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“Alternative, electronic, experimental, pop, psychedelic”, reza la línea de tags asociados al tercer trabajo de esta ascendente banda montevideana creada en 2008 y que con este disco comienza a trascender los límites de la escena indie vernácula. Así, en inglés, como debe dirigirse cualquier globaldeano que sabe que su audiencia potencial es… el mundo. Así, la escucha de música se ha llenado de anglicismos que es menester comprender para seguir adelante. En su disco homónimo, Mux destila suaves notas de Radiohead, Muse y aromas lejanos del pop británico de los 90, como los Stone Roses, y condensa sonoridades al estilo de los Beach Boys en el cincuentenario Pet Sounds o Pink Floyd en sus inicios a pura tripa. Tal es así que sobre el final aparece la letra del tango Naranjo en flor camuflada en la extraña balada Sin pensamientos.
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Editado en digital y físico por el nuevo sello alternativo Feel de Agua, MUX es uno de los más de 400 trabajos uruguayos publicados en Bandcamp, plataforma que ha potenciado el disco digital. Las publicaciones (en MP3 y el formato de alta calidad FLAC) son cien por ciento legales, a cargo de los propios artistas, que pueden ofrecer la descarga gratuita, fijar una tarifa por todo el disco o por canciones sueltas, o bien dejar el pago “a voluntad”. Los audios pueden ser escuchados en streaming sin costo, con calidad más que aceptable, y la suscripción paga habilita la escucha en la aplicación móvil. La presentación gráfica es simple, con la portada en buena definición, letras, créditos, liner notes, enlaces a la obra completa del artista y su reseña biográfica. Y lo más importante, lo primordial de cualquier red social: tu audiencia potencial es el mundo y estás a un par de clicks de distancia de que Obama te ponga en su famosa playlist.
Otra voz que emerge desde los sótanos es la de Salvador García con su debut Todavía las nubes (Vía Láctea Ediciones), nominado al Graffiti (Álbum indie), gratis en Bandcamp. Grabado, mezclado y producido por Pau O’Bianchi, el señor del under local, García se mueve entre baladas bluseras y ornamentación acústica o suavemente electrificada. Abre a lo Darnauchans —Amapola y Massachussets son de esas extrañezas típicas del Darno—, evoca a Spinetta en Cambio de planes, descoloca con un candombe cálido y suave —Bravura— que con pinceladas psicodélicas y alaridos radescos se metamorfosea en algo más coherente con su título, y termina en modo cabreriano con El equilibrio. En un acto no exento de debate, García libera los derechos de su obra (copyleft) para su copia, reproducción, distribución, adaptación y difusión, a través de una licencia de Creative Commons. Controvertido signo de estos tiempos.