Sobre el cierre de 2020 y al inicio de este año la producción agropecuaria comenzó a recobrar atractivo, porque a la demanda internacional de alimentos se sumó el aumento en los precios de los granos, con la soja en más de US$ 500 la tonelada.
Sobre el cierre de 2020 y al inicio de este año la producción agropecuaria comenzó a recobrar atractivo, porque a la demanda internacional de alimentos se sumó el aumento en los precios de los granos, con la soja en más de US$ 500 la tonelada.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn ese contexto, “hay interés en invertir en el agro uruguayo, porque todos los días estamos recibiendo propuestas en los diferentes sectores” productivos, señaló a Búsqueda el ministro de Ganadería, Carlos Uriarte.
Uno de los negocios que está en la mira de algunos empresarios es la cadena de producción de carne porcina, que para el jerarca “en Uruguay prácticamente no existe”. Es que, según sus datos, “se importa entre el 60% y el 70% del cerdo que se consume y no hay ningún frigorífico habilitado para exportar” ese producto.
“Hay ejemplos puntuales de grandes desarrollos empresariales que se basan en la capacidad y en el tesón de ciertos empresarios, que reconocemos su esfuerzo, pero la cadena de carne porcina prácticamente no existe”, dijo Uriarte.
Recordó que cuando asumió la titularidad del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en marzo, le llegó la “iniciativa concreta de invertir” en esta actividad y que “vinculaba a China como mercado y posible fuente de capitales”.
Esa propuesta “llegó con mucha fuerza y luego quedó en eso”, comentó el ministro.
Y contó que “hay otras dos propuestas empresariales de inversión importantes con interés en el desarrollo de todo el proceso de producción, con los criaderos de cerdos, el frigorífico, y el mercado chino como principal destino”.
Una comprende “capitales uruguayos y argentinos” y el otro plan de inversión es “de España”, ambas “son inversiones serias e importantes”, aseguró.
Uriarte destacó que se trata de “empresas grandes que vienen con el mercado y con la tecnología, y que además han tenido contactos al más alto nivel del gobierno”.
China es el mayor importador de carne porcina del mundo. Las compras de ese producto pasaron de 1,5 millones de toneladas en 2017 a 2,4 millones de toneladas en 2019, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés). Indican que en 2020 la importación de carne de cerdo de China llegó a 4,8 millones de toneladas y que en 2021 se ubicarán en 4,5 millones de toneladas.
Uno de los principales aspectos valorados por los inversores extranjeros en la producción cárnica uruguaya es la condición sanitaria, específicamente por ser un país declarado por la Organización Internacional de Epizootias (OIE) libre de fiebre aftosa con vacunación, de riesgo insignificante en encefalopatía espongiforme bovina (vaca loca) y libre de la peste porcina clásica.
Más allá de los casos puntuales de empresas que exploran invertir en el rubro porcino, Uriarte indicó que “hay interés en realizar nuevas inversiones en frigoríficos, granos, avicultura, viticultura, citricultura, entre otros” rubros.
“El mundo que viene va a demandar alimentos, habrá un rebote (en los valores) en ese sentido, como lo están siendo los granos”, planteó el ministro de Ganadería en alusión a la escalada de los precios en la Bolsa de Chicago. En el inicio del año el valor de la soja varió entre US$ 510 y US$ 520 por tonelada, rememorando la tendencia que registró en 2012 cuando incluso llegó a US$ 600.
Pero también el maíz registró un incremento en su precio al superar los US$ 200 la tonelada, mientras que el del trigo trepó a casi US$ 250 por tonelada.
“Uruguay está muy bien preparado” para esa situación oscilante de demanda y precios de commodities agrícolas, lo que “es advertido por los potenciales inversores”, consideró. Si bien se mostró optimista respecto a ese tema, Uriarte fue cauto al analizarlo como consecuencia del impacto negativo que genera la incertidumbre sobre el desempeño de la economía mundial durante la pandemia Covid-19.
En los años recientes el gigante asiático se tornó cada vez más relevante para la producción del agro uruguayo, ya que en los principales rubros de exportación pasó a ser el mayor mercado y en algunos se convirtió en una alternativa de solución para los empresarios. Es así que China se lleva gran parte de la producción local de carne vacuna, de subproductos derivados y de menudencias, también de la carne ovina, de la soja, de la lana en sus diferentes variedades, de la celulosa y la madera, y empezó a ganar preponderancia en la colocación de lácteos, y en menor medida para la miel.
Y para los próximos años está previsto que Uruguay logre la habilitación sanitaria de los chinos para exportar carne aviar, carne equina y sorgo.