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La investigación por los negocios irregulares del Cambio Nelson terminó con varios procesados —entre ellos su propietario Francisco Sanabria, ex dirigente colorado—, pero dejó en suspenso la situación de Humberto Capote, contador externo de la empresa y presidente del Banco Central durante la segunda administración del colorado Julio María Sanguinetti.
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El fiscal Rodrigo Morosoli había pedido el procesamiento con prisión de Capote, a quien responsabilizó de presentar ante el Banco Central una “exposición notoriamente distorsionada de la operativa real” del cambio. Pero el juez Marcelo Souto consideró que las pruebas contra Capote no eran concluyentes y decidió solicitar una pericia a un contador del Instituto Técnico Forense para resolver el futuro del profesional.
El martes 9 el perito presentó los resultados de su estudio, que en general deslindan de responsabilidad a Capote. No obstante, el contenido del análisis no satisfizo a la Fiscalía, que presentará un escrito impugnando el informe.
“Tengo la responsabilidad de señalar las discrepancias de la Fiscalía con el contenido de la pericia, y los errores y falencias que contiene”, dijo a Búsqueda el fiscal Morosoli. “Hay discrepancias tanto con la forma como con el fondo de la pericia”, precisó.
Por un lado Morosoli cuestionó que el informe contenga “apreciaciones de índole personal”, que a su juicio “no corresponden” y le “quitan objetividad” a sus conclusiones.
Por ejemplo, el contador realiza cuestionamientos a la actuación del Banco Central por haber sido omiso en los controles necesarios para detectar la situación irregular. El perito criticó que “recién” con el cierre del cambio el banco se “desayunara” de las operativas que realizaba la casa cambiaria.
“Llama mucho la atención ese tipo de apreciaciones”, sostuvo Morosoli y consideró que están “fuera de lugar”. Además, “exceden lo solicitado por el juez”, afirmó.
El informe del Banco Central fue contundente en cuanto a la responsabilidad de Capote y consistió en una de las pruebas claves de la Fiscalía.
El juez había solicitado al contador que realizara una pericia del sistema contable del cambio, a los efectos de que informe, entre otras cosas, si el ingreso de la informacio´n al sistema contable lo haci´a Capote o si “dicha informacio´n se ingresaba al mo´dulo contable por importacio´n automa´tica de otro mo´dulo”.
Según informó el fiscal a Búsqueda, de los 11 puntos que el juez pidió analizar, el contador solo se expidió sobre dos y pidió prórroga para estudiar otros dos temas. Sobre el resto de las consultas no se expidió.
Pero además, el resultado de la pericia hasta el momento no aporta elementos nuevos, aseguró Morosoli. Entre otras cosas, el contador concluyó que Capote no tenía la posibilidad de ingresar al sistema de gestión del cambio, un dato que para la Fiscalía no es relevante, explicó.
Es que la Fiscalía argumentó que Capote era el responsable de confeccionar, ordenar y presentar la información ante el Banco Central, lo que no es rebatido por el hecho de que no pudiera operar el sistema de gestión, sostuvo.
Por otra parte, la Fiscalía indicó en su pedido de procesamiento que Capote visitaba con regularidad el cambio y tenía permanentes contactos con Sanabria y los contadores de la empresa, por lo cual se presume que no podía desconocer los negocios que realizaban fuera de la ley.
Por su parte, el juez Souto no quiso adelantar su valoración sobre la pericia, pero informó a Búsqueda que el resultado no lo “habilita aún a resolver la situación de Capote”. Dijo también que en los próximos días resolverá sobre la apelación que la Fiscalía presentó en abril contra su decisión de pedir más pruebas antes de definir la situación del ex presidente del Banco Central. Si Souto no revierte su decisión respecto a Capote, el recurso se elevará a un Tribunal de Apelaciones.
Operativa.
De acuerdo a las conclusiones de la Justicia, el Cambio Nelson, además de la operativa natural de una casa de cambio, recibía fondos de clientes “que eran mantenidos en la institución para ser posteriormente aplicados en el pago de gastos de los depositantes, funcionando como una suerte de ‘cuenta corriente’, en contravención con la reglamentación vigente para las casas de cambio”.
En casos de clientes que dejaban depósitos por elevados montos, el cambio pagaba un interés superior al brindado en plaza por las entidades financieras. Esta actividad se desarrollaba desde fines de los años 90.
Por otra parte, la investigación comprobó que Francisco Sanabria utilizaba el cambio “como un medio para captar capital a través de los depósitos de su clientela, el que posteriormente era desviado hacia las cuentas de sus sociedades comerciales”.
Por esas actividades fueron procesados con prisión Sanabria, el gerente general del cambio, Nelson Calvette, y la contadora Soledad Ubilla; la contadora Beatriz Silva fue procesada sin prisión.