Ya en la bienvenida oficial al evento, el lunes 8, el ministro de Defensa de Uruguay, Eleuterio Fernández Huidobro, pronunció un discurso en el cual arremetió contra el “modelo” de “consumismo y despilfarro”, contra el Producto Bruto Interno —que es un “fraude” porque, por ejemplo, no mide la “felicidad”—, y contra los gastos que realizan los países en —precisamente— defensa. Pero también aludió a Estados Unidos en más de un pasaje: “Una buena parte del sistema financiero” incurre en “robos, rapiñas y estafas”, y “ha hecho estragos hasta en los países más ricos del mundo y especialmente en sus poblaciones”, remarcó e incluso cuestionó que esos banqueros estén “increíblemente” libres.
El ministro de Defensa Leon Panetta y la delegación estadounidense, integrada además por el subsecretario adjunto de Defensa para el Hemisferio Sur, Frank Mora, el jefe del Comando Sur, general Douglas Fraser, y la embajadora Julyssa Reynoso —entre otros— escuchaban con seriedad la traducción simultánea del discurso. Minutos antes, en una reunión en la cual también había participado Fernández Huidobro, Panetta le había entregado a Mujica su propuesta de acuerdo de cooperación en Defensa. La reunión, que incluyó al canciller Luis Almagro, al vicecanciller Roberto Conde, y al viceministro de Defensa, Jorge Menéndez, no fue más que protocolar, relataron fuentes que consultó Búsqueda.
Varias horas después, Menéndez protagonizó una conferencia de prensa durante la cual anunció todo lo que consideró de relevancia en esa, la primera jornada oficial de la conferencia, y sobre el encuentro con Panetta contestó: “Fue una reunión enmarcada en las relaciones bilaterales. Se tocaron temas referidos a la defensa y otros de carácter comercial que tiene en agenda nuestro país con Estados Unidos”.
Y 24 horas más tarde, al inicio de una nueva aparición pública, el jerarca explicó: “Debo decirles, no les informé ayer, fue algo que se me pasó, tampoco ustedes me lo preguntaron: ayer nosotros recibimos en la reunión bilateral —debo informarlo en honor a la verdad de las cosas y de la información, porque creo que tiene interés periodístico— de parte del ministro de Defensa de los Estados Unidos, un proyecto de nuevo acuerdo de cooperación de defensa, que personalmente no lo he leído, creo que el ministro tampoco, está en carpeta, estamos dedicados a otra cosa, este tema lo vamos a tratar después de la conferencia”.
De inmediato Menéndez, principal responsable de la organización de la conferencia, consideró que Uruguay tiene “interés” por renovar su viejo acuerdo de cooperación con Estados Unidos de 1952, pero advirtió que la intención gubernamental es “firmar acuerdos entre iguales”.
“Es muy difícil —aclaró enseguida— ser iguales con un país tan grande, pero desde el punto de vista conceptual y en lo que tiene que ver con obligaciones y acuerdos ese es nuestro criterio”.
En la rueda de prensa final de la Conferencia, este miércoles, Fernández Huidobro descalificó el actual acuerdo de cooperación en defensa con Estados Unidos porque, además de que es “antiquísimo”, una “pieza de museo”, fue creado en una época en que “Uruguay estaba total y absolutamente alineado” con esa potencia. Más aún, “Uruguay estaba en las huestes” de Estados Unidos, criticó el ministro.
“Somos una familia”.
Mujica entró cansado al salón donde estaban todas las delegaciones el lunes 8. Comentó en su entorno que tenía mucho sueño porque se había quedado hasta tarde en la madrugada, observando la cobertura televisiva de las elecciones venezolanas en las cuales fue otra vez reelecto Hugo Chávez.
Su discurso fue breve. Ironizó con que se deban hacer reuniones de ministros de Defensa para preocuparse por la paz y subrayó: “La gran guerra que tenemos es con la desigualdad y la pobreza”.
Panetta sonrió cuando el presidente, al final de su discurso, aludió a su pasado guerrillero. “Nunca pensé en mi vida verme en el trance de tener que contribuir e inaugurar un encuentro de este tipo. Pero cosas veredes, Sancho...”, comentó Mujica. Pocos minutos después se fue, y comenzó una sesión plenaria de la Conferencia.
A su turno, el secretario de Defensa estadounidense pronunció un discurso que mantuvo con exactitud la línea del documento que había divulgado horas antes con el título “La Política de Defensa para el Hemisferio Occidental”.
“El Departamento de Defensa procura ser el socio predilecto y un posibilitador clave de la férrea cooperación regional en materia de defensa. (...) La clave para alcanzar los objetivos de seguridad tanto de los Estados Unidos como de nuestros socios es un liderazgo férreo, constructivo y considerado. Los Estados Unidos defenderán y promoverán sus intereses estratégicos en todo el hemisferio con arreglo a los marcos jurídicos, de conformidad con nuestros valores nacionales y con respeto a los valores de nuestros socios. Apoyaremos a los países que afirmen su liderazgo y asuman la responsabilidad de velar por los intereses comunes. Alentaremos a otros países a seguir su ejemplo”, se indica en el documento.
En su discurso, Panetta elogió la “mejora” en la colaboración en defensa en el hemisferio. “Nuestro interés es trabajar con ustedes, no contra ustedes”, aseguró y, en español, remató su discurso: “Somos una familia de naciones, hoy y siempre!”. Esa misma mañana, el diario “El País” publicó una columna firmada por la embajadora Reynoso. “Los Estados Unidos se congratulan de tener la oportunidad de construir con Uruguay una relación de defensa basada en la mutua confianza y el respeto, avanzada en los últimos años durante los Diálogos Estratégicos. Más allá de que cada país tenga sus perspectivas para enfrentar los desafíos que enfrenta el hemisferio en el área de la defensa”, escribió la jefa diplomática estadounidense, en el artículo cuyo título fue “Ocasión histórica en el área de defensa”.
Precisamente Reynoso fue la anfitriona de una recepción que el gobierno de Estados Unidos realizó en el hotel Mantra —donde se hospedó su delegación— solo para autoridades uruguayas y mandos militares. Fernández Huidobro no concurrió pero en su representación fue Menéndez, quien llegó tarde por —explicó— demoras en el tratamiento de asuntos de la Conferencia.
“Completamente anacrónico”.
En el evento, también el subsecretario de Relaciones Exteriores, Roberto Conde, explicitó diferencias con Estados Unidos, en particular con dos asuntos. Conde se encargó de efectuar la primera exposición de Uruguay en la Conferencia. En su discurso, reafirmó el apoyo del gobierno de Mujica al reclamo argentino de soberanía de las islas Malvinas (Falklands en inglés): “Nos consta que hay algunos países muy importantes en el mundo internacional que ya desde larga data no acompañan este tipo de declaración. Nosotros nos permitimos insistir no con el ánimo de confrontar, sino con el ánimo de reivindicar la importancia que tiene para nosotros en la América del Sur, y para los países ribereños del Atlántico Sur, que esta zona del mundo sea declarada zona de paz y cooperación y libre de armamento nuclear”
También cuestionó al “completamente anacrónico” sistema de defensa interamericano. La existencia misma de la Junta Interamericana de Defensa (JID) estaba en cuestión en la conferencia de ministros. Ese organismo tiene su sede en Washington (Estados Unidos) y fue creado en 1942, con la motivación de generar un mecanismo de protección cooperativa en un contexto de guerra mundial entre los “aliados” y el “eje” de Alemania, Italia y Japón.
En la declaración final de la Conferencia, tras complicadas negociaciones, se resolvió solicitar a la Organización de Estados Americanos (OEA) que analice la actualidad de los instrumentos interamericanos de defensa, como la JID y el Colegio Interamericano de Defensa. El otro organismo cuestionado es el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que no funcionó cuando en 1982 uno de sus integrantes, Argentina, entró en guerra con el Reino Unido por las Malvinas.
Si bien admitieron que notan que las autoridades uruguayas sostienen una retórica crítica de Estados Unidos, el gobierno de ese país entiende que es “muy probable” que se trata de gestos condicionados “por el público” al cual se dirigen, en este caso países sudamericanos, muchos de ellos severos cuestionadores de esa potencia.
Los “hechos” son los que marcarán el estado real del vínculo entre ambos países, explicaron fuentes oficiales estadounidenses consultadas por Búsqueda.
Las relaciones entre Uruguay y Estados Unidos en Defensa son estrechas desde décadas atrás, con donaciones de equipos y becas de formación para militares e incluso civiles uruguayos en esa materia.
Estados Unidos ha remarcado de forma usual en los últimos años que considera a Uruguay como un país amigo y mantuvo esa posición ante la llegada del Frente Amplio al gobierno. De hecho, en octubre del 2011 el ahora ex presidente Tabaré Vázquez recordó que en el peor momento del conflicto con Argentina por la planta de pasta de celulosa de Botnia, pidió a Estados Unidos que enviara el mensaje de que consideraba a Uruguay un país amigo.
Política
2012-10-11T00:00:00
2012-10-11T00:00:00