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Hay un punto alejado en la Ciudad Vieja que cada tanto es centro de atracción por sus propuestas, sobre todo en los últimos años. Es el Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI), que ahora inauguró una Sala de Arqueología Interactiva en el sótano. Con la dirección del museólogo y gestor argentino Facundo Almeida desde el 2011, el hermoso local de 25 de Mayo 279 y Pérez Castellanos, cobró cada vez más vida, con actividades para personas de diferentes edades e intereses. El edificio, con sus escalinatas de mármol y una imponente claraboya central del siglo XIX, fue un Centro Médico Hidro Termo Terápico, construido por Emilio Reus, que con el tiempo pasó a pertenecer al Estado.
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El MAPI es el único sitio público donde se accede a los trabajos arqueológicos que se realizan en Uruguay. Dentro de sus actividades está la obra de teatro “Tukano”, basada en un videojuego que ganó el tercer Premio Ibermuseos 2011, con funciones para escuelas; asimismo habrá una exposición sobre plantas medicinales sudamericanas, a propósito de la ley sobre el cannabis, y en octubre recibirá una muestra sobre arte popular mexicano. Otra exposición que montó el MAPI fue la de fotografías de indígenas tatuados, para la cual se convocó a un tatuador local y se reunieron 7.000 jóvenes en un solo fin de semana.
De Almeida considera que un museo tiene que ser un lugar entretenido y también exceder las paredes de su sede. Es por eso que en verano el MAPI estuvo en la playa de Montevideo, realizó un concierto con el Coro De Profundis en Punta del Este y también participó en la Feria del Libro Infantil. Ahora, la novedad es que se encuentra en la Ciudad de los Chicos en el Montevideo Shopping.
Funciona en el edificio, además, una escuela-taller de restauración para capacitación en oficios, en colaboración con programas sociales del gobierno. En este momento De Almeida trabaja para conseguir fondos con el fin de realizar la reserva técnica, esto es, un depósito de colecciones con un laboratorio que cuente con las condiciones de conservación que hoy se exigen en cuanto a temperatura, luz y seguridad. El público podrá acceder a esta información con una base de datos online.
El MAPI exhibe en vitrinas la investigación arqueológica en Uruguay. Los hallazgos arqueológicos terrestres y subacuáticos de distintas zonas del país se transmiten a través de dispositivos y recursos gráficos, como mapas y líneas del tiempo, que facilitan la lectura al visitante. El otro eje de trabajo es el proceso de investigación con sus distintas etapas, desde el acercamiento previo, pasando por la excavación propiamente dicha, hasta el trabajo posterior en el laboratorio. En este eje se encuentra la nueva sala interactiva destinada a recrear una situación de excavación, aunque se advierte al público que lo que se hace allí es un simulacro y algo que no es bueno reproducir en la realidad, para no perturbar zonas de hallazgos arqueológicos. Al ingresar a la sala, el visitante es recibido por la voz de la actriz y comunicadora Noelia Campo quien describe, en un breve video, las diferencias de la arqueología con otras disciplinas como la paleontología y la historia.
Adentrándose en el lugar, se encuentra un espacio de excavación con arena, a escala uno a uno, donde se imparten los talleres, se sacan réplicas de la arena y se las lleva a un laboratorio donde se limpian, se observan y fotografían. Quienes no quieran meter pies y manos en la arena, pueden mirar los videos cenitales sobre arqueólogos trabajando, que se activan al abrir los cajones de una mesa, con distintos títulos.
Hay una tarea previa de investigación y producción del contenido, que finalmente adquiere una modalidad de comunicación muy amigable. “Aspiramos cada vez más a que el MAPI sea una propuesta interactiva”, dijo a Búsqueda De Almeida. “Estamos convencidos de que la interacción es fundamental, que el acercamiento y la apropiación de los contenidos por parte del visitante es mucho más efectiva e intensa si se hace con la participación de la persona”.
El MAPI fue también escenario de debates. El año pasado presentó una exposición que continúa hasta hoy, sobre los hallazgos de restos óseos de megafauna en el Arroyo del Vizcaíno, cerca de Sauce, con marcas que indicarían la presencia en América de población humana anterior a lo que se creía hasta el momento. La muestra, “¿Cuándo llegamos?”, se organizó con un coloquio de opiniones, disímiles, sobre el asunto.
Por otra parte, el museo también fue foco de atención ante las acusaciones de tener piezas falsas en su acervo. De Almeida indicó que esto sucede en los museos de todo el mundo y agregó que tuvo asesoramiento del ICOM (en inglés: International Council Of Museums), el organismo que regula las normas éticas de estos centros. Finalmente, aprovechó la situación para montar otro debate con una exposición que se llamó “En beneficio de la duda”. De las seis piezas cuestionadas, el MAPI devolvió a su propietario las únicas dos con mayores probabilidades de no ser auténticas.
