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El índice de masa corporal (IMC) calcula el peso en kilogramos y la talla en centímetros de una persona y sirve, entre otras cosas, para evaluar su estado nutricional. Segu´n el sexo y la edad de la persona se puede determinar si se encuentra en una situación normal o presenta algún tipo de déficit, sobrepeso u obesidad.
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Gracias a esas deducciones, el índice permitió al Instituto de Economía del Uruguay conocer los efectos que el estado nutricional de un niño tiene sobre su rendimiento académico. En base a las medidas de talla y peso relevadas a un grupo de alumnos en tres ocasiones distintas de sus vidas (desde los 6 a los 14 años de edad), los investigadores concluyeron que el déficit de masa corporal es un “fuerte predictor de la repetición”.
En un informe denominado “Desempeños en salud y desarrollo en la infancia y trayectorias educativas de los adolescentes en Uruguay. Un estudio en base a datos de panel”, tres profesores del Instituto de Economía buscaron analizar las “altas tasas” de abandono escolar y repetición en enseñanza media. Hicieron énfasis en la trayectoria nutricional y el desarrollo de la personalidad de los alumnos, dos elementos cuyo impacto sobre el desempeño escolar de los adolescentes “ha sido escasamente estudiado en el caso uruguayo”.
Para ello evaluaron información antropométrica (peso y talla) y no cognitiva tomada a 3.200 niños en tres “olas”: 2004, cuando cursaban primer año de primaria; 2006, cuando tenían entre 8 y 9 años, y 2011/12, cuando tenían entre 13 y 14 años y la mayoría cursaba segundo an~o de ensen~anza media.
“Los principales resultados encontrados indican que el déficit de masa corporal, la educación de la madre y el ingreso del hogar son fuertes predictores de la repetición”, sostiene el informe. Agrega que los efectos de esos tres indicadores “fueron significativos y alertan sobre la multiplicidad de aspectos a considerar”. También advierte que un mal desempeño en las habilidades no cognitivas “se correlaciona fuertemente con la probabilidad de haber experimentado un episodio de repetición”.
Para los investigadores los resultados sugieren que el problema de repetición y abandono debe ser atacado mediante intervenciones públicas desde la primera infancia, “desplegando acciones que refieren a un conjunto amplio de dimensiones de la salud y el desarrollo infantil y no exclusivamente en las etapas vitales en las que el fenómeno se manifiesta”.
Difícilmente revierten.
Según la investigación, los niños que presentaban déficit nutricionales en la primera ola, cuando estaban en primer año de primaria, “difícilmente revierten esta situación y la misma se asocia a peores desempeños educativos, de forma directa en la repetición y de manera indirecta sobre el abandono escolar”.
Respecto a la educación de la madre, el efecto “es el esperado: a mayor educación, menor la probabilidad de repetir”. El informe resalta la importancia de ciertas prácticas de crianza en la primera infancia. Por ejemplo, si cuando el niño tenía entre 6 y 7 años los padres destinaban tiempo a leerles o contarles un cuento, “la probabilidad de tener algún evento de repetición se reduce entre 5% y 8%”.
En cuanto al ingreso del hogar, “la probabilidad de repetir disminuye entre 0,1 y 0,2 puntos por cada 1.000 pesos adicionales”.
Además de medidas antropométricas, las características del hogar y la educación de los padres, el estudio se basa en un instrumento denominado Cuestionario de Fortalezas y Dificultades (SDQ por sus siglas en inglés), elaborado por el profesor británico Robert Goodman y que permite medir el desarrollo socioemocional y las habilidades no cognitivas de los estudiantes. El cuestionario mide cinco ítems: síntomas emocionales, que incluyen la preocupación excesiva del adolescente o su negativa persistente a asistir a la escuela; problemas de conducta, que abarcan la desobediencia, la mentira y la agresión; hiperactividad, asociada a los déficit de atención; problemas con los pares, y componentes prosociales, que se dan cuando el adolescente tiene sentimientos hacia otra persona y ofrece ayuda.
“Los distintos componentes del SDQ presentan una fuerte asociación con la repetición”, indica la investigación. “Las estimaciones muestran que son significativos los coeficientes que identifican una situación anormal en los SDQ asociados a problemas de conducta o hiperactividad, generando incrementos de algo más del 10% en la probabilidad de repetir”.
Añade que si el nin~o recibio´ atencio´n psicolo´gica de pequen~o su probabilidad de repetir es mayor (“en torno al 5%”), lo cual puede deberse tanto a que “los nin~os que presentan problemas de aprendizaje o conducta son muchas veces derivados desde las escuelas para recibir atencio´n psicolo´gica, como a que quienes reciben ese tipo de atencio´n, pueden tener problemas tambie´n de rendimiento”.
Diferenciado entre sexos, el cuestionario muestra que los varones con problemas de conducta tienen una probabilidad más alta de repetir (cercana al 20%), que alcanza al 30% cuando las estimaciones se realizan para el área metropolitana.
Madres y abandono.
Además del análisis de la repetición, el informe también se enfoca en el abandono escolar y las posibles causas que lo producen. Sostiene que está influido por la repetición debido al “efecto acumulativo” que tienen los fracasos escolares, al punto de que cuando el número de episodios de repeticio´n se incrementa, la probabilidad de abandonar aumenta ma´s del 50%.
Sin embargo, las causas que generan la repetición difieren de las del abandono, especialmente las relacionadas con la nutrición. “Lo primero que cabe consignar es que el déficit nutricional observado en períodos previos no genera efectos directos sobre el abandono del sistema educativo”, explica el análisis. La educación de la madre, el ingreso del hogar y ciertos desarrollos de la personalidad son las variables que más inciden sobre el abandono.
En el primer caso, los alumnos cuyas madres alcanzaron educación terciaria tienen entre un 5% y 10% menos de probabilidades de abandonar el sistema educativo respecto a aquellos cuyas madres alcanzaron menos que educación secundaria.
En el último caso, mientras que los problemas de conducta y la hiperactividad se encuentran asociados a la repetición escolar, los problemas de relacionamiento con sus pares son los que se vinculan con el abandono del sistema educativo.
