La racionalidad, anteponer la “ética de la responsabilidad” por sobre la “ética de las convicciones”, el republicanismo, son algunas de las señas que gustan resaltar los colorados. A ello suman la idea de que son el “escudo de los débiles”, una imagen acuñada durante años por el Batllismo. Pero “ese escudo, pública y notoriamente, para la inmensa mayoría de la población pasó a manos del Frente y ese es el gran problema del Partido Colorado”, señaló el politólogo Adolfo Garcé durante una actividad sobre los 180 años de los partidos fundacionales, realizada el jueves 22 de setiembre en la Facultad de Ciencias Sociales.
“Con el paso de los años nos volvimos más fríos, con un discurso técnico”, comentó el diputado y referente de Espacio Abierto, Tabaré Viera.
Fernando Amado, diputado y cabeza del sector Batllistas Orejanos, opinó que “hay una desorientación ideológica profunda” en el Partido Colorado. “Una cosa es el discurso de ser el escudo de los débiles y en la práctica no serlo”. Afirmó que entre los colorados hay algunos que tienen la idea de que lo mejor es que gane el Partido Nacional, ser parte de ese gobierno y luego prepararse para ganar la siguiente elección. “No coincido con esa idea”, dijo Amado. “El camino es la reconstrucción ideológica y ver qué querés representar”. Sostuvo que la recuperación es algo que se dará a “mediano y largo plazo”. De lo contrario, los colorados pueden terminar siendo un “apéndice de un conglomerado conservador”.
Bordaberry recordó que José Batlle y Ordóñez planteaba que el colorado era un partido “policlasista” y que no estaba de acuerdo con la lucha de clase. Eso marcó a las generaciones siguientes. Pero luego apareció el Frente Amplio que vino a decir “represento a esta clase”, dijo el legislador. De esta manera los colorados fueron “ubicados en un lugar” que no habían ocupado antes, como un partido que no defendía a los pobres.
El ex candidato presidencial explicó que hoy la política pasa por una situación especial. Citó a Zygmunt Bauman y Leonidas Donskis, quienes en el libro “Ceguera Moral” plantean que la “política en serio está en retirada”. “¿Los payasos al poder?”, se preguntaron los autores. Bordaberry dijo al respecto que hoy la política debe competir con el “infoentretenimiento”. Ahora “los políticos que se destacan son los que dominan esas reglas del entretenimiento. ¿Cuál es nuestro gran desafío hoy? Ver cómo todos esos legados, la ética de la responsabilidad, la lucha por la educación, los principios republicanos se pueden proyectar hacia adelante, en un mundo en el cual se vale más en Twitter o en Facebook (…). El nuestro es un partido racional: premisa mayor, premisa menor, colofón. Y hoy cuando empezaste con la premisa mayor la gente cambió de canal”.
El dirigente colorado resaltó el “gran acierto” de los blancos al cultivar desde “siempre” su “épica” partidaria. “El Partido Nacional se va a Masoller (donde fue asesinado el caudillo Aparicio Saravia), a Paysandú (donde mataron a Leandro Gómez) y tiene esa mística que nosotros no hemos cultivado, no hemos sabido hacer, quizás porque somos racionalistas, y no digo que ellos no lo sean, pero le agregaron esa otra cosa”, afirmó en la charla organizada por la Facultad de Ciencias Sociales.
“Nosotros tenemos que reivindicar las políticas sociales”, planteó Amorín. Sostuvo que hay “chances de crecer” porque hay “colorados que votaron al Frente Amplio que hoy se sienten engañados por el gobierno”.
Interna movida.
En las últimas semanas, la interna colorada dejó de estar marcada por la tranquilidad. Primero fueron los diputados Tabaré Viera y Ope Pasquet que presentaron un acuerdo entre sus dos agrupaciones.
También apareció el grupo de Amado, Batllistas Orejanos, con fuertes críticas a la interna y a los principales referentes. En un documento, el nuevo sector advirtió que el Partido Colorado se está “extinguiendo” porque perdió “la fuerza, la convicción, la esencia, su razón de existir”, y en los últimos 40 años estuvo del “lado equivocado de la historia”, dándole la “espalda a las mayorías” y asumiendo las posturas de una “derecha rancia y conservadora”. Hubo críticas a los ex presidentes Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle, así como a Bordaberry.
Viera también salió al ruedo en los últimos días con algunas críticas al funcionamiento de los organismos del partido y cuestionó a Bordaberry y Amorín. No vio con buenos ojos que Batlle ya lanzara a la cancha a Bordaberry como candidato a presidente en 2019 y anunciara que tiene uno propio, que no nombró pero que todo el mundo en la interna señala que es el economista Ernesto Talvi.
Germán Cardoso, secretario general colorado, valoró que haya una “gran movilidad” en la interna colorada, pero señaló que el “viaje en la política no es solitario”. “De 2014, hay que aprender. Ahí no hubo la unidad necesaria y la responsabilidad es de todos”, dijo. Su “gran apuesta” es que la población vuelva a ver a los colorados como “el escudo de los débiles y el defensor de la clase media”.
“Es bueno que se muevan y que se tengan fe y salgan a competir», dijo Bordaberry sobre los nuevos sectores. Agregó que si “el precio” para que esto ocurra es que le peguen, él lo acepta.
Amorín opinó que las “rencillas no le hacen bien al partido”. Dijo que el partido va a crecer solo si lo hacen sus “dos grandes alas”: la de Bordaberry y la Batllista, que hoy “está atomizada”.
Tabaré Viera, en tanto, escribió la semana pasada en “Opinar” que es “imprescindible darle un giro positivo a la vida partidaria”. Aseguró que hay que ponerse a trabajar “en una nueva institucionalidad” para el Partido Colorado y mejorar el “clima interno”, que en los últimos tiempos estuvo sacudido por críticas entre los dirigentes.
Por eso planteó adelantar las elecciones internas y no esperar a 2019. “Una elección interna, con primarias presidenciales en marzo de 2018, luego de una gran Convención de reforma de la Carta Orgánica, nos permitirá salir a todo el país volviendo a entusiasmar a dirigentes y adherentes, promoviendo una renovación verdadera de los órganos partidarios, muchas veces cuestionados y obligándonos a tomar decisiones que nos saquen del quietísimo que han generado algunos protagonistas”, afirmó.
La idea no tiene el respaldo del secretario general colorado. Cardoso recordó que los colorados “fueron impulsores de la reforma constitucional” que modificó el proceso electoral y siempre han “defendido cumplir lo que dice la Constitución”.
Los ex.
El papel de los ex presidentes, que marcaron la vida colorada en los últimos 50 años, está presente en los debates. Para algunos son fuente de consulta, como señaló Cardoso. Amado es el que aparece más radical: opinó que “ya fueron”. Aclaró que no es que tendrían que tener prohibido hablar, sino que “su visión acerca del Partido Colorado y del Uruguay están contaminadas por sus historias personales”.
Los dos últimos presidentes provenientes del Partido Colorado están activos aunque con perfiles diferentes. Julio María Sanguinetti participa en actividades y utiliza varios medios para dar su visión sobre la situación del país y del partido.
En una columna de opinión en “El País”, el 16 de setiembre, Sanguinetti aseguró que el Partido Colorado está “vivo en la calle”. “Por todos lados aparecen colorados y batllistas que se hacen sentir, que se identifican y reclaman definiciones. No hay duda de que existen incertidumbres pero cada vez más gente se va inclinando a la tarea del trabajo político, por lo menos a la preocupación por hacerlo. El reclamo incluye candidaturas y ello es explicable. Todo termina concretándose en el voto a personas, pero tampoco hay que poner la carreta delante de los bueyes. Lo importante es armar estructuras, agrupaciones, espacios de discusión, convocar a gente a pensar, buscar gente joven que tenga vocación política democrática y pueda encontrar en nuestro Partido una herramienta para construir”.
Sanguinetti admitió que no es una tarea sencilla cuando “no hay medios económicos”, ni “dirigentes ricos” o “sectores de interés que lo puedan sostener”.
Pero el ex presidente advirtió que hay “demasiada elucubración electoral” y los dirigentes están “enredados en temas de ingeniería”. Hay que “afirmar principios” y “plantarse claramente enfrente del oficialismo”.
Además rechazó los “negativismos inconducentes” en la interna partidaria y en especial las “descalificaciones” entre sus integrantes. “El Partido Colorado precisa de todos y no va a crecer en un clima de resentimientos”, concluyó.
Batlle, en tanto, hace recorridas y habla con dirigentes para que se formen grupos. El ex mandatario dijo que el Partido Colorado está “lindo” y por eso él está “contento y entusiasmado”. “Hay un cambio importante en el Partido Colorado”, aseguró en setiembre, durante una entrevista en “El Observador TV”.