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El presidente José Mujica tiene sobre su escritorio una propuesta de empresas chinas para la “reconstrucción del ferrocarril”. Refacción de vías, una fábrica de durmientes y trenes de “última generación” forman parte de un plan que pretenden llevar a cabo en tres años con una empresa china y financiamiento de un banco de ese país.
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Según dijeron a Búsqueda fuentes de Presidencia, en la Torre Ejecutiva recibieron el plan “con buenos ojos” aunque deberán dedicar “unos días” para analizarla al detalle. En las próximas horas comenzarán a estudiar junto al Ministerio de Economía su viabilidad.
Una de las fuentes consultadas indicó que además de la reconstrucción de vías, la propuesta incluye la instalación en Uruguay de una fábrica de durmientes. Otro informante agregó que abarca la incorporación de trenes de carga de “última generación” aptos para circular a velocidades de entre 70 y 100 kilómetros por hora y “más adelante” también puede incluir el transporte de pasajeros.
El plan ofrece financiar los trabajos a través de un banco chino y prevé que empresas de ese país se encarguen de las obras.
“Uruguay se va a tener que endeudar con un banco chino”, dejó en claro uno de los informantes.
El ofrecimiento, valoraron, “es muy importante” y son obras que de otra forma en Uruguay “no se pueden hacer”. El plan se propone cumplir “en tres años” con todos los trabajos.
En mayo de 2013, Mujica visitó China en el marco de una gira por distintos países que realizó con algunos ministros y otros jerarcas del gobierno. El país asiático era el destino “crucial” de esa recorrida porque allí el presidente se proponía generar interés en dos proyectos que considera claves: el ferrocarril y el puerto de aguas profundas.
En la visita el presidente logró atraer al gobierno y empresarios chinos, quienes en esa oportunidad ofrecieron financiamiento para obras ferroviarias y tres empresas se mostraron interesadas en realizarlas. “Nos vamos con lo que vinimos a buscar”, señaló el canciller Luis Almagro en esa oportunidad.
“Ahora todo depende de nosotros”, fue el análisis de Mujica, que ahora tiene sobre su escritorio una propuesta concreta de lo que en aquel momento era solo un interés (Búsqueda Nº 1715).
“Una joya”.
Al margen de todas esas obras, la propuesta incluye la recuperación de un símbolo del ferrocarril que hoy se encuentra casi abandonado: la Estación Central. “Por fuera del plan” y “a costo cero”, los chinos plantearon recuperarla.
“Estuvieron en la estación y vieron que es una joya”, explicaron las fuentes.
De todos modos, en Presidencia saben que concretar esa parte del ofrecimiento no será sencillo, porque antes deberán sortear un “lío” legal con un empresario.
El empresario Fernando Barboni reclama al Estado U$S 1.000 millones por no haberle entregado en plazo la Estación Central de AFE y la playa de maniobras.
En el marco del Plan Fénix, en 2001 Glenby SA —una empresa de Barboni— firmó un acuerdo con Saduf SA, una empresa gestionada por el Banco Hipotecario, por el que se le concedió la exestación de AFE por 30 años y la playa de maniobras; el destino de esos terrenos era desarrollar un emprendimiento inmobiliario que incluía torres de apartamentos y un hotel.
Sin embargo, el empresario denunció que no se le entregó el bien en el plazo pactado. La Justicia, tanto en primera como en segunda instancia, le dio la razón. El caso llegó a casación y la Suprema Corte de Justicia concluyó que el Estado había caído en mora al no entregar la estación en tiempo.
Actualmente el litigio se encuentra en la etapa de ejecución de sentencia, en la que Barboni reclama al Estado U$S 1.000 millones, lo que incluye una indemnización por daño moral y lucro cesante.
El caso preocupa al Poder Ejecutivo, que contrató para su defensa al profesor de Derecho Civil y exministro del Interior durante el gobierno blanco Juan Andrés Ramírez.