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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPara evadirnos aunque sea un rato de la obsesiva pandemia que aflige al mundo entero, voy a hacerle justicia al exrey de España, Juan Carlos de Borbón, por haber reestablecido la democracia en su país y por su sostenida amistad con nuestro Uruguay.
Recuérdese que el longevo dictador español Francisco Franco había pensado “dejar todo bien atadito” para que España volviera a ser una monarquía, pero no una democracia. A tal efecto, creía haber preparado al entonces joven Juan Carlos, nieto del rey Alfonso XIII, para asumir el rey el rol de monarca autoritario, que no restituiría al pueblo español sus libertades perdidas tras la feroz Guerra Civil (1936-1939).
Pero el pan le salió torta al generalísimo, pues resultó que Juan Carlos llamó a un diálogo a todos los partidos políticos españoles sin excluir a anarquistas y comunistas ni a los falangistas que habían acompañado a Franco. De allí resultó el célebre Pacto de la Moncloa y el inmediato restablecimiento de la monarquía constitucional y democrática en España.
Y ya en 1977, a apenas dos años del fin de la tiranía franquista, entró en vigor la excelente Constitución de 1977, que no desmerece las grandes constituciones europeas de la post Guerra Mundial: la italiana de 1947 y la alemana de 1949. Desde entonces, el monarca español, al igual que la reina de Inglaterra, “reina pero no gobierna”.
Y como si ello fuera poco, la decidida acción del monarca fue decisiva para impedir el alzamiento contra las instituciones que pretendió consumar un coronel Tejero.
Por último, como si eso fuera poco, el rey Juan Carlos ha sido gran amigo del Uruguay, al que visitó por primera vez en 1983, ocasión en que reunió en la Embajada de España a los principales políticos uruguayos proscriptos por la dictadura. Fue en tal ocasión que por vez primera se oyó resonar en la vía pública el grito de “se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar”.
Y no quiero terminar esta carta sin recordar el episodio en que perdió los estribos frente a los exabruptos de Hugo Cháves contra el exjefe de gobierno español José María Aznár.
Aún recuerdo su histórico “por qué no te callas”, primera frase célebre del siglo XXI.
Mucho más podría agregar sobre este monarca, a quien tuve el gusto de conocer en Sevilla, gracias a mi inolvidable amigo Félix Sancho Gracia, conocido en nuestro país como el Gallego Félix y en España como el Curro Giménez.
Gonzalo Aguirre Ramírez