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Tiene 54 años y es el más joven de los postulantes a la presidencia del Frente Amplio (FA). Integra el partido Comunista del Uruguay (PCU) pero es reconocido por ser uno de los principales referentes del movimiento sindical y busca llegar a la conducción de la fuerza política para darle un “sacudón”. Juan Castillo siguió la idea del presidente de la República, José Mujica, quien dejó su sector para llegar a la Presidencia de la República; en su caso, en la actualidad busca “descomunizarse” para representar a todos los frenteamplistas. Asegura que 90% de los principales dirigentes del PIT-CNT —muchos de los cuales integran otros partidos dentro del FA— lo votarán porque es el único candidato que plantea una renovación al provenir de un movimiento social.
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En una entrevista con Búsqueda Castillo hizo énfasis en “cambiar y modernizar” al FA para que siga en el poder, y aseguró que será fundamental salir a recuperar los movimientos de masas y la militancia que la fuerza política “ha descuidado” desde que llegó al gobierno. Lo que sigue es un resumen de la entrevista que mantuvo en la mañana de ayer miércoles 25 mientras preparaba su discurso de lanzamiento de campaña.
—Miren, 35 días antes de esta nota no pensaba ser candidato a la presidencia del FA. Pero eso cambió luego de una reunión del Comité Ejecutivo del Partido. Yo estaba trabajando en el Puerto y no pude ir. Me lo comunicaron. Lo cierto es que en el PCU no estábamos dispuestos a ir otra vez acompañando a uno de los grandes bloques si no se lograba el candidato de consenso como ocurrió. Ya hemos hecho campañas con todos los demás, esta vez necesitábamos esto para la interna del Partido, para entusiasmar a los militantes...
—¿Entonces sopesaron aspectos de la interna partidaria?
—Sentimos que el estado de ánimo del PCU no era otra vez de “dador de sangre” para otro grupo. Precisamos acumular en la interna, fortalecer en la interna. El objetivo es aportar la mayor cantidad de votos posibles para el FA. Trabajamos con una meta de 200.000 votos. Estoy seguro de que voy a tener más votos que los de los comunistas, por eso estoy construyendo un discurso más frenteamplista y mas despegado de la orgánica partidaria. Esto lo sabe el PCU desde que acepté la candidatura. Algunos compañeros en la interna me dicen que hay que descomunizar a Castillo, descomunizarse, sacarlo de la interna del PCU.
—¿Y lo están haciendo?
—Sí. Además, desde que me enteré abracé la idea. No me puse a dudar como hacía antes: dudaba si ir al Senado, dudaba si ir a Diputados, dudaba si aceptar una propuesta de gestión de gobierno que me hicieron Tabaré (Vázquez) y (José) Mujica por vía orgánica. Ahora acepté con dos condiciones: deslindar mi posición orgánica en el PIT-CNT hasta el 28 de mayo y lo mismo con la orgánica del Partido, donde pedí licencia, y solicitar que transmitieran en el Partido que yo ya no era su candidato. Sé que de la interna del movimiento sindical, del núcleo de dirección, el 90% de los compañeros me vota. Tengo nombres y apellidos que no le voy a dar. Sé que el PVP (Partido por la Victoria del Pueblo) mayoritariamente me vota a mí y no lo van a proclamar públicamente. A la postre termino siendo, después de tanto discurso y declaraciones de la renovación del FA, el único que aparece fuera del ámbito político tradicional. Terminé siendo hasta el candidato más joven.
—¿Realmente se presenta para ganar o en rigor para que el PCU siga su proceso de acumulación política?
—No tengo duda. Lo reafirmo, y transmito la certeza de que estoy trabajando para ganar y estoy convencido de que tengo muchas posibilidades de ser el próximo presidente del FA. Soy optimista y mi candidatura ha caído simpática en una cantidad enorme de gente. Hago un discurso tratando de involucrar a los trabajadores, que son los grandes ausentes en la estructura del FA. No son las mujeres ni las minorías raciales y sexuales. El gran ausente son los trabajadores.
—Algunos analistas han planteado que en los hechos la presidencia del FA tiene un carácter simbólico.....
—Algunas críticas son más duras y se preguntan qué es lo que hace un presidente del FA. Fijate cuánto se habrá desdibujado el papel de la estructura política que hay gente que ya no le importa o no sabe para qué está el presidente del FA. Acá no hay que responsabilizar a Jorge Brovetto, porque es un compañero excelente y es una persona que aprecio muchísimo. Creo que, desde hace siete años y dos meses que el FA es gobierno, la fuerza política fue chupada por la gestión de gobierno. Hoy aparece el FA prácticamente pretendiendo rebajar los contenidos de la lucha social o tratando de hacer obedecer a sus militantes de que “como estamos en el gobierno, no me embromes”.
—Desde la reinstalación de la democracia todos los gobiernos tuvieron un referente en el Poder Legislativo, cuya palabra se sabía que era la opinión del gobierno o la del presidente, pero eso hoy no se ve.
—Eso es así. Pero quiero remarcar que el tercer actor que tiene más opinión es el movimiento sindical, que es el que marca muchas veces el rumbo y no lo digo de camisetero. Cada vez que se ve una noticia que no esté ligada a figuras de gobierno o de la oposición aparece el PIT-CNT. En definitiva, ocupando el espacio que debería ocupar el Frente Amplio.
—¿Y cómo es su relación con los empresarios?
—Tengo relación y vínculos. Pero además sé que soy respetado. No tienen alternativa para expresarse públicamente que confrontar conmigo. Al mismo tiempo que dan un discurso me están llamado para decirme que quisieron decir tal o cual cosa y me piden una reunión para más tarde. Y si no es así que lo desmientan ante Búsqueda. Tengo nombres y apellidos y no me duelen prendas de ir a tomar un café o juntarme con los empresarios. Del diálogo y de la búsqueda de consenso he hecho una cultura de vida en todos los ámbitos que me muevo: en el fútbol, en el carnaval, en el ámbito sindical y en la política.
—El sábado 21 durante un acto en la puerta del seccional 20 del PCU usted dijo “eso de la alternancia no nos va muy bien. Somos de la idea de que el Frente Amplio llegó para quedarse”. ¿Qué quiere decir eso? ¿Le molesta el concepto de “alternancia”?
—Se darán cuenta que no es una palabra suelta más que estamos tirando, por tanto estamos confrontando dentro del FA. Hay un par de operadores fuertes dentro de la fuerza política y dentro del gobierno que cada vez más son reiterativos y que declaran estar pensando un escenario de que podemos ser derrotados en el 2014. Por eso es lícito que lo hablemos de frente y mano. ¿O nos estamos creyendo la película de que ganamos con la heladera?
—¿Verbalizar esos conceptos es generar un clima de derrota?
—A mí me parece que se prepara un terreno que yo no quiero prepararlo, porque si yo advierto que es probable que en el 2014 pueda perder el FA lo que tengo que hacer hoy, que estoy a tiempo, es generar las condiciones para que no ocurra. Es ir a buscar a los militantes y pegar ese sacudón de las melenas en la militancia frenteamplista.