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Queremos expresar nuestra preocupación acerca de la situación que estamos experimentando en la Facultad de Veterinaria. Sentimos que es nuestro deber informar a la comunidad sobre un asunto que consideramos profundamente preocupante y que afecta tanto a los estudiantes como a la ética académica en nuestra institución.
Los estudiantes que comenzamos este año en la facultad esperábamos clases normales, como lo fue nuestro último año de bachillerato, con todas clases presenciales, pero en un entorno universitario. En cambio, nos hemos encontrado con algo completamente diferente. Los profesores, tratándose de clases teóricas (por razones lógicas, las clases prácticas son presenciales), en lugar de brindar clases en persona, han optado por utilizar grabaciones de Zoom que datan de la época de la pandemia. Se trata de las grabaciones pregrabadas realizadas durante los años 2020 y 2021, que están siendo presentadas como clases actuales, lo que nos lleva a cuestionar la integridad de la enseñanza que estamos recibiendo.
La utilización de estas grabaciones plantea una serie de problemas éticos y morales. Por un lado, los profesores continúan cobrando por horas de clase que no están impartiendo efectivamente. Esto no solo va en contra de los principios de justicia y equidad, sino que también representa un uso inapropiado de los recursos asignados para la educación. Como estudiantes y ciudadanos uruguayos, nos sentimos defraudados por esta actitud, ya que consideramos que está en juego la confianza en la educación que se nos proporciona.
Además, la falta de interacción en estas clases pregrabadas está afectando negativamente nuestra experiencia educativa. No podemos hacer preguntas en tiempo real ni interactuar con nuestros compañeros para debatir ideas. Esto está erosionando el espíritu universitario que es fundamental para el desarrollo académico y personal de los estudiantes. La educación no se trata solo de adquirir conocimientos, sino también de participar en un entorno de aprendizaje colaborativo y enriquecedor.
Es especialmente preocupante considerando la gran inversión que la sociedad hizo en la construcción de un campus modelo para la Facultad de Veterinaria. Lamentablemente, esta inversión no se ve reflejada en la actitud actual de los docentes, lo que está generando desinterés y desmotivación en los estudiantes debido a esta situación.
La falta de interacción y la ausencia de clases teóricas presenciales están afectando nuestra comprensión y nuestro compromiso con los contenidos académicos. Además, esta situación plantea preguntas importantes en un momento crucial, ya que el Parlamento está evaluando la Rendición de Cuentas y la asignación de recursos a la universidad.
Nos preguntamos si este enfoque de gestión de recursos es el adecuado. Nos cuestionamos si esta es la forma en que deseamos que se manejen los fondos que, en última instancia, provienen de la comunidad y de los ciudadanos uruguayos. La educación es una inversión en el futuro de nuestra sociedad, y creemos que merecemos una educación de calidad y ética que nos prepare de manera adecuada para los desafíos venideros.
Instamos a los docentes y las autoridades de la Facultad de Veterinaria a reconsiderar esta práctica y a buscar soluciones que respeten la ética académica y promuevan una educación de calidad. Como estudiantes comprometidos con nuestro futuro y el de nuestra comunidad, creemos que es esencial abordar este problema de manera transparente y constructiva.
