El “sucesor” de Yabrán maneja sus negocios desde Montevideo

REDACCIÓN  
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Héctor Colella, señalado como el “sucesor” del imperio de Alfredo Yabrán, montó una estructura offshore, con un eslabón uruguayo clave, para resguardar más de US$ 145,7 millones provenientes de la venta de OCASA al Exxel Group y que le permite reducir al mínimo el pago de impuestos. La información surge de los documentos de Pandora Papers, una colaboración periodística liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), y en la que participaron los medios argentinos elDiarioAR, La Nación e Infobae, y Búsqueda.

Colella, nacido en Córdoba y residente legal uruguayo desde hace años, lidera desde Montevideo un importante holding en el mercado de la logística. Compró OCASA a su amigo Yabrán en 1997, la vendió al Exxel Group y recompró la marca de la compañía en 2005 para operar su propio imperio. OCASA llegó a ser contratista de la Reserva Federal (el banco central de los Estados Unidos) para la exportación de dólares y divisas y maneja la logística de kits y productos de investigación de las farmacéuticas en suelo estadounidense, donde tiene tres sedes. OCASA actualmente transporta desde Antrax hasta vacunas experimentales contra el Covid-19.

El empresario, quien se radicó en Montevideo junto con su esposa, Marta Ortiz Fissore, en noviembre de 2002, no tributa en Argentina desde esa fecha y dijo al equipo argentino de Pandora Papers que declaró estos fondos, sociedades y cuentas ante el fisco de Uruguay. Colella también figura en los documentos filtrados como accionista de tres sociedades radicadas en Belice, en 2015, que el empresario utilizó para inscribir tres apartamentos que recibió como parte de pago de la venta de un terreno sobre la rambla.

“Toda la estructura, desde el fideicomiso hasta las cuentas bancarias en Estados Unidos están debidamente declaradas y cumplen con las normas FATCA (Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas Extranjeras o Foreign Account Tax Compliance Act)”, dijo Colella ante la consulta. Esta normativa obliga a todas las entidades financieras a reportar las cuentas de clientes con obligaciones fiscales en los Estados Unidos. El destino de esos fondos es la futura herencia de sus seis hijos, explicó el empresario. “Se hizo en base a los distintos acuerdos entre jurisdicciones”, explicó. Se refiere a acuerdos que permiten planificar cómo tributar menos impuestos o doble tributación, por ejemplo.

Ante el pedido del equipo argentino, Colella dio acceso a las declaraciones ante las autoridades de Uruguay en donde consta la declaración de sus vínculos con el fideicomiso, la sociedad uruguaya y la compañía offshore que la controla.

Pensando en el futuro

No todos los usos de las offshore son ilegales y existen estructuras amparadas por la ley que permiten reducir al mínimo el pago de impuestos. La combinación de sociedades de distintas jurisdicciones de baja o nula tributación es una herramienta legal para ese fin.

En Pandora Papers, el matrimonio aparece en documentos clasificados por los proveedores Julius Baer Family Office & Trust y Trident Trust Company como “estrictamente confidenciales”. De acuerdo con los formularios y documentos, el matrimonio tenía en 2019 US$ 145,7 millones en cuentas bancarias de los bancos Merrill Lynch y Morgan Stanley, pero para conectar a Colella con las cuentas es necesario atravesar una cadena de compañías en Nueva Zelanda, Uruguay e Islas Vírgenes Británicas (BVI, por sus siglas en inglés) que no figuran a nombre del empresario o su esposa en los registros públicos, según la consulta realizada por el equipo argentino.

Sus asesores contables montaron una cadena encabezada por un fideicomiso en el Reino Unido. Ese fideicomiso es manejado por Julius Baer Family Office and Trust Limited, una empresa del banco suizo Julius Baer. La suiza es dueña de una empresa: Fedmer Holdings Limited. La compañía estuvo registrada en Nueva Zelanda desde el 23 de setiembre de 2013 hasta el 1° de julio de 2019, según el registro oficial de compañías de ese país. El 100% de las acciones de la sociedad figuran a nombre de Julius Baer Family Office and Trust, pero los beneficiarios finales son Colella, su esposa y sus hijos, según surge de los formularios completados por el empresario y los intercambios de correos electrónicos y documentos.

También surge que Fedmer Holdings Limited es a su vez dueña de Mindrey S.A. De los balances públicos entregados a la Auditoría Interna de la Nación, surge que se trata de una compañía de Montevideo que no tiene actividad comercial, pero posee un patrimonio que supera los US$ 185 millones, según el ejercicio 2020. El año pasado, Mindrey S.A. registró ingresos por más de US$ 13 millones y apenas US$ 7.918 de gastos en el año.

Ante la consulta de por qué del balance no surge que se haya pagado impuestos sobre esas ganancias, desde el entorno explicaron que en Uruguay los beneficiarios deben hacerlo solo en caso de retirar ganancias.

Mindrey S.A. es, a su vez, dueña de Fedmer LP, otra compañía offshore. Fedmer LP es la titular de las cuentas bancarias donde el matrimonio depositó los fondos provenientes de la venta de OCASA, según los documentos. Colella dijo ante la consulta que los fondos eran parte de la venta de OCA (que incluyó a OCASA).

Sistema uruguayo

El contador Ariel Eyman explicó al equipo de Pandora Papers que las sociedades de este tipo son utilizadas en Uruguay para realizar inversiones en el extranjero sin actividad comercial en ese país, y con baja o nula tributación. Muchas veces también son utilizadas como sociedades puente, para participar en inversiones en otras sociedades.

En 2017, Uruguay estableció la obligatoriedad de informar los beneficiarios finales de este tipo de compañías y en setiembre de 2019 agregó a los fiduciarios de los fideicomisos como nuevo sujeto obligado a informar a sus titulares ante el Banco Central del Uruguay (BCU). Pero la información es confidencial y solo las autoridades de escasos organismos tienen acceso. Ante la consulta, Colella dijo que no existe forma alguna de que no haya declarado ser el beneficiario final de esta estructura ante las autoridades uruguayas.

El origen de esos US$ 145,7 millones es el Exxel Group. Quiénes estaban realmente detrás de esa estructura financiera que desembarcó en Argentina a finales de los 90 de la mano del Citibank es uno de los misterios alrededor del caso Yabrán y el final del menemismo. “Era un fondo de inversión estadounidense, compuesto en su mayoría por fondos de retiro de ciudadanos de ese país y otros inversionistas”, explicó una fuente que trabajó en el grupo.

Exxel Group, con Juan Navarro a la cabeza, comenzó a invertir en decenas de las principales empresas argentinas y a comprar algunas de las principales marcas que operaban en el país. Supermercados Norte (de Carrefour), Musimundo, Havanna, Freddo, Fargo, Lacoste y hasta el Quilmes Athletic Club. Muchas de sus empresas terminaron en manos de sus acreedores, los bancos. Vinieron las denuncias de presuntas estafas, delitos fiscales y sospechas de lavado de dinero.

A través del Exxel Group, Colella formó una estrecha relación con la Embajada de los Estados Unidos, lo que ayudó a su desembarco en ese país años más tarde.

Negocios inmobiliarios

Colella también aparece en Pandora Papers como accionista de otras tres sociedades offshore radicadas en Belice, en abril de 2015: Mestal Trader Limited; Starway Commerce Inc. y Silverbuck Corporation.

El empresario explicó que era copropietario de un terreno sobre la rambla del Buceo, en Montevideo. Vendió ese bien a cambio de una participación en el emprendimiento inmobiliario que se construyó en el lugar. Recibió a cambio tres departamentos en el complejo Forum Puerto del Buceo. Cada propiedad inmueble fue inscripta a nombre de una compañía y luego vendida, según confirmaron en el entorno del empresario ante la consulta.

Exigencias de compliance.

Entre finales de 2018 y principios de 2019, Julius Baer solicitó por correo electrónico el traslado de Fedmer Holdings Limited a las BVI, trámite para el cual contactó a Trident Trust, una empresa que gestiona fideicomisos en el territorio caribeño. Durante el intercambio de correos y ante los reiterados pedidos del Departamento de Cumplimiento de Trident Trust, los ejecutivos de Julius Baer debieron ampliar la información sobre las offshore y los verdaderos dueños de la estructura y el origen de los fondos.

Al inicio de las conversaciones, la documentación requerida fueron copia de los pasaportes de ambos (de ambos países) y una factura del servicio de gas y de electricidad de Montevideo que acredite sus domicilios en Uruguay, según se desprende de los mails que intercambiaron los agentes de Trident Trust para proceder con el cambio de domicilio de la sociedad.

Luego, en febrero de 2019, intercambiaron reclamos de compliance para ampliar la información de Colella, ya que solo se informó que era un “entrepreneur” y uno de los ejecutivos advierte sobre su pasado. “Esto no será suficiente para nuestras necesidades de cumplimiento, se requerirán algunos detalles adicionales”, contestó Keiston Barzey, uno de los ejecutivos de Trident en febrero de 2019. La información que llegaba a las oficinas de Trident era enviada físicamente por el representante del matrimonio, vía DHL.

Trident también solicitó más información sobre Fedmer LP. El intermediario de Colella había informado que era una compañía de Nueva Zelanda, pero no se encuentra en los registros abiertos de ese país, según los datos que surgen de Trident Trust y del registro comercial abierto de ese país.

“Con posterioridad a nuestra reciente conversación, deseamos confirmar que la entidad encaja dentro de nuestro perfil de riesgo y estamos preparados para brindar el servicio fiduciario solicitado”, concluyó Trident tras las gestiones y pedidos de información. Trident le proveyó directores para que figuren en los registros públicos de la compañía en las BVI.

Un empresario de bajo perfil

OCASA fue una empresa de clearing bancario de Yabrán adquirida por Colella, su amigo y mano derecha, luego de las acusaciones del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien denunció públicamente que Yabrán lideraba una supuesta “mafia enquistada en el poder”. OCASA fue adquirida en 1997 por OCA, una empresa postal manejada por Colella que, se sospechaba, era también de Yabrán. Colella se formó en OCA y pasó luego a propietario formal de la firma.

En 1998, Yabrán se suicidó después de que el juez José Luis Macchi ordenó la captura del empresario por supuestamente ordenar el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas en 1996. Cabezas era el autor de la foto que expuso por primera vez la cara del poderoso hombre acusado por Cavallo.

En su carta de suicidio, Yabrán dispuso que sus negocios quedaran a cargo de H.C., las siglas de Héctor Colella, con quien había hablado por teléfono días antes de quitarse la vida. Tras la muerte de Yabrán, Colella vendió el paquete OCA-OCASA al Exxel Group, dirigido por Juan Navarro e integrado por “inversores estadounidenses”. El grupo terminó denunciado por presunta estafa y sospechado de lavado de dinero.

Colella no se despegó de OCASA y siguió “asesorando” a los nuevos dueños por un tiempo. En 2005, compró la marca OCASA al Exxel Group y creó una compañía de logística que actualmente opera en 11 países y llegó a ser contratista de la Reserva Federal (el banco central de los Estados Unidos). Hasta hace alrededor de cinco años, OCASA realizaba parte del transporte internacional de dólares y otras divisas desde el país del norte al extranjero.

Pandora Papers
2021-10-06T23:53:00