Todo señala que “Don Galeano y sus venas abiertas” siguen tan campantes dando sus frutos en la imaginación absurda del victimario latino. Y del “hombre nuevo”, ni noticias.
Se mezclan ideología y economía. Se mezclan deseos con visiones hemipléjicas de la realidad. Y la tribuna, loca de la vida, aplaude a rabiar y asiste a su propio entierro.
Veamos:
- Si Brasil exporta aviones, automóviles, tecnología y energía está bien, fantástico, “nos subimos a su estribo”; si lo hace Ford, Toyota, Shell o McDonald’s es codicia, es imperial y capitalista.
- Si Argentina no paga sus bonos, gasta lo que no tiene, toma créditos por su propia voluntad y se “olvida” de pagar, la culpa es de los fondos buitres y usureros. Obvio, ¿no? Muy bien, Doña Cristina, acomódese el pelo que el estadio está lleno y el choripán presente. Usted y su modelo son víctimas totales. ¿No será cuestión de su pésima administración ni de su corrupción fantástica? Nada que ver.
- Si Venezuela está con bandera de remate (45% de pobreza), armada hasta los dientes y en la escasez más rampante pese a que desde el suelo brota petróleo a borbotones y cuyo precio se multiplicó varias veces, es indudable culpa de Bush, Obama y otros canallas que viven solo y específicamente para perjudicarlos.
- Si los precios que nos pagan la soja, los cítricos, la carne y hasta el software que exportamos están por las nubes, aplausos, están muy bien, son lógicos y “justos”. Hasta Antel se posicionó y vendió en Ecuador, pero eso está excelente, je je; somos una multinacional, pero de barrio.
- Y con nuestros propios problemas, ¿qué? Ahora mismo Doña Dilma nos tiene parados 600 camiones en la frontera, a una economía minúscula como la nuestra, capaz de copar con sus productos diez minutos del consumo paulista. Y claro, la culpa es de otros, siempre de otros. No es que el Mercosur es lamentable, es que los demás nos agreden, ¿entendés? Ellos, los malos del norte, son capitalistas y acaparadores y nosotros somos sumisos infortunados.
Mujica, además, se equivoca en su visión del consumo. Bueno, en realidad se equivoca en casi todo porque como tiene siempre dos opiniones, o la una o la otra están en evidente off side.
Verá —si desea hacerlo con ambos ojos— que la globalización y el consumo han sacado a miles y millones de la pobreza. Y lo siguen haciendo. En su China querida, por ejemplo (¿por eso usa cuello “mao”?), pero también en la India, Singapur, Malasia y en realidad en cualquier sitio del orbe que la gente piense, entienda y trabaje de acuerdo a sus posibilidades, su riesgo y visión y deje de lado fábulas inconducentes. ¿Viaja y viaja y no ve que el mundo cambió? ¿No le parece que los que progresan y “tienen” no solo están en la 5ª Avenida o en Londres?
Verá —debería hacerlo por su y nuestro interés— que ambos son siempre una oportunidad para el que desea aprovecharla y no para el que se queja. Como se queja Hughes Galeano.
Del mismo modo, y por el contrario, verá que en todas y cada una de las aventuras en las que el Estado y los políticos desplazaron al mercado, el resultado final fue más miseria y más atraso. Por lo tanto, el consumismo que aborrece es infinitamente más justo —aun con sus errores y sus malas praxis— que los complejos de inferioridad y el reparto a pura deuda en manos irresponsables. ¿Habrá que insistir hasta el hartazgo para que entiendan que no hay cenas ni fiestas gratis?
Verá también que el secreto es el esfuerzo, el ahorro y la buena administración, como lo hace Nueva Zelanda y adonde viajó para aprender y sin embargo no asimiló absolutamente nada. Llegó e hizo lo contrario. Quejarse. Promesas vanas, resultados enigmáticos.
Son pocos los países —aun pequeños como el nuestro— que asisten a estos foros a decir tantos disparates, llorar y fabricar ese discurso tonto, exento de responsabilidad. Es que en el fondo seguramente hablamos para nuestro propio público, para nuestra interna politizada y, aún más, nos creemos que todo es cierto y una confabulación nos perjudica y se desvive para lograrlo. Hay como un regocijo muy chato en el famoso “nosotros estamos mal —o somos pobres— porque ellos están bien —o son ricos—”. Infantil, artificial y espurio.
Falso, porque somos cómplices de nuestra propia ineptitud, porque en lugar de aprovechar lo que el mundo da —por poco que sea— es más fácil colocarse en el sitio de los mártires y de los perjudicados. Y esperar en lugar de hacer. Gastar en lugar de generar. Suplicar en lugar de agacharse. Regalar en lugar de exigir. Inventar enemigos en lugar de admitir nuestros propios y profundos errores, que por repetidos no dejan de ser verdaderamente el origen de nuestro estancamiento estructural permanente.
Seguramente seguirá así. Es el mundo latino, es el complejo latino. Una inferioridad no de oportunidad sino de mentalidad.
Gonzalo H. Hernández G.
CI 1.856.660-0
Mutualismo
Sr. Director:
Hemos visto en la prensa titulares que plantean la potencial situación de “riesgo concursal” de dos grandes mutualistas: Casmu IAMPP y Casa de Galicia.
La fuente: juicios analíticos de la Unidad de Negociación del SMU y de su Comité Ejecutivo publicados en la revista “Ser Médico”, sobre datos públicos (balances de las empresas e información oficial del MSP cerrado el año fiscal 2012).
La definición de “riesgo concursal” implica que el estado financiero es tan crítico que las instituciones en riesgo de quiebra podrían declararse insolventes y entrar en concurso judicial para que los acreedores cobren sus deudas.
Los datos:
1 - Casmu IAMPP tiene un pasivo por afiliado de $ 17.400, Asociación Española de $ 11.800, Casa de Galicia de $ 19.100 y Cosem de $ 3.100. El promedio de interior es de $ 4.300, el promedio país de $ 7.100 y el promedio Montevideo de $ 9.100.
2 - Casmu IAMPP tiene un patrimonio por afiliado de $ –8.112 y Casa de Galicia de $ –1.495. El promedio de Montevideo es de $ 4.385, el de interior de $ 7.183 y el del país de $ 4.358.
3 - Casmu IAMPP tiene un patrimonio sobre el pasivo total en porcentaje negativo de 47% y 8% de Casa de Galicia. El promedio mutual es positivo: Montevideo 26%, país 61% y las mutuales de interior 165%.
4 - Casmu IAMPP tiene resultados totales sobre ingresos operativos negativos de –5,02%, Asociación Española de –5,87%, Casa de Galicia de –8,21% y Cosem de –0.41%. El promedio país es de –0.88%, el de Montevideo de –2,01% y el de interior es positivo en 0.75%.
5 - Casmu IAMPP necesita 9,5 meses de ingresos operativos promedio para saldar el pasivo total. El promedio de Montevideo es 5,8 meses y el de interior 2,8 meses.
Esta información es fiel. Su interpretación debe ser matizada, su oportunidad analizada y su intencionalidad discernida.
1 - Casmu IAMPP no puede todavía asentar en sus registros contables, por técnica y regulación contable nacional e internacional, los aportes realizados por sus cooperativistas que rondan los $ 474 millones, unos 20 millones de dólares. Lo podrá realizar en el año fiscal 2016. Hasta el momento de este balance 2012, es tomado como un pasivo empresarial.
2 - Casmu IAMPP no recibe del Fonasa el total de la cápita del adulto mayor, siendo una de las mutualistas que tienen un índice de envejecimiento mayor de 65 años/total de socios 1,7, para una media país de 0,7 y una media de Montevideo de 0,8. O sea, un 25% de mayores de 65 años. Si bien a través de la ley 18.731 de enero de 2011 se prevé la financiación progresiva de la cápita, incrementándose año a año hasta el 2016 un 20% del valor real, valor estimado por las autoridades de la Junasa, el MEF y el MSP. En este sentido, Casmu ha dejado de percibir: brecha entre lo que estima el Poder Ejecutivo de costo prospectivo —para atender a un paciente adulto mayor— y lo que realmente se paga de $ 361.301.897 en 2012, $ 257.790.669 en 2013, $ 154.279.442 en 2014 y $ 50.768.215 en 2015; $ 44 millones de dólares menos de ingresos.
3 - Casmu IAMPP se encuentra integrado al CIES, con el asesoramiento de equipos independientes, junto a Cosem, CCOU y HE. Se ha dejado claro que el cálculo de cápita actual no incluye costos, internalizados por las instituciones, como laudos e incrementos salariales, de sectores proveedores, incremento de costos de insumos, y subvaloración de las metas asistenciales, cuyo monto se detrajo del cálculo de la cápita 2007 en un 6%. Elementos que no son contemplados en los montos reales que paga su cumplimiento.
Casmu debe manejar sus costos económicos y financieros como toda institución endeudada. Las deudas están para ser honradas. Aseverar que nuestros costos no son mayores que los del promedio mutual para producir salud, no agrega al hecho de que deberemos ser más eficientes que la media para lograr equilibrios y mantener el crédito. No parece razonable que organizaciones intermedias como el SMU generen corridas, alarmas públicas, a partir de análisis incompletos u omisos. No parece razonable que en la misma edición de la revista ”Ser Médico” se nos muestre como ejemplo a gerencias de instituciones colegas, al parecer exitosas en rentabilidad, sin siquiera una agenda del tipo de asistencia que brindan.
Dr. Marcelo Avellanal
2.939.285-2
Para el BROU
Sr. Director:
Agradezco, si lo cree conveniente, la publicación de la siguiente carta con la segunda y supuestamente última parte de esta novela tragicómica en la que me he visto involucrado involuntariamente con el gerente del BROU Trinidad, Sr. Julio Mora, su superior inmediato, Emilio Monge, con la nueva participación del señor Gustavo Andrada y la ausencia en escena del presidente del BROU, Cr. Fernando Calloia, a pesar de los más de 10 mails que le envié.
Los presento como actores de novela para ponerle un poco de humor a la cosa, pero en realidad es una situación nefasta.
Según el diccionario de la Real Academia Española, corporativismo significa: “En un grupo o sector profesional, actitud de defensa a ultranza de la solidaridad interna y de los intereses del cuerpo”, y agrego yo, independientemente del perjuicio que les pueda causar a sus clientes.
El pasado 22 de agosto, en el Nº 1.727 de su semanario, publicaron la carta por mí enviada al presidente del BROU, Cr. Fernando Calloia, en la cual le refería y le pedía ayuda para solucionar mi problema con el gerente de la sucursal Trinidad, Sr. Julio Mora, que, por motivos que para mí todavía son una incógnita, me solicitaba documentación insólita e inaplicable para poder seguir siendo cliente del banco a pesar de que llevo 40 años en él.
La publicación de esa carta en su semanario, en el diario “El País” y en el periódico “Ecos Regionales” de Trinidad, despertó la actitud corporativista de esos funcionarios y supongo que también con la anuencia de su presidente, el Cr. Fernando Calloia (por acción u omisión).
Apareció en escena el Sr. Gustavo Andrada, de la Secretaría de Coordinación Zona Centro 1, con un par de mails para el recuerdo.
Me hizo acordar mucho a lo que está sucediendo en la Argentina con los críticos del gobierno. A ellos “misteriosamente” les aparecen inspectores de DGI en sus empresas. Pues bien, a pesar de que el Sr. Monge me había comunicado en el inicio de esta tragicomedia, vía telefónica y vía SMS, que con un certificado de contador público alcanzaba, luego de meses y meses sin respuesta, recibí, como resultado a la publicación de mi carta, un mail del Sr. Gustavo Andrada donde me solicitan: “Declaración Jurada de IRPF (formularios 1102 o 1103 según haya suscrito) y Formulario 1302 (IVA), este último donde figure sin actividad de acuerdo con lo declarado. Declaración Jurada de IRPF “Arrendamientos” o, en su defecto, copias de Resguardos o Recibos de Retención de IRPF, del período declarado”.
Si bien yo ya sabía que nada de esta documentación me correspondía presentar, y así se lo comuniqué al Sr. Mora al principio y al Sr. Monge más adelante, igual me dirigí a la DGI para hacer nuevamente la consulta correspondiente. Solo me confirmaron lo dicho. Nada de esto tengo que presentar en la DGI ya que trabajo en relación de dependencia. Con el solo pago de IRPF de arrendamientos y recibo de sueldo cumplo con las normativas.
Así se lo hice saber al Sr. Andrada y le pregunté la razón por la cual me pedían nuevamente información que no podía presentar.
Su respuesta no tiene desperdicio. Entre otras cosas me dice (cito textual): “Dado el nivel de notoriedad que tomó su asunto, no es descabellado pensar que su carpeta pueda ser objeto de auditorías externas, a las que habitualmente resulta sometido el Banco, por lo que asegurar la existencia de toda la documentación al respecto ofrece garantías que seguramente Ud. está dispuesto a aportar y que minimizarían la posibilidad de ocasionarle molestias posteriores”.
Dejando de lado la velada amenaza que esa frase supone pregunto: ¿no debería ser al revés? ¿No correspondería que el Banco deje de tener una actitud corporativa y de una buena vez pida disculpas por el mal comportamiento de su gerente, haga su propia “auditoría interna” y deje de molestarme?
La “notoriedad que tomó mi caso”, utilizando sus propias palabras, es fruto de la impotencia que sentí por la inoperancia del gerente primero, el vacío total que mis reclamos encontraron en el Sr. Monge y la ausencia de cualquier tipo de respuesta por parte del Cr. Calloia a mis más de 10 mails. Lamentablemente, parece ser la única forma que tenemos los clientes “poco importantes” de poder obtener respuesta, ya que solo gracias a la publicación de mis reclamos en Búsqueda, “El País” y el diario “Ecos Regionales” de Trinidad conseguí que alguien se ocupara de mi caso. Claro, desgraciadamente primó la actitud corporativista y solo logré que me solicitaran más información incongruente.
Envié los recibos de sueldo y los comprobantes de pago de IRPF de arrendamientos.
El Sr. Monge nuevamente en escena me dijo que no era suficiente.
Por lo tanto comencé a pensar en preparar mi carnet de salud, vacuna antitetánica, fe democrática, partida de nacimiento, certificado de salud bucal, certificado de libre de pie plano y toda la demás documentación que me pudieran pedir.
Pero me cansé. Me rendí, o mejor dicho, me puse a pensar: ¿qué me da el Banco República a mí que me haga necesario pasar estos malos momentos? ¿Largas e interminables esperas para cobrar un cheque? ¿Largas colas en el único cajero automático que tiene el banco en Trinidad? ¿Tres funcionarios atendiendo y demorar 45 minutos para avanzar un número? ¿Desde cuándo un cliente tiene que rogar para que lo acepten? No más. De los bancos privados vienen a ofrecer sus servicios.
Entonces, tranquilamente, abrí una cuenta en el BBVA y cerré las mías en el BROU.
No hay dudas de que ganaron la ineptitud y la ineficiencia. Ganó el corporativismo de la chacrita. Ganó el “igual, de acá no me mueve nadie”. Y tienen razón. Parece ser que en el BROU es así. En un banco privado no.
Y, colorín colorado, esta tragicomedia ha terminado.
Sr. Fernando Calloia, Sr. Emilio Monge, Sr. Julio Mora, Sr. Gustavo Andrada: dedíquense a cosas importantes. Justifiquen el muy buen sueldo que todos los uruguayos les pagamos haciendo su trabajo. Dejen de lado el corporativismo que solo protege a los mediocres y hunde a los eficientes.
Ing. Agr. Gabriel Noseda
Trinidad (Flores)
Canal principal del Río de la Plata
Sr. Director:
Modificación en el canal del Plata. Numerosas consultas con relación al significado de una nueva traza vinculada al canal principal del Río de la Plata permiten emitir la opinión personal sobre el análisis a la situación planteada.
Al Río de la Plata se sale o se ingresa, con buques de porte, por el pasaje entre Isla de Flores y cabecera norte del Banco Inglés, accediendo al canal principal, cuyo tramo entre este pasaje y el llamado Codillo fue dragado artificialmente por Argentina a principios del siglo XX sobre profundidades naturales que van desde 9 a 5 metros a medida que se avanza hacia el interior.
La otra forma de ingreso o salida es de o hacia el océano, navegar por el sur del Banco Inglés y procurar el codillo sobre la costa argentina.
La ventaja que tiene la entrada norte es que la navegación desde el océano se apoya a vista de costa, lo que da seguridad a la ubicación del navegante y la distancia para el arribo a puertos es más corta en el trayecto total.
La del sur se separa de la vista de costa y el trayecto es más largo.
La nueva traza planteada procura la ruta del sur, considerando que los avances del arte de la navegación, con ubicación por satélite y mayor velocidad de los buques, resuelve las anteriores dificultades que inclinaban al uso de la ruta norte.
El proceso invocado por la decisión de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina, que entiende que se tramitó como corresponde por el Tratado del Río de la Plata el planteo del proyecto al Uruguay, y que obtuvo el acuerdo de la delegación uruguaya en CARP en el año 2006, es confuso, y no asegura tal cosa.
Sin embargo, si se iniciara nuevamente el proceso de realización de obra, los tiempos previstos en el Tratado para el trámite no son significativos para un proyecto de esta magnitud, ni es probable que exista alguna dificultad de éxito en su logro, debido a que se trata de un mejoramiento de las vías navegables.
El alejamiento de la navegación hacia y desde Argentina, de las rutas próximas a la costa uruguaya, desalientan la posibilidad que desde ella se ofrezcan facilidades y servicios que permitirían obtener beneficios sociales y económicos.
Otra consecuencia sería si Argentina se desinteresa del mantenimiento del tramo entre el Codillo y la Isla de Flores, prefiriendo la nueva traza, pues para Uruguay esa ruta es necesaria para la operación de los puertos del litoral del Plata y río Uruguay, por lo que debiera unilateralmente tomar a su cargo el mantenimiento y sus costos. Este tramo del canal, más próximo a la salida o ingreso, condiciona la posibilidad de otros tramos interiores, como por ejemplo el llamado Martín García.
En resumen, no es un perjuicio de Argentina a Uruguay el proyecto. Es un perjuicio a su oportunidad de captación para oferta de servicios a cargas argentinas y otras regionales.
Lo más perjudicial es la pérdida de tiempo y desinteligencia de un planteo realizado en 2006 o antes, no valorizado en las consecuencias sobre los intereses nacionales por parte de quienes participaron en el proceso, ajustado o no, planteado en su oportunidad.
La deficiencia de actitud, desde la delegación en CARP hasta las propias autoridades en el Ministerio de Relaciones Exteriores, han dejado un muy importante vacío cuyas consecuencias sobre la actividad de nuestros puertos actuales, las posibilidades de proyectos futuros, los costos sobre exportaciones e importaciones, son de preocupante cálculo.
La ausencia de un centro coordinador de las actividades marítimas, fluviales, portuarias y demás actividades del sector, dan razón a la necesidad de actuar aceleradamente para concretar tal actitud, basada en experiencia, preparación, dedicación y no ocupar representaciones como compensación a designados como compensación política partidaria de no electos.
Yamandú Flangini
CI 645.121-3
El trabajo y los jóvenes
Sr. Director:
Llamado en el Palacio Legislativo: cierre de puertas. La Comisión Administrativa del Poder Legislativo ha efectuado un llamado público para proveer cargos de carpinteros, tapiceros, lustradores de muebles, pintores, técnicos en construcción, instaladores electricistas, diseñadores gráficos, fotógrafos, etc. En todas las bases específicas de cada uno de estos llamados se incluye como condición excluyente: “Acreditar experiencia mínima de tres años en actividades afines a las descritas mediante comprobante del Sistema Nacional de Seguridad Social u organismo equivalente”.
Esta condición excluyente excluye, inexorablemente, a un sinnúmero de estudiantes o de recién recibidos de carreras de UTU, de la Escuela de Bellas Artes y de otras instituciones que forman a jóvenes para tales oficios o profesiones. Excluye a jóvenes que sí estudian y que sí quieren trabajar en eso para lo que se han formado, pero carecen de experiencia laboral previa; excluye a jóvenes que mientras estudian —y aun recibidos— no consiguen trabajar como carpinteros, pintores y se las arreglan trabajando en lo que pueden conseguir, en la pizzería del barrio, mandaderos de farmacias, cartoneros, haciendo changas de lo que venga, siempre en negro y con salarios ridículos, mientras sueñan con la oportunidad de trabajar en eso que les gusta y para lo que se han formado. Pero las oportunidades no llegan porque, por más llamados que se hagan, las puertas siguen cerradas por la eterna e injusta cantinela de no tener experiencia laboral y aún no haber alcanzado la categoría de afiliado al BPS.
Esto ocurre en el Estado, pese a tantos y tantos discursos y promesas, y ocurre, específicamente, aquí y ahora, en el Poder Legislativo, donde tanto ruido se hace contra toda forma de discriminación, contra la falta de oportunidades, por los que consumen drogas, por los “ni, ni”, etc., etc., mientras que simultáneamente y sin ruido, cierran sus puertas a los jóvenes que no se drogan, que estudian y quieren trabajar y vivir de lo que saben porque para eso han estudiado. De nada vale reclamar que estudien si después no se les ofrece trabajo.
Si tanta desconfianza tienen en estos inexperientes, bien podrían contratarlos bajo la “condición excluyente” de un período de prueba.
Sin esperanza de que esto cambie, le saluda atte.,
Dr. José Servando Arrillaga Echeverría
CI 107.108-4
Intrusos en la costa
Sr. Director:
Cómo poseer un terreno barato en la costa. En estos días se destaca en la prensa la situación reciente de intrusos en la Costa de Oro. Es importante señalar que la misma data ya desde hace cuatro años, mediante la ocupación lenta y sostenida de terrenos por personas que declaran o ceden presuntas posesiones de terrenos. Ni viven ni tienen relación de afincamiento alguno con la zona, cuando poseer implica cuidar y mantener. Son pues “vecinos” que, durante mucho tiempo, concurrirían desde otras localidades, invierno y verano, a “velar” por una parcela de terreno aparentemente abandonada, con la inverosímil expectativa de luego reclamarla. Por supuesto, ningún vecino los ve ni conoce, porque todo ello es pura fantasía.
Los servicios jurídicos-notariales y el propio señor intendente sostienen que las ocupaciones están en regla y, en todo caso, el problema es entre particulares. Disentimos con tal visión y queremos brevemente dar nuestra opinión. La causa de toda esta situación es el decreto 73/009, especialmente la forma en que este se ha administrado.
Por dicha norma se pretendió otorgar un régimen benigno a personas que mantenían deudas impagas a fines de 2008. En la medida en que, según ciertos indicadores, mostraran niveles de ingreso y patrimonio bajos —indicadores confusos por cierto—, el decreto suspende los adeudos previos y concede una facilidad generosa para regularizar la situación. Si los tributos se mantienen al día, las deudas previas se condonan totalmente.
Aun aceptando este generoso beneficio que deben financiar los demás contribuyentes buenos pagadores, la gestión posterior de la norma, y no ésta, favoreció el movimiento concertado por “agentes” inmobiliarios y financieros que sustentan un proceso constante de ocupaciones. ¿Cómo?
1) Poco tiempo después se modificó la norma y se admitió que, a falta de documentación fehaciente, se aceptaran simples declaraciones notariales (en algunas el profesional solo hace constar una declaración de parte y deslinda su responsabilidad ¿?).
2) La tramitación se puede realizar en cualquier oficina descentralizada, usualmente lejos del lugar de los hechos, presentando documentación en mostrador y sin control alguno, ni de la integridad de la misma ni de la información financiera y patrimonial.
3) Tampoco se controla el pago de tributos nacionales como IRPF o Primaria que son obligatorios en el caso de cesiones de derechos, una de las formas utilizadas aunque no la única.
4) La posesión se hace solo sobre terrenos que mantienen deuda (faltaba más); información que se recaba fácilmente sin salvaguardia del secreto tributario, mucho más aún desde que se tercerizó la cobranza morosa en Afisa.
5) El “blanqueo” tributario no se acompaña de limitaciones temporales. Aún hoy, más de cuatro años después, la norma sigue vigente, concediendo beneficios a quienes, si realmente ocupaban desde 2008, han mostrado una suerte de “compulsión morosa” nada solidaria.
6) Incluso, lo anterior no implica obstáculo porque hoy por hoy se concede el beneficio a personas que declaran posesión posterior al 2008, es decir que ni siquiera cumplen con las condiciones objetivas que fundamentaron la generosa postura comunal a cargo de los demás contribuyentes. Por lo que no es factible exigirles a estos nuevos intrusos el pago de los adeudos suspendidos, ya que ellos no tienen vinculación objetiva alguna con esos años previos. Es decir: la suspensión no cumple ningún efecto motivacional para el pago regular a futuro.
Resumiendo: cualquier persona puede “hacerse” de un terrenito en la playa, pagar una cuota de facilidad de unos seiscientos pesos mensuales e, incluso como ya ha sucedido, ponerlo a la venta pidiendo quince, veinticinco y hasta cuarenta mil dólares. Todo esto mostrando “papeles” a su nombre (los recibos de la contribución inmobiliaria).
La Intendencia decidió no recorrer los caminos legales apropiados para recuperar las deudas atrasadas (intimación, embargo y ejecución), creó una norma que luego en los hechos aplicó de forma tal que favoreció ocupaciones sin tasa ni límite y ni siquiera aseguró recaudación a futuro (¿intimará, embargará y ejecutará alguna vez a deudores que, ahora, ni siquiera tienen “capacidad contributiva”?). A nuestro juicio, además, puede haber transgredido, por gestión u omisión, el rol de policía territorial que se le mandata por la ley 18.308.
Más podríamos agregar, en otra carta, respecto al tratamiento de las denuncias penales y municipales presentadas por los vecinos. Es muy probable que esta situación genere reclamos y juicios largos y costos al Estado uruguayo porque, en mi opinión, no es para nada un problema gestado y a resolver entre privados.
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