Zeus no ha muerto, no. Pero lo jubilaron. Algo así como al Papa Emérito Benedicto XVI, que de Papa en ejercicio, lo pasaron al BVPS, que es el Banco Vaticano de Previsión Social, en calidad de pasivo.
Zeus no ha muerto, no. Pero lo jubilaron. Algo así como al Papa Emérito Benedicto XVI, que de Papa en ejercicio, lo pasaron al BVPS, que es el Banco Vaticano de Previsión Social, en calidad de pasivo.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáAl Maestro Tabárez le pasó algo parecido. Una tormenta en el Monte Olimpo, más cerca de las nubes y del cielo que de la propia Tierra, produjo un Tornado, que se corporizó, y asumió la jerarquía máxima entre todos los dioses.
–¡Ahora el DT soy yo! –bramó el Tornado desde lo más alto, y todos los demás dioses, semidioses y altos jerarcas del Olimpo (y los de a pie, a los que nunca nos queda otra que la de aceptar lo que la divinidad suprema decide) acataron (y acatamos) sin la menor discusión.
Así lo veía Fortunato, cómodamente repantigado (miren que se escribe así, y no “repatingado”, como muchos lo escriben por error) frente a su televisor, ahíto de goles, moñas y grandes jugadas, tras el 4 a 1 que la Celeste le perpetró a la Vinotinto.
–Ese pibe Pellistri es un fenómeno –pensaba Fortunato para sus adentros, viendo y disfrutando el enésimo replay del amontonamiento de rivales que fabricó, para darle servido el segundo gol al Cocho Giorgian de Arrascaeta.
Tras la segunda copa de vino, pequeño exceso en festejo a tan deslumbrante triunfo, a Fortunato se le iban cerrando los ojos, mientras los comentaristas, analistas, politólogos y filósofos del deporte, dirigentes entrevistados, jugadores reporteados y demás mortales manifestaban sus opiniones, todas ellas unánimemente elogiosas y llenas de ditirambos y florilegios.
Fortunato tuvo la impresión que ya se quedaba dormido, cuando uno de los participantes en aquella orgía televisiva tomó un giro inesperado.
–Tenemos información acerca de unos experimentos que se han llevado a cabo en el más absoluto secreto dentro del Complejo Celeste, en los días posteriores al triunfo ante Paraguay y previos al aplastante triunfo de hoy –dijo un personaje de esos que hablan como si la Verdad Suprema les hubiera sido otorgada por alguna hada madrina, o un elfo con poderes mágicos. Y prosiguió: –En forma reservada le fueron extraídas pruebas de ADN a Suárez, a Cavani, a Godín y al Josema, así como a Pellistri, a Mathías Olivera y a Canobbio, las que fueron enviadas al Institut Pasteur, en el que los científicos vienen teniendo algunas horas libres, tras el aflojamiento de la gravedad del Covid con la variable Ómicron.
De acuerdo a lo que le informaron los laboratoristas del Pasteur al súper-informado cronista, se encontraron grandes diferencias en los análisis del ácido desoxirribonucleico de los futbolistas investigados.
En efecto, en los del grupo que ya había participado del “proceso Tabárez”, se ubicó una partícula de RN Mensajero cargada de fatiga, desánimo y resignación, llamada por los investigadores “enzima totalpaquésiloquevaleeselcaminus”, la cual produce debilitamiento muscular, dolores abdominales y, sobre todo, extenuación síquica y desánimo.
Fortunato se restregaba los ojos, porque no entendía nada de lo que se estaba diciendo. Debo estar soñando, nomás –barruntó para su interior.
Pero el comentarista prosiguió con la inesperada realidad y el desconcertante descubrimiento.
Según dijo, el ADN de los futbolistas que nunca habían participado antes de la selección uruguaya no mostraban ni rastros de esa enzima, y, por el contrario, se había detectado en su organismo otra partícula desconocida, que llamaron “RN Mensajero de efectos positivos”, a la que denominaron “hayquemeterhuevoyganaracomodélugarius”, la cual produce efectos de triunfalismo y superación en el ser humano, promoviendo sensaciones de alegría, derroche de energía y ansias de victoria.
–A ello se debe, según los investigadores, que a Paraguay sólo se le ganó por un gol, mientras que a Venezuela le pasaron por arriba y le hicieron cuatro.
Según explicó el comentarista, en el período entre los dos partidos de la selección se les hizo una extracción de la enzima derrotista a los que habían integrado el plantel antiguo por muchos años, y a la vez se les inyectó una solución de la enzima triunfalista, extraída del organismo de los recién llegados.
–-El resultado está a la vista –señaló el portador de la novedosa información científica–, los jugadores de ahora en adelante tendrán un exceso de la enzima del ADN nuevo, triunfalista y ganador, y progresivamente irán perdiendo la enzima del ADN derrotista que arrastran desde las épocas del “proceso Tabárez”.
Se estima que para cuando ya se hayan cumplido los compromisos con Perú y con Chile, en los que se descuentan sendos triunfos, la enzima “hayquemeterhuevoyganaracomodélugarius”, que caracteriza el ADN triunfalista, será el elemento predominante en los organismos del plantel celeste.
Cuando lleguen a Catar, los futbolistas uruguayos recibirán dosis extras de esa enzima, procurando que las selecciones rivales no se enteren de esta novedad. Se aclaró por parte de los investigadores que de modo alguno esta enzima puede ser sospechosa de ser un estimulante no aceptable, por lo que, de ser necesario, superarán los análisis de antidoping.
El riesgo es que, de saberlo las selecciones de Brasil, Argentina, Alemania, Portugal o Bélgica, intenten secuestrar a alguno de los integrantes del plantel celeste, para extraerles muestras de esa maravillosa sustancia y proceder a inyectársela a sus futbolistas.
Fortunato abrió un ojo y creyó escuchar algo de lo que comentaba el informante.
Gritó, como siempre: –¡Vieja, vení a ver esto que está bueno! ¡Parece que vamos a salir campeones del mundo en Catar!
A lo que, su resignada esposa le contestó: –Fortu, para sueño alcanza con el partido de esta noche. Vení a dormir a la cama, que al menos para tu fatiga, el camino sí es la recompensa…