En tanto, el jefe de la Asesoría Macroeconómica del MEF, Andrés Masoller, dijo el martes 16 a radio Uruguay que la rebaja y congelación de precios “va a ser exitosa” y que se espera que el registro del índice de Precios al Consumo (IPC) a diciembre “sea lo más cercano posible al 7%”.
“Lo importante es tener en los próximos meses una inflación baja, o inclusive nula”, señaló. Y agregó: “Estos acuerdos pueden ayudar a quebrar la inercia inflacionaria que estamos viendo en estos últimos meses”.
Colaboración
Con el dato del IPC de setiembre (1,21%) publicado el martes 2 en sus manos, el titular del MEF, Fernando Lorenzo, y Masoller se reunieron el jueves 4 con los representantes de la ASU para conocer de qué manera podían “colaborar” los supermercados en mantener relativamente controlada la inflación en los últimos meses del año, relataron a Búsqueda fuentes que participaron en el encuentro.
La reunión trascendió el sábado 13, cuando “El País” informó al respecto, aunque manejó un número más acotado de productos abarcados en el acuerdo.
Los privados escucharon el planteo y expresaron la intención de coordinar acciones entre las cadenas (Disco, Devoto, Gèant, Tienda Inglesa, Macromercado, Multiahorro, Ta-ta, Frigo y El Dorado), siempre y cuando también cooperaran proveedores mayoristas e importadores, agregaron.
Según los informantes, los empresarios indicaron que las grandes superficies “no son formadoras de precio” y dejaron por escrito estadísticas sobre la importancia del sector, el empleo que generan, la evolución de los costos —en particular de los salarios— y la carga impositiva que soportan, contextualizando la realidad que enfrentan.
Los jerarcas del gobierno recordaron durante la reunión el impacto en la inflación que logró en 2009 una medida similar, señalaron.
En febrero de ese año se rebajó 10% una lista de 144 productos de la canasta básica por 60 días, junto a otras acciones. En ese mes el IPC disminuyó 0,27%, aumentó 0,77% en marzo y en abril tuvo una variación prácticamente nula (0,04%).
Luego de la conversación con Lorenzo y Masoller, los supermercadistas mantuvieron contactos con proveedores y mayoristas.
Un congelamiento de los precios de unos 10.000 artículos (casi la totalidad de los que están en las góndolas) se implementó desde el viernes 12 y se extenderá hasta el 31 de diciembre, informó Vieites. La medida se aplica en cerca de 200 bocas de venta, incluyendo las grandes cadenas y pequeños supermercados agremiados en la ASU.
Asimismo se vienen definiendo unos 200 artículos que desde el próximo sábado rebajarán su precio 10%, y también hasta fin de año. Son de “consumo masivo” de las familias y varios figuran en el cuadro adjunto.
Los productos alcanzados en el acuerdo tienen un peso cercano a 35% en el IPC que releva el Instituto Nacional de Estadística, calculó Búsqueda.
El presidente de la Cámara de Industrias, Washington Burgui, declaró a Búsqueda que el sector no fue consultado por las autoridades gubernamentales y se quejó por eso. A su entender, “así se deja al más fuerte (aludiendo a los supermercados) negociar con pequeñas y medianas empresas”.
Aseguró que el sector fabril va a “colaborar” con “no aumentar” los precios e incluso “haciendo parte del descuento” que se hará a una canasta de artículos.
En línea con el planteo de otros empresarios, dijo que el gobierno debe compartir los costos del combate a la inflación: “Nosotros no rompimos los platos”.
Carne y vegetales.
Desde ayer miércoles 17 rige una rebaja en el precio de la carne vacuna, también a instancias de una gestión gubernamental.
La preocupación por lograr un abaratamiento de ese producto al público fue transmitida por el presidente del Instituto Nacional de Carnes (Inac), Alfredo Fratti, a directivos de la Asociación de la Industria Frigorífica y de la Cámara de la Industria Frigorífica.
El planteo, efectuado en momentos de valorización del ganado en el mercado local, no cayó bien, dijeron a Búsqueda empresarios del sector. Cuestionaron que los costos internos del país se le fueron de las manos, principalmente los salarios.
“Si están preocupados por los precios que presten más atención al llamativo incremento del valor del pollo y de las verduras”, se quejaron. Un empresario del sector frigorífico dijo que el precio promedio de exportación del pollo es de U$S 1,8 por kilo, según los registros del Inac, y en el mercado interno es de unos U$S 4 por kilo.
En un comunicado, el Inac informó el martes 16 que los frigoríficos bajarían el precio de la media res y que la reducción sería de “un 30% en el monto incrementado la semana pasada por parte de algunas industrias”.
En los hechos, el precio baja $ 1 por kilo, dijo a Búsqueda el vicepresidente de la Unión de Vendedores de Carne, Hebert Falero.
Apuntó que con esta medida la “señal” que se da es que la carne “no va a subir hasta fin de año”.
Los jerarcas del MEF prevén recibir a delegados de la industria frigorífica la semana próxima.
En tanto, en el rubro de vegetales, factores climáticos afectaron la oferta de frutas y verduras, lo que hizo subir sus precios. Según un reporte del Mercado Modelo, los incrementos la semana pasada respecto a la anterior fueron de 40% en el morrón, 4% la cebolla, 35% el tomate, 33% la zanahoria y 27% el zapallito.
En las frutas hubo subas en precios de la frutilla (38%), el kiwi (9%) y la manzana (2,2%).
“Un bomberito”
Vieites consideró que con las medidas sobre los precios que toman las cadenas supermercadistas el gobierno apela a un “recurso de corto plazo” ya que “no es algo que pueda mantenerse en el tiempo”.
Opinó que para llegar a una solución de mediano plazo “habría que determinar realmente cuáles son las causas” del aumento generalizado de los precios minoristas.
Dijo que a diferencia del 2009, cuando se pusieron en marcha acuerdos similares, ahora está claro que “para la inmensa mayoría de la economía no hay brecha que permita seguir aumentando los salarios sin considerar la productividad y sin que eso repercuta en el IPC”.
Vieites informó que en el año móvil a setiembre las ventas de los supermercados aumentaron 1,3%. “El consumo es positivo pero mínimamente, y venimos con una pérdida de productividad impresionante, de más de 10%”, señaló.
La ASU estima que con el congelamiento y la rebaja de los precios de una canasta de artículos de consumo básico el sector tendrá un costo “muy cercano al 3% de la facturación”. Son unos U$S 60 millones.
Agregó que “no hay moneda de cambio” por el costo que asumen las cadenas.
“Es una pérdida (de facturación) importante, pero más importante puede llegar a ser si el gobierno no logra enfriar la inflación”, señaló Vieites. Razonó que “si no se logra controlar la inflación” se afectarán los ingresos de los hogares y “el consumo se resentiría”.
Igualmente, el titular de la ASU afirmó: “Somos un bomberito, un matafuego, por dos meses y medio podemos hacer en acuerdo con los proveedores que la inflación ceda, pero hay que buscar los fundamentos de una inflación tan elevada”.
En esa línea, se refirió al incremento del déficit fiscal y de los “salarios sin productividad a cambio”.
Con una visión más crítica, un directivo de una cadena de supermercados dijo a Búsqueda que estos comercios tienen “mala fama, pero son los que más ocupan gente y siempre se les piden los favores cuando hay que arreglar los problemas”.
“Después nos combaten las expansiones (de superficies) que ocupan miles de personas, pagamos los impuestos hasta el último centavo, somos verdaderas oficinas de la DGI, somos los que impulsan la factura electrónica, somos los primeros en usar la tarjeta de débito ‘Afam’ y hacemos inversiones millonarias en tecnología”, enumeró la fuente. “Nos deben bastante”, dijo, y reclamó un “alivio en el costo administrativo y fiscal de funcionamiento” para las cadenas.
En tanto, el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu) señaló que no puede acompañar el alivio de precios de los supermercados porque “no tienen margen”, señaló en “El País” del lunes 15 el presidente de honor, Mario Menéndez. “La realidad es que los pequeños comerciantes la empatan con suerte todos los meses y los supermercados tienen una isla de pérdidas en un mar de ganancias”, añadió.
Vieites dijo a Búsqueda que Cambadu “ha tenido una actitud mezquina, avara, solo espera recibir del Estado leyes o resoluciones que los beneficien”. Se refirió a la ley de grandes superficies que “limita el desarrollo del supermercadismo”, entre otras.