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El mapa político tras las elecciones departamentales y municipales del domingo 10 dejó al Partido Nacional gobernando un amplio territorio de Uruguay. Sin embargo, pese a que los blancos tendrán 12 intendencias, es el Frente Amplio con sus seis comunas a quien más personas gobernará.
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Teniendo en cuenta los datos del último censo, las seis intendencias del Frente Amplio (Montevideo, Canelones, Rocha, Río Negro, Paysandú y Salto), representan al 67% de la población del país. En tanto, el Partido Nacional con sus intendencias (Artigas, Tacuarembó, Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja, Maldonado, Florida, Flores, Durazno, San José, Soriano y Colonia), tiene el 30%. Por último, los colorados en Rivera representan al 3% de la población.
El domingo 10 se mantuvieron los equilibrios en cuanto a la cantidad de departamentos que gobierna cada partido. Los blancos siguen con doce intendencias al igual que en 2010: perdieron Paysandú y Río Negro a manos del Frente Amplio y le quitaron a la izquierda Artigas y Maldonado. El Frente Amplio tiene seis intendencias, una más que en la elección pasada. Y los colorados perdieron Salto y ahora solo gobiernan en Rivera.
Los resultados del domingo muestran que en comparación con lo que ocurrió hace cinco años, los niveles de votación, medidos en dos grandes bloques, son muy similares. En 2010, el Frente Amplio tuvo el 42,5% de los votos, y ahora llegó al 41,9%. En tanto, en 2010, blancos y colorados sumaron 45,6% (30,7% el Partido Nacional y 14,9% el Partido Colorado). En 2015, y con la incursión del Partido de la Concertación en Montevideo —que fue la unión de blancos y colorados en la capital— la cifra es similar: 45,8%. El Partido Nacional tuvo el 24,5% de los votos, los colorados el 6,7% y la Concertación el 14,6%.
Para el Frente Amplio, Montevideo y Canelones fueron los lugares donde mejor votó, con casi 50% de los sufragios. Le siguen las otras cuatro intendencias en las que ganó: Salto (45%), Paysandú (43,8%), Rocha (43%) y Río Negro (41,3%). En contraste, la peor votación se da en Soriano (21,9%), y Flores (22,3%). Estos números, además, dejan en claro que en el interior una cosa es la elección departamental y otra la nacional. En octubre de 2014, el Frente Amplio tuvo en Soriano el 45,7% de los votos y en Flores el 33,5%.
El Partido Nacional, por su parte, superó el 50% de los votos en diez de las doce intendencias que ganó. En Flores obtuvo el 78,5% y en Treinta y Tres el 62,6%.
El Partido Colorado, en tanto, registró la peor votación de su historia en las departamentales. Obtuvo el 6,7% de los votos, esto es 152.272 hojas en todo el país. Rivera y Salto fueron los lugares donde votaron mejor. En Rivera, donde Marne Osorio volverá a gobernar, obtuvieron el 55,2% de los votos, y en Salto el 43%. Respecto a mayo de 2010, la votación en Salto fue mejor (en aquel año llegó al 41%), pero no le alcanzó a Germán Coutinho para retener la Intendencia.
A excepción de Artigas y Flores (con 11% cada uno), los colorados no superaron el 10% de los votos en el resto de los departamentos. Los porcentajes más bajos se dieron en San José (1,8%) y en Treinta y Tres (1,9%).
Concertación.
Pese a que se presentó en un solo departamento, la Concertación tuvo más votos que el Partido Colorado en todo el país: 14,6%, 329.736 votos. En Montevideo, esos votos representaron el 37,1%. En mayo de 2010, blancos y colorados sumados alcanzaron un nivel similar: 37,8%.
Esta performance del nuevo partido generó comentarios respecto a si esta experiencia se puede replicar en otros departamentos.
El director de Opinión Pública de Equipos, Ignacio Zuasnábar, dijo en Radio Uruguay el lunes 11, que la población ya hizo la concertación y que falta “salir del closet”.
“A esta altura es un hecho que el Partido Colorado y el Partido Nacional son un bloque político; son excepciones las veces que no votan juntos”, afirmó.
Para el investigador, este bloque tiene más chances para competir si se presenta en coalición. Por ejemplo, señaló que si hubiera existido la Concertación en Salto, Paysandú, Río Negro y Rocha, habría ganado.
El politólogo Adolfo Garcé escribió ayer miércoles en “El Observador”, que la Concertación “no logró convertirse en una alternativa real” al Frente Amplio. De todas formas, señaló que su “irrupción dejó un balance positivo, y las matemáticas, tan tozudas ellas, siguen mostrando que no hay otra opción para los partidos de oposición que transitar por este camino”.
Sostuvo que “sigue siendo rigurosamente cierto que la división de la oposición solo favorece el predominio del FA. Si blancos y colorados hubieran acordado construir partidos de la Concertación en otros departamentos, la izquierda hubiera obtenido, el domingo pasado, solamente tres intendencias (Montevideo, Canelones y Rocha) y no seis”.
“Muchos electores colorados votaron en Paysandú y Río Negro por los candidatos blancos. Muchos nacionalistas apoyaron a los candidatos del PC en Salto. La coordinación estratégica de los votantes colorados y blancos en elecciones tan competitivas no podía ser suficiente, y no lo fue. La división de colorados y blancos, obviamente, favoreció al FA”, concluyó.
