Hay que “darle” tiempo al gobierno para que entienda que el sistema de cuidados es “fundamental” para la recuperación económica

El sistema de cuidados tiene una inversión acumulada que superó los US$ 771 millones en el último quinquenio, y brindó servicios a 80.000 familias, con el trabajo de unas 58.000 personas.

—¿Cómo afecta la pandemia al sistema de cuidados? Lo que se puede ver es que reafirma el papel de la mujer como la principal cuidadora, reforzando ese estereotipo.

—Exactamente, un estereotipo, y reafirma que no nos consideran sujetos de derecho y de dignidad. Se pone sobre nuestros hombros el cuidado como que fuera algo natural que tenemos que hacer. Una segregación sexual del trabajo sin que nos pregunten si eso es lo que queremos. No se nos respeta en nuestra dignidad, ni tampoco en lo que es ser madre, trabajadora y jefa de hogar.

Uruguay fue un pionero en este derecho. Como uruguaya estoy muy orgullosa de eso y lo digo cuando estoy hablando con otros gobiernos que están pensando en el tema de cuidados. Uruguay lo puso como un derecho fundamental para justamente generar ese Estado de bienestar. Es muy baja la inversión que requiere para el rédito que da a largo plazo.

ONU Mujeres hizo un análisis en Turquía que compara el sector cuidados con el sector de la infraestructura. Fuimos a presentárselo al ministro de Hacienda y terminó diciendo que le parecía muy bueno y que lo tenían que hacer. Comparamos lo que significaba la creación de empleo remunerado, articulado, registrado, que genera impuestos, los servicios para la niñez, para los adultos mayores, frente a un sector como el de la infraestructura. En este último el empleo que se crea es informal, no pagan impuestos, es masculino, y se acaba la obra y se acaba la oportunidad. Le comparamos los 200.000 puestos de trabajo originados en infraestructura y los 600.000 generados en cuidados, y él se convenció y creó el sistema de cuidados.

Entonces estamos preocupados, porque estas mujeres que estaban saliendo de esa tremenda pobreza estructural, entrando a un mercado laboral que todavía era informal, hoy en día estamos en las puertas de un retroceso. Por eso para nosotros es fundamental reconocer, redistribuir y reducir el trabajo de cuidado no remunerado. La única manera de hacerlo es a través de la creación de sistemas nacionales.

—Cuando dice que se está ante un posible retroceso si no se toman determinadas medidas, ¿a qué se refiere específicamente?

—Creemos que las políticas de cuidado deben sostenerse sobre la base de principios de universalidad, solidaridad, autonomía y corresponsabilidad social. O sea, es el Estado, el mercado, las familias, la sociedad. Hay una corresponsabilidad en temas de género. Como le decía a mi hijo cuando me planteaba que me ayudaba a limpiar: “No, no me vas a ayudar, vos sos corresponsable, agarrá los guantes y el agua”. Lo entendió bien, y ahora me dice que hoy le toca cocinar o lavar a él. Por eso, hablar de corresponsabilidad es importante.

Pero me parece que los países tienen que invertir en sistemas de cuidados para producir ese bienestar que digo, para cuidar como derechos, para permitir generar empleo de calidad y hacer carreras a personas de menores recursos. Mire lo que pasó en Uruguay: 80.000 familias fueron alcanzadas por el sistema. Hay 58.000 personas que trabajan de manera remunerada. Estamos hablando de un sector que origina mucho empleo, los asistentes personales, la mayoría mujeres por cierto, las mujeres de los pisos pegajosos, mujeres que no tuvieron acceso a continuar su educación porque fueron violadas, porque tuvieron embarazo adolescente, esas mujeres que hoy no tienen oportunidades. Este sistema, a través de dar trabajo remunerado bueno, les ha permitido salir de la pobreza. Por eso consideramos al sistema uruguayo sumamente positivo, porque tiene una gobernabilidad a través del consejo. Un dato que con Alicia Bárcenas (directora de Cepal) estamos viendo: el 6% del PBI de la región se evade en impuestos. Y todos estos programas sociales no son más que el 1 o casi no llegan al 2% del PBI. Imagine todo lo que se pudiera hacer para eliminar la desigualdad si se acaba esa cultura de privilegio de los ricos que no pagan impuestos.

La recomendación es asegurar estos servicios, que sean considerados prioritarios, de emergencia, que se proteja a quien se cuida y al cuidador y fomentar la redistribución de las tareas.

—¿Cómo ha visto la postura del nuevo gobierno respecto al sistema de cuidados que ha causado algunas polémicas?

—He seguido las cosas que se han dicho por la prensa. El gobierno fue muy claro en cómo trató la pandemia: primero la salud y luego la economía. En eso me saco el sombrero con nuestro presidente. Fue maravilloso en ese sentido. Creo que las medidas que se están tomando son correctas y se está dando prioridad a las mujeres, lo veo con la maravillosa ministra de Economía, que piensa en las mujeres. Es lo que tenemos que focalizar.

Debe ser tremendo cuando llegás a un gobierno y no tenés ni 10 días para sentarte en la silla. Creo que entender el sistema de cuidados como un eje fundamental de la recuperación económica requiere un poquito de tiempo para ver eso. Y requiere también ver lo que hacen otros. Uruguay ha sido pionero y todos los países de la región lo están mirando. Es muy importante en este momento, donde estamos todos viendo cuáles son los instrumentos y las mezclas de políticas más propicias para salir de la pandemia y la recesión económica, decir que el sistema de cuidados es un ganador neto. Pienso que esto va a ser lo que va a primar. Hay que darle un poco de tiempo a las cosas, porque esta es una inversión importante, pero no tan grande para ver cómo se recupera la inversión en la dignidad de la mujer, en el empoderamiento de la mujer.

El presidente lo dijo en su campaña, son políticas de Estado y hay que darles seguimiento, y pienso que lo va a hacer porque es una persona con mucha calidad humana. Está claro que con este sistema invertís hoy un poquito para recuperar después de manera sostenible y mejorás el bienestar de millones de personas. En el caso de Uruguay estamos hablando de 58.000 empleos, es mucho. ¿Qué sector económico de la población genera tanto empleo?