• Cotizaciones
    domingo 22 de junio de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    El liberalismo fue “satanizado” hasta asemejarse a una “enfermedad contagiosa”; debe cambiar esa “idea” para combatir al “populismo”

    Referentes del liberalismo de la región se reunieron para analizar los desafíos de esa corriente de pensamiento en una América Latina “amenazada” por el “Socialismo del Siglo XXI”

    Rosario (Valentina Giménez, enviada). La fila de jóvenes que esperaban para entrar al auditorio de Parque España de Rosario (Argentina), sobre el río Paraná, era larga: estudiantes, profesionales, mujeres y hombres de entre 20 y 35 años; algunos de traje, otros de pantalón vaquero, de zapatos formales, championes o de grandes plataformas. Aguardaron casi una hora en la mañana del martes 9 para ser acreditados y así mezclarse con algunos más veteranos pero, sobre todo, con los principales referentes del liberalismo de América Latina, España y Estados Unidos, para debatir sobre el futuro y los desafíos de esa corriente de pensamiento en una región cuya mayor “amenaza” —según estiman— son los “peligrosos” movimientos “populistas”.

    La diversidad del público que se reunió en esta ciudad de la provincia de Santa Fe el martes y el miércoles para participar en el seminario “América Latina: desafíos y oportunidades” fue semejante a la que en sus discursos evidenciaron los expositores, entre los que se destacaron el escritor y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y el ex presidente de España José María Aznar (Partido Popular). Por Uruguay intervino el ex presidente Luis Alberto Lacalle.

    Algunos, optimistas. Otros, muy pesimistas sobre las perspectivas de la región en un contexto en el que se impuso en varios países —Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Argentina— un modelo calificado como “populista”, “autoritario” y que corta “todo tipo de libertades”. Hubo quienes hicieron énfasis en la ausencia del Estado de derecho en varias naciones de América Latina. También algunos más revisionistas, que hasta propusieron una autocrítica respecto de la década de 1990. Hubo liberales que se enfocaron en lo económico y que propusieron eliminar los ministerios de Economía y de Educación, otros que indicaron que el problema de la crisis económica en Europa está en el mantenimiento del Estado de bienestar. En tanto, otros consideraron que la cuestión está en cómo se presentan las recetas liberales a las nuevas generaciones, así como el avance del “progresismo” sobre sus propias ideas.

    Pero más allá de las diferencias, los participantes estuvieron de acuerdo en que “defender la libertad” como algo “indivisible” es la “alternativa real” a los “populismos” que han “degradado la cultura” de varios países latinoamericanos.

    Además, coincidieron en varios paneles en que es momento de hacer “algo” para cambiar un estado de situación por el que reconocerse liberal es pasar por un individuo “insensible” al que “no le importan los pobres”: tan “malo” como “tener una enfermedad infecto-contagiosa”.

    “Liberalismo satanizado”.

    En la conferencia principal del seminario organizado por la Fundación Libertad —una institución que se dedica a investigar y difundir asuntos de políticas públicas y que promueve ideas liberales— el escritor Marcos Aguinis consultó a Vargas Llosa por el “desprestigio de la palabra liberalismo”. “Se ha satanizado. Decir que uno es liberal es como decir que uno es un insensible, que no le importa la pobreza, que solo quiere ganancias fáciles, que es un destructor de la sociedad”, expresó.

    Aguinis añadió que eso se debe a que en el pasado se denominó “liberales a dictaduras” y al “menemismo” que terminó por “destruir al país”. Agregó que no ha sucedido lo mismo con la palabra “socialismo” pese a que en su pasado estuvo unida al “nacionalsocialismo” y a que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue una “dictadura feroz”.

    Vargas Llosa reconoció que el liberalismo ha sido perjudicado por “totalitarismos” e instó a los seguidores de esa corriente de pensamiento a “no tener vergüenza” de “defenderlo pidiendo a los adversarios que muestren sus credenciales”.

    A su juicio, el liberalismo es la “mejor receta” para contrarrestar la violencia en América Latina porque cultiva “la tolerancia, el respeto a la ley y los poderes sometidos a una fiscalización sistemática”. “Creo que el progreso verdadero es el que nos da oportunidades económicas para realizar nuestros anhelos y sueños, en un sistema en el que podemos coexistir con el otro”, apuntó.

    Luego, aseguró que “hay un socialismo democrático” en la actualidad que “está impregnado de liberalismo” y que, por lo tanto, “ya no es socialismo”. “El socialismo democrático ha ido aceptando los principios de la propiedad privada, de la empresa privada, del mercado. Y ese socialismo democrático que está detrás del ‘milagro’ suizo, sueco, es uno de los caminos que ha tomado la libertad”, explicó.

    Por eso, se calificó como “optimista” al opinar que en América Latina el liberalismo ha ido “penetrando” bajo regímenes que “no se reconocen como tales”, como es el caso del crecimiento económico de Chile en tiempos en que gobernó la Concertación, una coalición de partidos políticos identificados con la izquierda.

    Recetas políticas y económicas.

    Economistas, políticos, activistas y periodistas argentinos definidos como “liberales” y opositores a la administración de Cristina Fernández de Kirchner expusieron sobre cómo se ha “degradado la sociedad”. Fue el caso del ex legislador y presidente de la Red Liberal de América Latina Ricardo López Murphy, quien aseguró que “el insulto fácil ha desnaturalizado a la sociedad”. “Somos gorilas, caranchos, cipayos”, lamentó.

    En esa línea también hablaron los legisladores del PRO (argentino, sector liderado por Mauricio Macri) Federico Penino y Patricia Bullrich, el economista Gustavo Lazzari y el escritor y guionista del programa “Periodismo para todos” (de Jorge Lanata) Marcelo Birmajer.

    En alusión a la región, el ex presidente Lacalle solicitó tener “cuidado” al analizar el buen momento que atraviesa América Latina, porque hay un grupo de países pujantes que “avanzan” (entre los que colocó a Chile, Perú, México, Colombia y Uruguay “todavía”) y otros “populistas” que “están en la antesala del fascismo” y cuyo destino no es el progreso.

    “Las dos velocidades se van a acentuar, y ¿qué pasará con lo otro que quede atrás?”, planteó. Agregó que “hay países que han crecido como hormigas” y otros “como cigarras”, y que en el caso de aquellos considerados “populistas”, ante el más mínimo “bache” pueden radicalizar su “tergiversación” y “control de las libertades”.

    El escritor cubano radicado en Estados Unidos Carlos Alberto Montaner se nominó “pesimista” al analizar la región porque estimó que “la aparición del engendro” del populismo es producto de que los latinoamericanos tienen “confundidas las percepciones desde hace mucho tiempo”, y mientras ello “no cambie” las posibilidades de la zona son complejas.

    Para el periodista y escritor Álvaro Vargas Llosa, en cambio, se está en un momento de “creciente descrédito del modelo populista” y, por lo tanto, si la Alianza del Pacífico (el bloque integrado por Chile, Colombia, Perú y México, países con economías más abiertas de la región) adquiere una “voz política”, se verá “al populismo apartarse y mantener al modelo más liberal donde siempre debió estar, en la delantera”.

    Otros, en tanto, se refirieron a las “recetas económicas” que deberían aplicar. Así, Alberto Benegas Lynch —quien fue presentado como el “patriarca del liberalismo en Argentina”— sostuvo que los países no deberían tener banca central ya que la moneda es “demasiado importante como para dejarlo en manos de un Banco Central”. En Argentina, dijo, hay que “abolir el ministerio de Economía y en vez de eso, hacer una Secretaría de Hacienda con alguien que sepa sumar y restar, para que entre más de lo que sale”, añadió.

    Más aún, como el problema general de la sociedad es “educativo”, también se debería “eliminar el Ministerio de Educación” porque “es insolente que alguien asuma desde el vértice del poder qué enseñar”, añadió.

    “Liberal, ¿y qué?”.

    Si el “populismo” liderado por el “Socialismo del Siglo XXI” es la gran “amenaza”, entonces la “alternativa” debe construirse desde un “clima de ideas” que devuelva la importancia al “respeto por las instituciones”, el “Estado de derecho”, la “tolerancia” y “la libertad”, coincidieron varios de los expositores en el seminario.

    Pero para eso, la clave está en “cómo reformar la percepción” que se tiene sobre el liberalismo, añadieron. James Roberts, de la Heritage Foundation de Estados Unidos, reconoció que los liberales “tienen para ofrecer recetas con cosas que son buenas, verdades, pero que no venden a una generación joven”.

    Para Álvaro Vargas Llosa lo que faltó es una “autocrítica” mayor de la “centro derecha liberal” por la década de 1990. “Hubo muchas sombras liberales, entregamos a los críticos de los 90 un arma eficaz”, cuestionó.

    Por eso, el presidente de la Atlas Economic Research Foundation de Estados Unidos, Alex Chafuen, opinó que “los liberales deben salir de su escritorio, caminar las calles, salir a las villas para tratarlas de igual a igual”, ya que si sólo se quedan “con los números” van a “perder el debate”.

    En la misma línea, el integrante de la Fundación FAES de España, Guillermo Hirschfeld, se quejó porque los políticos que deberían representar las ideas liberales “en vez de defender un paradigma propio, corren en el terreno de la izquierda, porque la izquierda hace todo lo que haría un liberal pero con tintes sociales”. “Los nuestros se quieren parecer a ellos, pero la gente no los elige porque prefiere la Coca Cola en vez de una bebida blanca”, añadió.

    Por eso, para el economista argentino Roberto Cachonsky, “a los progres” hay que “llamarlos por su nombre”. “Yo veo que lo peor que podés decirle a un progre, es ‘vos sos el fachista’. Hay que correrlos por ese lado. Empezar a llamarlos por su nombre”, sugirió.

    El periodista argentino Pablo Rossi —liberal, autor del libro “Libertad o barbarie” sobre el régimen kirchnerista— pidió “dar la batalla al populismo”. “Mi libro debería haberse llamado: ‘Soy liberal, ¿y qué?’. En los 90 ser liberal era como ser fan de (Lionel) Messi. Hoy es padecer una enfermedad infecto contagiosa”, se quejó. “Si no descendemos, no nos embarramos, seguiremos haciendo seminarios como estos, regodeándonos en que alguna vez el liberalismo podrá combatir al populismo”, advirtió.

    Política
    2013-04-11T00:00:00