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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá¿Qué nos reserva el porvenir con nuestro actual PIT-CNT? No son en absoluto sindicatos. Se han convertido en ¿grupos de presión, en parte de un conglomerado político, en chantajistas, en embajadores espontáneos?
Definición de la RAE: “2. Asociación formada para la defensa de intereses económicos o políticos comunes a todos los asociados. Se emplea especialmente hablando de las asociaciones obreras organizadas bajo estrecha obediencia y compromisos rigurosos”.
Por empezar, nuestros sindicatos están gobernados por un grupito de profesionales de la agitación, que no son elegidos por nadie y toman resoluciones por sí y ante sí. Dicen representar los intereses de los trabajadores, cosa muy dudosa y que no pueden demostrar. Pedirles que las autoridades sean electas por el voto de los asociados es como una blasfemia para ellos. Y entonces un Sr. Abdala marcha a Venezuela y protagoniza bochornosos episodios payasescos, adulando al loco del pajarito mientras este destrata a nuestro canciller, que es atacar a nuestro gobierno (ese sí, aunque a mí no me guste, elegido por voto popular y legítimo) y dice representar, ya no solo a sus compañeros de sindicato sino al pueblo uruguayo, a los trabajadores uruguayos y otras adulonas demencias.
Vuelve encantado y no acepta ninguna crítica, faltaba más. Luego se traslada una delegación a Israel. Desconozco por qué y quién eligió a los integrantes, pero al regresar se instaló una polémica interna, ya que un grupo importante de estos directivos autoelegidos son pro-Palestina y entienden que no puede aceptarse un acercamiento a Israel por parte del “movimiento sindical” que es como llaman a su pandilla.
Cada una de estas cosas y muchas otras escapan claramente de lo que debe ser un sindicato. Lentamente, parece que el resto de la sociedad se acomoda a esta situación fuera de toda norma. Los periodistas, sobre temas de actualidad, interrogan a los representantes (electos estos, sí, legitimados por votos comprobados) de los partidos y a los dirigentes sindicales, que parlotean como loros de todo lo que se les pone delante, generalmente exhibiendo ignorancia o línea suministrada por la ya vetusta doctrina comunista, vigente en Cuba y en Corea del Norte, predesaparición del Muro de Berlín.
Se les consulta sobre asuntos que no les conciernen, que no forman parte de las tareas o responsabilidades sindicales y cada vez más y más se introducen en campos que les son ajenos. Se está creando un problemón. Al Frente Amplio se le presenta (se puede decir que por su propia culpa) el Aprendiz de Brujo y a cualquier otro partido que pueda acceder al poder, un dilema peor aún, porque ahora ¿quién los baja a tierra? Con la excepción de Richard Read, y algún otro, están todos fuera de control.
O les paran los pies ahora, aprovechando el indefendible episodio de Venezuela, si es que necesitan un pretexto, o nos esperan tiempos muy difíciles. También para el Frente Amplio, que se encuentra con que ya no los manejan, más bien es al revés.
Anamaría Balparda