Sin corbata, con los primeros dos botones de la camisa blanca desprendidos y deslizando su acento rochense, Wilfredo Rodríguez, nuevo presidente de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), dejó en claro en el discurso de asunción el martes 12, cuál será la prioridad de su gestión. Hay que poner el modo ferroviario en marcha, enfatizó.
Es que, según declaró a Búsqueda, ese fue el principal lineamiento que recibió del ministro Víctor Rossi. Aunque la reforma ferroviaria fue aprobada por decreto a fines de 2011, el gobierno no pudo en los años siguientes consolidarla, tras enfrentar la oposición del sindicato. De hecho, Servicios Logísticos Ferroviarios (SLF), la sociedad anónima estatal creada para operar los trenes de carga, cuenta apenas con cuatro funcionarios.
AFE ya había transferido el material rodante a la operadora pero, según Rodríguez, la empresa no lo pudo manejar y volvió en comodato al ente. Aunque espera que ese haya sido un paso atrás para tomar impulso, aseguró que por directiva de la ex presidenta Carmen Melo, el ente preparaba además, una reestructura que no contemplaba el nuevo modelo en el que la operación pasa a SLF.
Durante el proceso de transición, en el que estuvo más de tres meses, pidió al Directorio saliente que avanzara pero no tomara decisiones al respecto.
Si logra consolidar la empresa, luego deberá aumentar los niveles de carga para hacerla rentable. Según dice, necesitará transportar más del doble de lo que mueve hoy.
Voluntad hay y los implementos están, afirma Rodríguez, cuya experiencia en transporte es haber sido director de Tránsito de Rocha.
—¿Cómo puede afectar en su gestión la falta de experiencia en transporte?
—No todos los técnicos de los cuadros de fútbol saben jugar al fútbol, y algunos son buenos técnicos. Cuando empezamos en la Intendencia, ¿usted cree que Artigas Barrios tenía experiencia? Era lo mismo. Le hago una anécdota. En el primer período, al cuarto día iba llegando a la Intendencia, paso por donde se entregan las licencias de conducir y estaba Carlos Paéz Vilaró parado con un muchacho. Yo miraba y los funcionarios estaban sentados y no lo atendían. Me di vuelta y le pregunté si lo habían atendido. “No, no. Pero ya me van a atender”. Entré y les digo: “¿Qué pasó, muchachos?”. Me dijeron que no tenían material para plastificar. “¿Pero eso no se compra?”, les dije. “Sí, pero lleva un proceso de adquisición. Ya lo hemos escrito, van diez veces que lo pedimos”. A la vuelta había una librería. Les di $ 200 y les dije que compraran urgente el material e invité a Páez Vilaró a charlar con el intendente. Le dije: “Chueco, aguantame esto”. Así empezamos.
Acá es lo mismo. Sentido común, mucha dedicación, mucho esfuerzo, mucho tiempo. Mucho sentido común.
—¿Cuáles son los lineamientos y las prioridades que le marcó el Ministerio?
—Lo primero es poner la operadora en marcha. Hubo un intento en el que AFE le pasó todo el material rodante a la operadora. La operadora no estuvo en condiciones de hacerlo funcionar y pasó en comodato de nuevo a AFE. Eso está así hasta hoy. Nosotros pretendemos en un par de meses armar la estructura de lo que es la operadora SLF, volver a pasarle el material rodante y después que la empresa haga un llamado a funcionarios. Ahora está vacía, tiene cuatro funcionarios.
—Los funcionarios se niegan a pasar al derecho privado. Hoy se dijo en el acto de asunción que la discusión del modelo está saldada.
—Creo que ellos están convencidos de que esto que ocurrió no le sirvió a nadie. Ni a ellos ni a nadie. Están convencidos también de que el modo ferroviario no tiene marcha atrás, está fijado por ley. Entonces, me parece que lo que pretenden es no llegar lastimados. Y no van a llegar lastimados porque van a salir favorecidos en salario, en calidad de trabajo, etcétera.
Por otro lado queda AFE infraestructura, que somos nosotros. Ahí hay que meter mucha cabeza. Algunas líneas ya están cubiertas con obras: Rivera, Salto-Piedra Sola, Algorta-Fray Bentos, Río Branco casi bien, Minas está bien. Capaz que hay que hacer alguna cosita allá en Mercedes.
—Eso dentro de un nivel crítico.
Dentro del estado de gravedad están transitables. Rivera va a quedar excelente porque además va a quedar pronta para soportar 20 toneladas por eje.
Ahora estamos negociando con Obrinel, que es la terminal granelera que se está instalando en el Puerto de Montevideo. Ahí se descarga granel, eso se eleva, se pasa a la cinta transportadora y va a los silos que tienen ellos. Eso ya lo presentaron ellos, nosotros estamos de acuerdo, ellos hacen la inversión. Lo que hay que hacer es un desvío corto. Esa empresa aspira a concretar con nosotros 1,5 millones de toneladas al año. En 2013 AFE transportó 1,4 millones. El pasado 800.000, uno de los peores años.
Hoy, en ninguna de todas las mercaderías que transportamos tenemos demanda satisfecha. ¿Por qué al pasar de AFE a SLF va a funcionar todo bien? Pasa que la operadora se va a hacer de una plata que AFE no se hacía: U$S 48 millones de la Corporación Andina de Fomento que nos van a permitir comprar maquinaria.
—¿SLF ya recibió algo de los U$S 48 millones de CAF?
—No. Es sencillo: hasta que no se demuestre que funciona no se le va a dar la plata.
—Mencionó antes que pidió al Directorio saliente posponer una reestructura...
—Lo que pedimos en su momento fue que queríamos participar de ella, queríamos verla. Que se avanzara en el trabajo pero que no se avanzara en las decisiones.
—¿Esa reestructura estaba diseñada pensando en que ahora hay dos empresas en vez de una?
—No, no estaba pensada así. Ese es el tema. Estaba pensada como una reestructura de AFE tal cual está funcionando hoy.
—¿Por qué la estaban diseñando como si AFE siguiera con la operación cuando se creó a SLF para eso?
—Porque, como el modo ferroviario no se aplicaba, era lo que había.
—¿Estaban volviendo al viejo modelo?
—Sí. Volvieron y empezaron a estudiar cómo quedarse. Pero trabajaban en esa reestructura porque había una directiva de que fuera así. Si alguien les decía “pará la mano que esto no viene así”...
—¿La directiva era de la presidenta?
—Sí. Estaba todo el mundo trabajando en eso. Y están todavía. Pero nosotros ya les transmitimos que no es lo mismo AFE ahora que con la SLF.
—Revitalizar el ferrocarril se plantea desde hace años, en todos los gobiernos. ¿Cómo imagina al ferrocarril funcionando de acá a cinco años? ¿Qué es viable?
—Tengo la ilusión de llegar con todos estos proyectos de vías que hablamos recién, terminados. Eso nos va a llevar como cuatro años. Y llegar también con la SLF funcionando como una empresa prolija y rentable. Para ser rentable hay unos números por ahí que dicen que tiene que transportar alrededor de 3 millones de toneladas. Para llegar a eso tenemos que llegar al puerto, firmar un convenio con Ancap para llegar a La Teja, algún desvío en el litoral para traer los granos desde alguna planta de silos. Creo que con eso y saliendo a buscar los clientes en serio y dando respuestas en serio, comprando vagones y máquinas, estamos en condiciones de llegar a los 3 millones de toneladas.