El precio del dólar en Uruguay continuó bajando casi de continuo en los últimos días, algo que desde las mesas de operaciones de los bancos atribuyen a la “alta inflación” en la región y la consecuente suba de tasas de interés.
El precio del dólar en Uruguay continuó bajando casi de continuo en los últimos días, algo que desde las mesas de operaciones de los bancos atribuyen a la “alta inflación” en la región y la consecuente suba de tasas de interés.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl miércoles 16, la divisa se intercambió a un precio promedio de $ 43,016 entre instituciones financieras, informó el Banco Central (BCU). En lo que va de febrero el tipo de cambio solo aumentó un día –el lunes 14– y acumula una caída de 2,6%.
Una fuente del mercado consultada por Búsqueda comentó que el pasaje hacia un sesgo más contractivo en las políticas monetarias es algo que se está replicando en distintos países de América Latina y tiene un impacto sobre la moneda estadounidense. Luego del “susto del viernes” 11 por la tensión bélica entre Rusia, Ucrania y la OTAN que “pintaba para que el dólar se fortaleciera”, el precio del dólar “siguió su camino: si bien tiene fuerza por la suba de tasas” de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por su sigla en inglés) también lo están haciendo países de la región debido a la “alta inflación”. Y agregó como ejemplo que Brasil “está subiendo la tasa como loco”.
El miércoles 16 el Directorio del BCU resolvió un nuevo aumento en la tasa de interés de referencia en 75 puntos básicos, ubicándola en 7,25%; era una decisión ya anticipada tras la anterior sesión de su comité de política monetaria. Una medida similar podría tomar en mayo. El objetivo con ello es propiciar un encarecimiento del costo de financiamiento y evitar así un recalentamiento de la economía (o, dicho de otro modo, contener la inflación).
“El contexto internacional se ha caracterizado como el más inflacionario de las últimas décadas. Las nuevas restricciones de la movilidad ocasionadas por la propagación de la variante ómicron del Covid-19, la suba de costos energéticos, la escasez de insumos en numerosas cadenas productivas de suministros por el aumento de los costos de transporte y fletes, sumados a los shocks de oferta negativos en commodities, apuntalan las presiones inflacionarias globales”, analizó el BCU en su comunicado. También aludió a que el “fuerte deterioro de las condiciones financieras globales, por tensiones geopolíticas y por el eventual retiro anticipado de la política monetaria ultra-expansiva de la Reserva Federal de Estados Unidos, incidió en el freno del dinamismo observado en el último trimestre del año” como elementos de coyuntura que influyeron en su decisión.
Respecto a la situación local, señaló que la economía continúa en “la senda de reactivación”, y reconoció que la inflación (8,15% interanual) como sus expectativas continúan fuera del rango meta.
En la mañana, la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, había hecho comentarios generales respecto de estos temas, en línea con las apreciaciones que luego formuló el BCU. “Estamos viendo que hay un contexto internacional de inflación importante, que está llegando a Uruguay”, comentó en radio Carve. Y añadió: “Acá lo importante es, más allá de que coyunturalmente, por factores extraordinarios, los números aumenten, anclarse en una inflación que esté dentro del rango meta”. Sin embargo, como lo había hecho en la exposición que efectuó el martes 15 en la Torre Ejecutiva, le dio la derecha al BCU en lo que refiere a las políticas de contención de la inflación.
Con vistas al futuro, las fuentes financieras dijeron que con tasas en moneda nacional de 8% –a donde orienta la referencia del BCU– el peso “empieza a ser atractivo”, por lo que no ven que el dólar tenga un alza “importante”. Uno enfatizó: “No hay compradores de dólar”.
Por esta razón, “el gran tema” en materia cambiaria es cuál será el accionar de la autoridad monetaria ante los reclamos de sectores exportadores, preocupados por la debilidad del dólar de las últimas semanas. “Si bien son desparejos porque no favorecen a todos por igual, los precios de los commodities en términos generales son muy altos y tienen pinta de mantenerse, por lo que no creo que el BCU haga algo. Algunos van a seguir sufriendo, como el turismo”, opinó un operador.
A más largo plazo, aunque Uruguay “está de moda y bárbaro”, ese agente consideró que habrá “turbulencias” que lleven al tipo de cambio de nuevo a la franja de los $ 45 hacia finales de 2022. Mencionaron las tensiones en Europa del este; los resultados de las encuestas y elecciones en Brasil; una política monetaria aún más contractiva de la Fed; y el referéndum contra parte de la Ley de Urgente Consideración como algunos factores que podrían influir sobre la evolución de este precio en los próximos meses. En caso contrario, “si todo es perfecto, todo smooth”, el valor del dólar podría ubicarse a lo sumo entre $ 41 y $ 42, estimó esa fuente.