El expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019) estuvo ayer, miércoles 9, en Uruguay, y fue el orador central en un evento organizado por la gestora de fondos de inversión Becon, que se desarrolló en el Hotel Sofitel de Carrasco.
El expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019) estuvo ayer, miércoles 9, en Uruguay, y fue el orador central en un evento organizado por la gestora de fondos de inversión Becon, que se desarrolló en el Hotel Sofitel de Carrasco.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl exmandatario habló sobre el mediodía ante cerca de 200 personas, en su mayoría relacionadas con el mercado de capitales. Dio un “pantallazo global” de su visión del mundo en crisis por el Covid y de lo que cree que será la pospandemia.
Por pedido de Macri, el evento fue privado, no hubo invitación a la prensa y tampoco se difundieron grabaciones, según dijeron a Búsqueda participantes del encuentro.
Al referirse a la pandemia, el expresidente habló sobre la reacción que hubo en los mercados, elogió las medidas que tomó el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, y las contrapuso a las decisiones de su sucesor en Argentina, Alberto Fernández.
Asimismo, habló “maravillas” del mandatario uruguayo, y reconoció sentir “envidia” de él, contó uno de los informantes.
Destacó que ambos siguen las “mismas ideas” y elogió el camino que tomó Lacalle Pou para hacer frente a la emergencia sanitaria y su decisión de no decretar una cuarentena obligatoria, como sucedió en Argentina. E hizo un ejercicio contrafáctico: si él hubiera sido presidente en la pandemia, habría seguido el mismo camino.
También elogió la postura aperturista de Lacalle Pou con respecto al Mercosur, una posición de la que está en contra Alberto Fernández. De hecho, el actual mandatario argentino y Lacalle mantuvieron un cruce durante una cumbre del Mercosur, en la que el uruguayo habló del bloque como un “lastre” y el mandatario argentino lo desafió: “Si somos un lastre, que tomen otro barco”.
En su exposición de ayer, Macri recordó su impulso al acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, como una forma de mostrar su voluntad de apertura.
El exmandatario argentino también se refirió a la votación del próximo 27 de marzo, en el que se definirá si se derogan o no 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC). Si bien Macri no habló de “referéndum” y preguntó a la platea en qué fecha será esa consulta popular, sí sostuvo que el resultado significaría un “espaldarazo político” —según dijo una fuente— y confió que ganará el No, basado en los resultados de las encuestas.
El político se refirió también a otros presidentes a quienes él definió, irónicamente en algunos casos, como “amigos”. Y recordó a Tabaré Vázquez, con quien coincidió durante los cuatro años que estuvo en la presidencia argentina.
Macri elogió al fallecido líder frenteamplista y contó una anécdota sobre él: cuando en enero de 2016 —a menos de un mes de asumir su cargo— visitó la residencia de Anchorena. Recordó que viajó en helicóptero desde la Quinta de Olivos hasta esa estancia en Colonia y que, antes del encuentro entre las comitivas, Vázquez lo invitó a charlar mano a mano. Cuando comenzaron la conversación, el argentino interrumpió al uruguayo y le dio un documento con una serie de temas, históricamente conflictivos, para solucionar. “Qué ejecutivo”, le respondió Vázquez y fueron a comer un asado.
En la contraposición que hizo entre Uruguay y Argentina, mencionó a sus compatriotas que deciden dejar el país. “Muchos de ellos están acá”, dijo, señalando la platea de uno de los salones del Sofitel, contó un informante.
Macri lamentó que por el gobierno de Fernández, Argentina está perdiendo “cerebros” que tienen la capacidad de “generar empleo”. Manejó que 15.000 argentinos emigraron en el último tiempo.
En su charla en Montevideo, el exmandatario se refirió a su paso ganador por la presidencia de Boca Juniors. Recordó las negociaciones de los contratos con el entrenador Carlos Bianchi y las incorporaciones de algunos jugadores, como Martín Palermo. Las contrataciones en el plantel de Boca sirvieron como metáfora para hablar de figuras políticas, de cara a las elecciones de 2023. Macri no dio nombres de posibles candidatos de la actual coalición opositora y se mostró “optimista” respecto al futuro de su país: ve un horizonte de “crecimiento” económico de 20 años, según comentó un oyente.
Ante una pregunta de la platea, ponderó a su compañero de fórmula en 2019, Miguel Ángel Piccheto, con el que Macri apeló a un voto de centro. Lo definió como una “sorpresa”, aunque reconoció que esperaba que lo siguieran más votantes peronistas.
Al otro dirigente opositor que nombró fue al diputado Martín Tetaz, de quien destacó la renovación que significó para el radicalismo. Según una fuente, no mencionó al gobernador Horacio Rodríguez Larreta, a María Eugenia Vidal ni a Patricia Bullrich. Tampoco anunció si será candidato en las próximas elecciones.
También fue autocrítico y habló de errores de su gestión, algunos que están reconocidos en su libro Primer tiempo.
No profundizó en algunos asuntos de la coyuntura argentina, como el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Se refirió al actual conflicto provocado por la invasión de Rusia a Ucrania. Dijo que conoce al presidente ruso, Vladímir Putin, a quien incluso recibió en 2018 en la Casa Rosada, en el marco de la Cumbre del G20. Lo definió como alguien “ambicioso”, que tiene “un ego enorme”, según un participante.
Fue un “típico evento de la industria” financiera, dirigida a quienes “manejan clientes”, definió uno de los asistentes.