En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Cuando un escritor valioso y de éxito muere, es frecuente que las editoriales rasquen material de donde sea para publicar un nuevo libro, como es el presente caso, que consiste en tres conferencias sobre la escritura y el oficio de la ficción, dictadas por el norteamericano James Salter en la Universidad de Virginia. Pero estas tres conferencias lúcidas y clarísimas, alejadas de la “insufrible seguridad” y altanería conceptual que caracteriza a tantos escritores, como dice en el prólogo Antonio Muñoz Molina, hacen de El arte de la ficción (Salamandra, 2018, 110 páginas, $ 490) un libro tan breve como intenso y recomendable. Qué bueno que haya más de Salter, autor de las novelas Juego y distracción, Años luz y Todo lo que hay, la tremenda autobiografía Quemar los días y los libros de cuentos Anochecer y La última noche. Y qué bueno que a un viejo de 89 años, apenas unos meses antes de morir, le hayan dado las pelotas para preparar las conferencias, a los 89, salir de la cama y de su casa, a los 89, e ir a la universidad, saludar, leer y compartir con el público presente su visión de la literatura, a los 89.
, regenerado3
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Salter nos da una clase magistral, como si fuese un trazado impresionista, sobre Nabokov (estuvo una hora con él y su mujer, y el resumen es brillante), sobre Céline, sobre Isaac Bábel. Y va al hueso, al mismo tiempo que genera adicción por conocer más de esos escritores y sus obras.
Salter habla del envejecimiento de un matrimonio (“las losas gastadas de la vida conyugal”), que no es lo mismo que el envejecimiento de los libros. Y nos cuenta qué es escribir sin un final a la vista.
Salter nos aconseja saber seleccionar y conservar —y también enriquecer— la lengua, lo que nos sostiene, porque “tu patria es tu lengua”. Hay que tener en cuenta que en cierto momento de su vida cambió la patria de los militares (Salter fue piloto de combate en Corea) por la patria de los escritores.
Honesto como pocos, nos confiesa los fracasos literarios, las dudas y la dificultad para encender el motor: “Intento escribir con regularidad. Cada día me cuesta arrancar. Si consigo dejar una línea o unas pocas palabras que me ayuden a retomar el hilo, va un poco mejor. (…) Me he resignado a la certeza de que lo que escriba me decepcionará”.
Escribía a mano, con un bolígrafo, y se consideraba más un compositor que un novelista. Que las palabras suenen realmente bien antes de ser impresas.
Salter nos recuerda que quien se dedique a la literatura “debe escribir en lugar de vivir”, o lo que es lo mismo, debe dar mucho para recibir apenas algo a cambio.