La época para vender ovinos es antes de la encarnerada, y para ello faltan seis meses. Para pasar ese lapso con el animal, se tiene que tener una infraestructura y el personal adecuado, lo que cuesta tiempo y dinero. Por ese motivo no tiene sentido comprar un ovino en esta época del año y atravesar el verano con el animal, explicó. Y reconoció que antes se vendía más, y que de esa manera se costeaba la participación, pero que ahora el estar se financia del “propio bolsillo”.
Para Cortela, que con su cabaña ganó los premios más importantes de su raza por tres años seguidos, de todas maneras vale la pena participar en el Prado. “Yo lo tengo claro, voy con los animales que me parecen mejores para ver si puedo ganar o hacer lo mejor”. “Al competir ya se es protagonista” y “poder andar entreverado” en el evento es “importante” para la raza. “Cuanto más vayamos, mejor”, valoró.
Para esta edición del Prado, de la raza Merino Australiano se anotaron 22 animales: 10 machos y 12 hembras.
Este año parece que los criadores de esta raza “no han hecho mucha publicidad”, pero sin duda que el Prado es la “mejor vidriera” del Uruguay, y como la ARU sube los resultados de las competiciones en su página web en el mismo día que se obtienen, el evento es seguido desde distintas partes del mundo, dijo Cortela.
Desde la Patagonia hasta Australia, cada uno averigua lo que sucede en su raza, señaló. Eso supone una diferencia importante respecto a competiciones que se hacen en el interior, donde puede existir un alto nivel de genética, pero en ningún caso tiene las repercusiones del Prado, destacó.
El Prado es también una instancia para hacer “contactos”. “La gente te busca para hablar con vos, para ver dónde vas a ir, qué ganado vas a tener, alguna cosa y la otra”, describió el cabañero. Y resumió: “es un punto de encuentro”, al que está ligado la “propaganda” y el “marketing”.
De hecho, estar en el Prado es la manera “más barata” de hacer publicidad y “llegar a la gente”, siempre y cuando a los animales que se expongan les vaya “medianamente bien”, comentó.
Las perspectivas para la raza Merino Australiano en la exposición del Prado son “buenas”, lo que es “complicado” es la situación del ovino en el país, debido al abigeato y al daño que hacen en las majadas los perros salvajes. El negocio es “bueno”, pero hay un “problema” de “descuido” por parte del gobierno, valoró el cabañero. Si al productor ovejero se le diera una “oportunidad” de trabajo es “seguro” que el stock aumentaría, aseguró, pero con este panorama es “difícil”. En este contexto, la que “menos se achicó” ha sido la Merino, concluyó.
El presidente de la Sociedad de Criadores de Corriedale, Juan Echeverría, coincidió en que, para los ovinos, el Prado no es un lugar para realizar ventas porque el momento de comercializar es el otoño. En general, se terminan colocando en el entorno de 20 animales.
En esta edición del Prado se inscribieron más de 30 cabañas Corriedale, que anotaron un total de 95 ovejas : 47 machos y 48 hembras. En total, participarán 482 ovinos.
Si bien no es un evento comercialmente atractivo, es una “buena vidriera” para mostrar la raza y los avances en genética, que comenzaron en el 2000. En materia genética la raza está “muy bien posicionada” y la genética ha “ayudado mucho” para reforzar las características buscadas y los “lineamientos productivos” pretendidos para Corriedale, que tiene 80 años en Uruguay, valoró Echeverría.
El presidente de la Sociedad de Criadores de Caballos Árabes, Daniel Pastorino, dijo que este año la idea de participar es la de exhibir, ya que “nunca” resulta un “buen negocio” ir al Prado porque “no es un lugar de ventas”. Se han intentado hacer remates en el pasado, pero “nunca” han tenido “mucho éxito”, y lo mismo ha sucedido con otras razas de caballos, reconoció el empresario.
Sin embargo, estar allí es importante porque es el lugar donde se puede reflejar el esfuerzo que los productores realizan en todo el año, y se exhibe la inversión hecha en genética. “Va a haber animales muy interesante”, resumió el empresario.
Este año en particular, esta sociedad de criadores que coloca la mayoría de sus caballos para que participen de las competencias de enduro, apuntará a “fomentar” la venta de caballos sin domar de dos o tres años.
En esta edición del Prado participarán 52 caballos árabes. En total, hay anotados 304 equinos.
Jurados de calificación
El martes 15 de setiembre a las 9:00 en la pista 4 del ruedo central tendrá lugar la calificación para las razas bovinas Hereford y Polled Hereford. A esa misma hora se realizará la calificación de las razas ovinas de Corriedale , Rommey Marsh, Merino Australiano e Ideal, en las pistas 1, 2, 3 y 5 respectivamente.
Unas horas más tarde, a las 14:00, trabajarán los jurados de las razas Braford, y continuará en Hereford y Polled Hereford en la pista 2 y 4, y de Corriedale y Merino Australiano en la pista 1 y 3, respectivamente.
El miércoles 16, a las 9:00, se realizará en la pista 4 del ruedo central la de la raza Hereford y Polled Hereford. La de las razas Shorhorn y Belted Galloway se harán en el mismo horario, pero en las pistas 3 y 1. A las 10:00, en la pista 3, se realizará la calificación para los animales de la raza Limousin.
A las 13:30 en la pista 1 tendrá lugar el mismo evento para la raza Normanda. A las 14:00 la de las razas Brahman, en la pista 2, la de la raza Holando Uruguayo, en la pista 3, y la de Hereford y Polled Hereford en la pista 4. Media hora más tarde, en la pista 2, actuará el jurado de la raza Brangus.
El día siguiente, jueves 17 a las 9:00, se hará la calificación en el ruedo central de las razas Aberdeen Angus (hembras) en la pista 4. A las 14:00 tendrá lugar la de la raza Holando Uruguayo en la pista 3, y en la pista 4 la de los machos de Aberdeen Angus a la venta. A las 15, nuevamente, tendrá lugar la calificación del Aberdeen Angus (hembras) en la pista 4. El viernes 18, Criollos, Akhal Teke, SPC, y Deportivos.