El miércoles 18, el Foro, reunido en La Habana, emitió una declaración sobre la situación que se vive en Nicaragua desde hace meses. La reforma del sistema de pensiones que incluyó un aumento de contribuciones obreras y patronales fue el detonante para una serie de manifestaciones de la población que fueron reprimidas por el gobierno de Daniel Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. Las acciones del gobierno de Nicaragua han provocado más de 300 muertos.
En el texto se condenan las “acciones desestabilizadores, violentas y terroristas de la derecha golpista” y se asegura que las mismas acciones se toman contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
“Denunciamos los graves actos de barbarie y violación a los derechos humanos cometidos por la derecha golpista y terrorista nicaragüense con la negación del derecho a la libre circulación, destrucción y quema de viviendas y edificios públicos, secuestros, torturas y asesinatos, así como el secuestro de ciudades enteras por las hordas criminales de grupos fascistas al servicio del imperialismo norteamericano, imponiendo el terror y la muerte entre sus habitantes y en particular, entre la población sandinista”, agrega la declaración del Foro. Por esa razón es que reconoce el “legítimo derecho a la defensa” que realiza el gobierno de Ortega y respalda sus acciones. “Legítima defensa que ha pretendido ser presentada por los medios de comunicación de la derecha como masacres contra el pueblo, así como pretenden presentar como presos políticos a los delincuentes criminales y torturadores capturados por las autoridades nicaragüenses”.
El Frente Amplio envió una delegación de tres personas, encabezada por el presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales, José Bayardi. Además, concurrieron varios dirigentes del Frente Amplio invitados por la organización del Foro y el ex vicepresidente Raúl Sendic.
Miranda dijo que la declaración del Foro sobre la situación en Nicaragua es “notoriamente desequilibrada” y que “no es compartible”, ya que “no refleja lo que piensa el Frente Amplio” sobre lo que sucede en el país centroamericano.
“Es una declaración injusta, inadecuada, y en la medida que el Foro tiene representantes del Frente Amplio, quiero desmarcarnos de esa posición”, afirmó.
Miranda dijo que conversará con la delegación del Frente Amplio para saber cómo se votó esa declaración. Prefirió no adelantar si planteará este tema en la dirección de la coalición de izquierdas para que se analice si continuar o no dentro del Foro. Pero opinó que es probable que se genere una “discusión” interna sobre el contenido de la declaración.
Dolor y preocupación.
Para Miranda, la posición del Frente Amplio está reflejada en la declaración que aprobó por unanimidad el Senado el martes 17.
La declaración se emitió ante la “reiterada violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales en Nicaragua”. El Senado expresó su “enérgica condena a todos los actos de violencia y violaciones a los derechos humanos, alentando a que se proceda a identificar a los responsables a través de los procedimientos legales correspondientes”.
Exigió al gobierno de Nicaragua el “cese inmediato de la violencia contra el pueblo nicaragüense” y expresó que la “celebración de elecciones libres, justas y oportunas en un ambiente libre de miedo, intimidación, amenaza o violencia es la mejor garantía de estabilidad democrática”.
Miranda destacó la actuación de la bancada del Frente Amplio, que logró hacer aprobar esta moción y no una presentada por los partidos de la oposición que era “invotable”.
“Tengo la sensación de que había una intencionalidad política (de la oposición), sabiendo que podían generar problemas para el Frente Amplio”, dijo.
La moción presentada por la oposición, y que no tuvo los votos suficientes, condenaba la “feroz represión” en Nicaragua, expresaba su “firme condena al gobierno” de Ortega, pedía que pusiera “punto final al terrorismo de Estado” y que el presidente renunciara y convocara a nuevas elecciones.
Durante el debate del martes 17, varios legisladores del Frente Amplio expresaron su “dolor” por la situación que se vive en ese país y porque lo hecho por Ortega es un “desvío” de los “sueños” revolucionarios de fines de los 70, cuando el sandinismo derrocó al dictador Anastasio Somoza.
“Me siento muy mal”, dijo el expresidente José Mujica al fundamentar su apoyo a la declaración. Comentó que conoce gente que “dejó la vida por Nicaragua” y relató que no quiso interceder ante el papa Francisco por la situación que se vive en el país.
Mujica dijo que la revolución fue un “sueño” que ahora “se desvía”, ya que el país es gobernado por una “autocracia”.
“Entiendo que quienes ayer fueron revolucionarios perdieron el sentido (de) que en la vida hay momentos en los que hay que decir me voy”, agregó.
Mujica dijo que siente “dolor” por su envejecimiento. “Sé en demasía que el mundo no cambia por declaraciones. Quisiera tener la circunstancia de poder jugar mi suerte, por eso me siento mal, porque ya soy un viejo que estorba. El conformarse con declaraciones es como los grillos que le cantan a la luna”, concluyó.
La socialista Mónica Xavier expresó su “consternación” por la “desviación de un proceso” como el de la Revolución sandinista. Aseguró que se está ante un “régimen devenido en autocrático, personalista, que apunta a perpetuar una dinastía familiar en el gobierno”.
“No son las características de una revolución con la que nos identificamos, que generó mucha ilusión en 1979. Esto nos genera dolores”, aseguró.
Constanza Moreira (Casa Grande) dijo que le “duele Nicaragua” por el “nepotismo, el autoritarismo” con el que ha “operado el gobierno”. Expresó que el desacuerdo con el gobierno de ese país es “por izquierda”. Porque “hay desacuerdos por izquierda y por derecha”, explicó. “Me impresiona cómo por derecha se alzan voces contra Venezuela, pero nunca contra Colombia, México, Guatemala”.
Desde la oposición, Pablo Mieres (Partido Independiente) dijo que se está ante un “régimen corrupto, autoritario, violento, que todos los días dispara a matar” a la gente.
El colorado José Amorín dijo que condena al gobierno de Ortega con la “misma fuerza” que condenó la dictadura de Somoza. “Pasados los años, Ortega no es mejor que Somoza. Destrozaron las libertades en Nicaragua, destrozaron los derechos humanos. Y esta no es una visión de centro, derecha o de izquierda”.
Jorge Larrañaga (Partido Nacional) dijo que el gobierno de Ortega es “asesino”. También criticó al papa Francisco porque se “lava las manos” ante esta situación.
Además de la declaración del Senado, el lunes 16 el gobierno uruguayo se sumó a un comunicado de 13 países latinoamericanos en el que exigen al gobierno de Ortega el cese de la violencia y el desmantelamiento de los grupos paramilitares.
Información Nacional
2018-07-19T00:00:00
2018-07-19T00:00:00