El Ministerio de Trabajo promueve “vínculo más fuerte” entre el mercado laboral y la oferta educativa para disminuir el desempleo

El jerarca destacó en particular uno de los resultados del informe presentado el martes 8: la diferencia en los niveles de actividad y desempleo entre personas de ascendencia blanca o afro. Según Pérez, las distancias están “posiblemente” vinculadas a la discriminación escolar que lleva a un abandono “más rápido” del sistema educativo y un vuelco al mercado laboral con menos capacidades. Sin embargo, rescató como algo “positivo o no negativo” que no haya habido un aumento en la brecha.

Por último, respecto al efecto que tienen los sucesivos niveles de educación alcanzados sobre las variables del mercado laboral, Pérez remitió al resultado de un estudio previo realizado por investigadores de Facultad de Ciencias Económicas y Administración: para personas con hasta secundaria terminada los niveles de desempleo registrados son “similares”, y el “descenso notorio” se da recién a partir de la formación “terciaria o universitaria”.

La explicación a esto, dice Pérez, es que los jóvenes se dieron cuenta de que con “tres años más de esfuerzo y capacitación” conseguían el mismo empleo, por lo que no había “incentivos” a terminar la secundaria. Para solucionar este problema, el jerarca del gobierno apunta a generar “un vínculo más fuerte entre lo que el sistema educativo ofrece y lo que el mercado laboral demanda”, para así poder solucionar el “divorcio” entre estos dos componentes de uno de los problemas “más grandes del país”: el desempleo juvenil. “Hay que perder miedo a formarse para mercado laboral”, sintetizó.

Por su parte, el director de la consultora Advice, Federico Muttoni, estuvo de acuerdo con este análisis y agregó a modo de proyección que, además de las áreas tecnológicas y de ingeniería, algunos de los puntos a fortalecer son la formación para desarrollar tareas en industrias verdes y sostenibles como la producción agropecuaria orgánica. Allí, agregó, el sector público tiene la posibilidad de “profundizar” en la creación de empleos con estas características.

Mientras tanto, con una perspectiva más general, Muttoni aseguró que continúa una recuperación de la demanda de trabajo. “Las empresas siguen buscando, vemos un crecimiento ya de la demanda para enero”, adelantó respecto al informó que presentarán en los próximos días.

Sin embargo, advirtió que actualmente Uruguay está “en el pico” de muchos grandes proyectos de infraestructura, como la construcción de la nueva planta de UPM o del Ferrocarril Central. En este sentido, agregó, la clave será “ver si somos capaces de generar puestos” para suplantar los que se pierdan una vez finalizadas estas obras.

Informalidad

Respecto al no registro de personas empleadas, las cifras presentadas por el INE no se apartaron de lo que se conocía hasta entonces: en 2020 y 2021 se registró una baja en la tasa de informalidad. Sin embargo, las explicaciones a este fenómeno a priori contraintuitivo, no generan consenso.

Por un lado, el director de este organismo, Diego Aboal, atribuyó este descenso a que la crisis impactó más sobre los trabajadores informales que, al perder el trabajo, dejan de ser contados como tales. Sin embargo, Pérez dijo que no tienen “datos firmes” para asegurar si se trata de un proceso transitorio o definitivo. En particular, arguyó, también es posible que con la crisis sanitaria los trabajadores se dieran cuenta de que los que accedían a los distintos subsidios eran quienes estaban registrados en el Banco de Previsión Social, por lo que les “conviene” formalizarse. En cualquier caso sigue siendo un “desafío” para el país, aseguró.