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“La foto al día de hoy es que los precios están en baja, hay pocos volúmenes, los costos de producción son altos y el sector está endeudado”, dijo a Campo el presidente de la Sociedad Apícola del Uruguay (SAU), Roberto Riera, respecto a la situación de los productores de miel.
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El año pasado estos se generaron fuertes expectativas sobre el futuro del sector, tanto por los resultados que preveían que tendría la producción, como por el nivel de precios de la materia prima. Así fue que la zafra 2014/2015 comenzó con 550.000 colmenas y 2.800 productores, que son los que conforman la SAU, aunque existen otros pocos apicultores de menor tamaño que no integran la gremial.
Los exportadores, que compran la miel a los productores para colocarla fuera del país y que en un comienzo aseguraron que la situación era favorable, poco a poco empezaron a señalar que las perspectivas del mercado iban tornándose más complicadas, relató Riera.
Los tradicionales compradores de miel, sobre todo los europeos, optan por adquirir el producto que produce China, que si bien ofrece menor calidad, es significativamente más barata con relación a la que produce Uruguay. Además, por su capacidad de producción, el país asiático, que coloca su miel a un precio que gira en el entorno de los U$S 1,7 el kilo, tiene capacidad para satisfacer todos los mercados.
En tanto, en octubre y noviembre, la zafra, que al principio era muy prometedora, empezó a tener dificultades por los excesos de agua registrados esos meses. Junto con el agua, la expectativa de que se convirtiera en una zafra récord empezó a diluirse. La producción de miel es muy sensible a la lluvia, y tanto si llueve demasiado, como si lo hace muy poco, la productividad se ve afectada. Por lo tanto, debido a los niveles hídricos registrados en primavera, se generó una “notoria” caída en la productividad de la miel, relató Riera.
Solo algunas regiones pudieron recuperarse, y lo único que podía revertir la situación era el eucalipto ubicado en las zonas forestales, donde algunos productores llevan sus colmenas entre marzo y abril, cuando florecen estos árboles. Las abejas producen la miel a instancias del néctar que recogen de las flores, y el eucalipto repercute en una miel que cristaliza rápido. En esa época, se estima que 50.000 colmenas son llevadas desde el sur hasta el norte.
De todas maneras, pese a este último esfuerzo de los apicultores, la producción no fue la que se esperaba en cuanto a volumen. “Fracasó la primavera y fracasó el otoño”, resumió Riera, y advirtió que si la productividad cae mucho, los apicultores terminarán por abandonar la actividad. Desde 2006 la cantidad de apicultores cae a un ritmo de 5% por año, informó.
En este contexto, una de las empresas exportadoras había propuesto fijar los precios de la miel pagado a los productores locales mediante un remate por pantalla. La operación estaba prevista para febrero, aunque terminó de concretarse en marzo. Ese mes, con la esperanza de conseguir mejores precios, los productores pusieron sus colmenas en el remate, y un total del entorno de 2.000 tanques con miel, lo que supuso 600.000 kilos.
Los apicultores pretendían conseguir un valor superior a los U$S 3 el kilo. Pero una semana antes, los exportadores habían informado que era irrisorio alcanzar esos valores. El precio al productor del que se empezó a hablar fue de alrededor de U$S 2,60. En este contexto hubo apicultores que, al final, decidieron retener sus tanques de miel y esperar a que aumentara el valor del producto.
Después del remate apícola los precios comenzaron a aumentar y se ubicaron en U$S 2,80 y U$S 2,90. En mayo la caída del valor de la miel comenzó a revertirse. “Eso nos hace pensar que no fue motivado por causas externas, sino internas. Y la presunción es que el remate apícola iba a cambiar la forma de negociación de la miel y que no iba a favorecer a los exportadores clásicos. Entonces, los exportadores habituales, ante esta situación, decidieron bajar el precio de la miel de forma tal de crear desconcierto y el fracaso del remate del 23 de marzo”, interpretó Riera. “El remate fracasó” y “muchos productores malvendieron la miel porque lo hicieron a un precio muy bajo”, además de que muchos de ellos están endeudados, agregó.
