él también ha aclarado que no estuvo presente cuando los indios charrúas se comieron a Solís ni cuando Bernabé Rivera se tomó la revancha en Salsipuedes. Afirma que no conoce a Kim Jong-il y que es falso de toda falsedad el intercambio de mails en el que el dictador norcoreano le pide su opinión para estrenar un misil nuclear.
En una de esas entrevistas, una periodista le preguntó al hombre por su involucramiento en el caso de invalidez de un muchacho vecino de La Paloma, que quedó paralítico por un disparo perdido surgido en una noche de juerga en la casa de un subcomisario de Rocha, hace como 10 años. Parece que a raíz de ese confuso episodio se habrían cometido abusos de funciones que lo involucrarían, despilfarro de dineros públicos, falsificación de documentos, todo ello procurando encubrir todo el desgraciado y sórdido episodio.
Él contestó que no se acordaba para nada de ese antiguo caso, pero que procuraría investigarlo y volver con todos los detalles.
Pero no se lo vio nunca más.