Sr. Director:
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá¿Qué pensaría Usted si los hospitales y las mutualistas resuelven que el personal médico, siquiátrico, sicológico y de trabajo social, deben empezar a atender a sus pacientes en un escritorio al lado del personal encargado de la recepción o de la farmacia? ¿Qué pasaría con la calidad del servicio y la vida de las personas involucradas si se eliminara absolutamente la necesaria intimidad y reserva del trato, imprescindibles para una relación ética, profesional y profundamente humana?
Con todo respeto hacia las personas que lo integran, el actual directorio del BPS en tanto colectivo, ya se ha constituido, desde hace por lo menos un año y algo más, en el peor directorio de la historia. Su gerente general, Luis Repetto, suele ser calificado como “impresentable y déspota”. El Vicepresidente, Daniel Grafigna, como “simpático y amable que no resuelve nada”. Pueden saber más o menos de algunos otros temas, pero es absolutamente cierto que de seguridad social no tienen la menor idea.
Lo más preocupante es que Repetto no ha hecho ni hace nada por aprender ni por rodearse de quienes sí saben. Parecería que para él la “empatía” no existe o es una palabra china: carece absolutamente de la “capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos”.
Entonces el BPS anda a la deriva y a los tumbos, a pesar de lo cual cumplió en la pandemia y cumple un papel decisivo en beneficio de la mayoría del país aún con la insuficiencia de muchos de sus beneficios. Ya hemos comprobado que en cuanto a la llamada Reforma de la Seguridad Social la mayoría del Directorio ha decidido renunciar a su autonomía. En lo que tiene que ver con las condiciones de trabajo de mis excompañeras y compañeros la situación es de un aumento constante de la precarización e inseguridad en el ejercicio de sus funciones, así como la falta de personal. Nadie sabe muy bien lo que tiene que hacer, ni cómo hacerlo, y mucho menos cuál es el sentido del servicio público que debe brindar.
Con todo lo grave que significa lo anterior, siempre lo peor en un servicio público –y también en el sacrosanto mundo de lo privado– es la manera en que se atiende a la gente. La gente no es un concepto abstracto ni una burbuja en el aire. Son seres humanos, varones y mujeres de todas las edades y géneros, compatriotas que tienen el derecho humano inalienable de ser atendidos como se merecen. En tiempo, en forma y con todo el respeto y afecto del mundo.
(No cometeré el atrevimiento de sustituir a la ATSS. Desde hace más de una semana se declaró en pre conflicto por “la supresión de vacantes, falta de personal y los sistemáticos recortes en la plantilla”; “las condiciones en las bases de dos llamados a concursos externos y la no contemplación del 100% de quienes están hace años cumpliendo con las tareas del organismo”; “cambios a los reglamentos de procedimiento administrativo y de licencias y la no existencia de un procedimiento que contemple la diversidad de casuísticas y realidades”; “la posible aplicación de cambios en las certificaciones médicas”; “pérdida de salario real”; “falta de herramientas e insumos como impresoras, scanners, tonners” y “contra la improvisación y directrices contradictorias en el área de la salud”).
A este último punto quiero referirme. Entre las tantas prestaciones de protección social que tiene el BPS, está el Programa de Apoyo a Madres Adolescentes y Jóvenes que tiene como “objetivo impulsar proyectos educativos” de dichas madres, “interesadas en continuar estudiando, de manera de facilitar el ingreso al mercado formal y especializado. Asimismo, se busca promover la adquisición de habilidades sociales y competencias para el aumento de su autonomía económica, física y toma de decisiones”.
Corresponde a “madres, menores de 23 años, que tengan aprobado primer año de secundaria o su equivalente en UTU”. ¿Es maravilloso, verdad? (Aunque lamentablemente se limite a residentes en Montevideo, Canelones (beneficiarias de BPS y Uruguay Crece Contigo), Maldonado, San José o Colonia (exclusivamente beneficiarias de UCC)”. No creo que pueda haber un uruguayo o uruguaya bien nacidos que estén en contra.
Actualmente las beneficiarias con sus hijos e hijas concurren cualquier día de la semana al local del BPS en Tristán Narvaja, donde un Equipo de Trabajo Social las orienta, asesora, apoya y contiene en todos los aspectos humanos y técnicos, en un lugar físico que reúne las condiciones necesarias para que la reserva y la intimidad de lo actuado estén plenamente aseguradas.
¿Qué es lo que quiere hacer el directorio? Que estas personas pasen a concurrir al edificio de Prestaciones Sociales en 18 de Julio, solamente dos días a la semana, para ser atendidas en los escritorios o cuchitriles que existen en el subsuelo, pegados a otros escritorios en los que se atiende a jubilados, jubiladas y pensionistas que solicitan acceder a distintos tipos de soluciones habitacionales (vivienda, cupos camas, etc.) y turismo social. Los otros tres días el Trabajo Social se dedicará enteramente a estos últimos beneficios.
Los representantes del Directorio dicen que esto “no cambia nada”, que “solamente van a tener que ir a otro edificio”, que lo que “se busca es fortalecer las otras prestaciones” (objetivo este que comparto plenamente). Pero en realidad lo que se cambia es la esencia y el sentido del trabajo social que solo puede alcanzarse en las condiciones de intimidad, cercanía y reserva que se contemplan ahora.
No creo que el personal afectado tenga problemas en dedicar tres de los cinco días a las otras prestaciones. Entonces –y que me disculpen ATSS y las compañeras involucradas si alguien no está de acuerdo– ¿no podría resolverse el problema de una manera intermedia? ¿No podrían trabajar tres días para las otras prestaciones en 18 de julio, y trabajar los dos días restantes para este programa tan humanitario en Tristán Narvaja, o el lugar que sea, donde sí tienen las condiciones locativas y físicas para cumplir su función con las mayores garantías para su excelencia desde el punto de vista humanitario y científico?
Presumo que los tres directores sociales no deberían discrepar con esta idea. En el directorio hay dos mujeres en representación de Cabildo Abierto y el Partido Colorado, de las que tengo buenas referencias personales, y una de ellas –Cra. Daniela Barindelli– fue y es una sensible compañera del BPS desde hace años.
Entonces las preguntas son: ¿No puede el Directorio adoptar esta resolución intermedia? ¿Pablo, desde el Ministerio de Trabajo y su Partido Independiente, no podría intervenir? ¿Quiénes integran el parlamento por Cabildo Abierto y el Partido Colorado no le darán ninguna importancia a un problema como este? ¿No hay en el oficialismo quienes lo comprendan? ¿La oposición frenteamplista no abrirá la boca?
Yo quiero creer que sí.
Adolfo Bertoni*
CI 3.289.304-5
*Ex presidente de ATSS. Cursó los dos primeros años de estudios en la vieja Escuela de Servicio Social del Uruguay.