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El resultado se sabía desde el martes 9 al mediodía. La licencia del diputado Gonzalo Mujica, alejado del Frente Amplio, y el ingreso a sala de su suplente volvía a darle la mayoría parlamentaria en la cámara baja al oficialismo de cara a la interpelación al canciller Rodolfo Nin Novoa. Sin embargo, la convocatoria del diputado colorado Ope Pasquet para que el ministro explicara, ayer miércoles, la posición tomada por el gobierno frente a la situación política en Venezuela sacó a luz las discrepancias en el oficialismo.
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El Partido Comunista, molesto por el apoyo de Uruguay a que la Organización de Estados Americanos (OEA) discuta si aplicar o no la Carta Democrática a Venezuela, se opuso a respaldar al canciller. El día antes de la interpelación la bancada oficialista trabajó sobre un proyecto de moción en el que se respaldaba las actuaciones del presidente Tabaré Vázquez, evitando nombrar a Nin Novoa, y se remarcaba “la necesidad de no contribuir con el camino del aislamiento hacia Venezuela”.
Luego de idas y vueltas, el diputado comunista Gerardo Núñez aceptó que se modificara el respaldo a Vázquez y en su lugar apoyar lo hecho por “el gobierno nacional”. El martes por la tarde la moción que fue aprobada en la madrugada de hoy en Diputados ya tenía los 50 votos necesarios. El documento aprobado tiene tres puntos: el respaldo al gobierno, un llamado a las instituciones internacionales a respetar la soberanía de Venezuela y el rechazo a la actitud del secretario general de la OEA, Luis Almagro, “con su reiterado intento” de activar la Carta Democrática.
La dictadura.
La situación en el país caribeño empeora cada día. Las protestas a favor y en contra del gobierno continúan, los enfrentamientos con la Policía aumentan y ayer se confirmó la muerte 39 en los últimos 40 días.
“Es evidente que lo que hay en Venezuela es una dictadura”. Así comenzó ayer miércoles su exposición Pasquet y ese fue el tono durante la hora en que hizo uso de la palabra. “Un régimen donde se violan sistemáticamente los derechos humanos, presos políticos, crisis económica de notorios efectos sociales y falta de independencia de los poderes”.
El colorado insistió en que “la única salida no puede ser otra que una elección general” y pidió al canciller saber “cómo califica el Poder Ejecutivo la situación en Venezuela”.
El WhatsApp de Delsy.
Sobre las 11:30 horas tomó la palabra el canciller. Al comienzo habló del “dolor” y “sufrimiento” por la situación que vive el pueblo venezolano, “pero es un árbol en la política exterior del país”. Repasó los hechos en Venezuela, la elección de Nicolás Maduro en 2013, la escasez y la muerte de 43 personas por las protestas en 2014, la victoria parlamentaria de la oposición en 2015 y la “parálisis institucional” a partir de 2016; acompañado de los comunicados que respaldó Uruguay en Mercosur, Unasur y OEA promoviendo “la independencia de los estados” y “el diálogo como solución”.
Luego respondió cinco preguntas hechas por Pasquet y anunció que el pasado martes 2 recibió un WhatsApp de su par venezolana Delcy Rodríguez en el que lo consultaba sobre si Uruguay estaba dispuesto a acompañar un espacio de diálogo con la oposición. El canciller consultó al presidente Vázquez y respondieron que sí. “Debemos dejar de lado alguna ofensa para sacar adelante al pueblo venezolano”, dijo.
El Salvador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, República Dominicana junto a Uruguay aceptaron acompañar el diálogo en Venezuela, según publicó Rodríguez el martes 9. Nin fue categórico al decir que Uruguay “no va a echar a Venezuela, porque la historia demuestra que cuando se aisló a un país nunca se obtuvo el efecto que se quería” e insistió una y otra vez en el camino del diálogo.
Después de las intervenciones iniciales de Pasquet y Nin, comenzó un debate que duró horas y en el que interpelado e interpelante tuvieron un rol menor al habitual.
El blanco Jaime Trobo planteó un escenario opuesto. Para él, hay “tiranos que desgobiernan Venezuela” y advirtió que “se puede ser parte de otras patrañas” de Maduro. Se preguntó cuáles son los intereses que impiden al gobierno “llamar a las cosas por su nombre”. Y afirmó que “Uruguay no tendrá espíritu sancionatorio, pero todavía no se secó la firma con que se vetó a Paraguay para meter por la ventana a Venezuela”.
Daniel Caggiani, del Movimiento de Participación Popular, retrucó que “violaciones a los derechos humanos pasan en todos los países”, aunque “Venezuela y Cuba son temas que los que financian fundaciones tienen que marcar”. “Al gobierno lo eligió el pueblo y lo saca el pueblo, no lo sacamos nosotros desde acá”, dijo.
El debate se monopolizó en un fuego cruzado entre Trobo y Caggiani para ver quién defendía más causas de derechos humanos. Y por último, Trobo dijo: “El ministro está siendo rehén de la asociación política con la mafia de Maduro”. El canciller salió al cruce enseguida. “Yo no soy rehén de ninguna expresión política de mi partido. Yo con mi partido discuto”.
La derrota.
El comunista Núñez evitó mostrar sus diferencias internas y atacó a la OEA, “encabezada por Almagro”, por estar “al servicio de Estados Unidos”, y a la oposición por “proteger un proceso de desestabilización”.
El socialista Gonzalo Civila fue más allá y acusó a la oposición de “querer explotar las contradicciones del Frente Amplio”. “La interpelación no fue al ministro sino su fuerza política”, agregó.
Por último, Pasquet retomó la palabra para insistir en que los hechos “prueban que hay una dictadura”. Afirmó que el Frente Amplio dice que hay democracia “por una cuestión de dogma”, pero que “nadie desmiente” sus acusaciones.