El movimiento sindical es el reflejo de una “sociedad enferma”, sin códigos ni condena social, dijo el dirigente Richard Read

“Hay una sociedad enferma donde se rompieron los códigos de convivencia social y no hay una condena social. Se perdió la vergüenza, por lo tanto se perdieron los valores”, afirmó.

“No tengo otra forma de describir el país en el que estoy viviendo y en ese escenario de sociedad decadente nosotros somos parte”, dijo.

“Mal momento”.

Ayer miércoles, Read viajó a Melo y Minas para reunirse con miembros de su corriente “5 de Marzo” y transmitirles un mensaje: “Combatir la desidia de mirar para el costado y que nadie se involucre en los problemas”.

El “tremendo ruido que genera el silencio”, como lo define Read, lo llevó a decir que un dirigente sindical no podía almorzar con empresarios en el quincho de Varela, a preguntar por las denuncias en el Plan de Vivienda Sindical (PVS) y a advertir que la propuesta del gobierno de desindexar los salarios significa rebaja en los salarios.

“Ese silencio entre mis pares me genera preocupación y aislamiento. Estoy solo, parezco Don Quijote pero solo, ni siquiera está Sancho Panza”, indicó.

En la Justicia hay cuatro juicios en curso que involucran al PVS impulsado por el PIT-CNT. De sus resultados surge, según Read, “si este es el peor momento o no” del sindicalismo, “dependiendo de la dimensión que tomen los hechos”.

“Lo que se vive ahora es un mal momento, muy triste”, dijo.

El dirigente diferencia lo que ocurrió en ASSE de lo que se denunció en el PVS pero asegura que “el impacto más pesado contra el movimiento sindical está en la vivienda sindical”.

Inclusive, su preocupación lo llevó a plantear el martes 29 durante el Secretariado Ejecutivo de la central, que el PIT-CNT “debería desprenderse de todo el PVS y que las cooperativas se autogestionen”.

Internismo.

Una vez conocido el fallo judicial, en las horas siguientes hubo diferentes posiciones en el movimiento sindical.

A la salida del juzgado, Beatriz Fajián, secretaria general de la Federación de Funcionarios de Salud Pública y coordinadora del PIT-CNT, dijo que “Silva es injustamente procesado”, que se lo utilizó como “cabeza de turco porque nunca se calla” y que la central sindical “siempre está al margen” de los conflictos cuando se trata del sector público.

Esta frase enojó a gran parte de la cúpula gremial y quedó retumbando en la cabeza de Fernando Pereira, otro de los tres coordinadores de la central.

“El silencio de un coordinador es lo más importante. Pegarle a Alfredo Silva es un boleto. Yo no lo voy a hacer porque la unidad se construye también teniendo tolerancia en los momentos críticos y este es uno”, dijo a Búsqueda Pereira.

“En los momentos difíciles hay que abrazarse más y no pegarse dos piñas, porque con las declaraciones que hacemos denostando al PIT-CNT nos estamos pegando un tiro en el pie. No por la situación que sucedió sino por cómo la manejamos”, afirmó.

El dirigente es consciente de que los procesamientos “prenden las luces amarillas” y que hubo carencias del PIT-CNT. Por ello, la urgencia es verificar cuáles fueron, porque lo “importante es proteger los lugares de representación de los trabajadores y a los sindicatos”.

Si bien advierte que en año electoral “todo se masifica”, Pereira hace tiempo tiene claro que en la central sindical hay otro problema. “Se nos ataca mucho desde afuera y nos atacamos mucho desde adentro”, dijo.

La muestra para Pereira está en que “las cosas buenas o traumáticas del movimiento sindical se discuten antes en la prensa que en el plano orgánico”.

“Los cinco minutos de fama son caros, porque algunos compañeros por aparecer en los medios van a decir cosas grandilocuentes y no se dan cuenta de que las personas son importantes pero no más que la organización”.

“Hoy el ego de los dirigentes es mayor que el ego de la organización. Si nos pegamos patadas en los tobillos por aparecer en Búsqueda todos los jueves y nos sentimos regocijados, entonces el ejercicio sindical no será el ejercicio predilecto de la mayor parte de los trabajadores”, sostuvo.

La molestia de Pereira es de tal magnitud que el martes 22 fue la primera vez en 20 años integrando el Secretariado Ejecutivo de la central que no tuvo ganas de ir. La segunda fue el martes 29 y se lo hizo saber a sus compañeros.

“Uno es lo que es porque es dirigente del PIT-CNT; el que se crea que es por él mira mucho Walt Disney. Y yo creo que hay muchos compañeros que miran mucho Walt Disney”, dijo.

Este escenario, para Pereira, deja al movimiento sindical enfrentado a un dilema: “Seguir creciendo o meternos en un internismo que lo haga pelota”.

“Yo voy a pelear por la primera; espero que los demás acompañen”, concluyó.