Cuando “la gente” de América Latina entienda “exactamente” qué está pasando en Ucrania, empujará para que sus líderes la apoyen

Guillermo Draper, enviado a Kiev, Ucrania 

Desde que Estados Unidos facilitó el año pasado el sistema antiaéreo Patriot, los proyectiles y aviones no tripulados rusos son interceptados en el cielo por misiles defensivos y sus restos caen, sobre todo, en los barrios de la periferia. Pero ese lunes un misil llega casi al centro de Kiev antes de ser derribado. El episodio extraña a los locales, acostumbrados a las alarmas a cualquier hora del día —pero más que nada en la madrugada— y también a la efectividad de su defensa. Sospechan que esta vez los rusos apelaron a otro tipo de misil.

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