La Intendencia de Montevideo (IMM), junto con los ocho municipios de la ciudad, emprendió el año pasado un plan para reparar las veredas, un tema que genera constantes quejas de la población. En la primera etapa del proyecto Plan Veredas se invirtieron $ 84 millones y se repararon las aceras en varios puntos de la capital, aunque los avances son desparejos y no conforman a todos los alcaldes.
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Según la normativa departamental, son los vecinos los que tienen la responsabilidad de reparar las veredas frente a sus propiedades, quienes además deben “mantenerlas en buen estado de conservación”.
Sin embargo, los propietarios no suelen hacerse cargo de las obras y en muchas zonas de la ciudad las veredas muestran un evidente deterioro. A raíz de esto, en julio de 2017 la comuna definió iniciar reparaciones en algunos lugares prioritarios. El plan de la intendencia es cargar el costo a los vecinos junto con la contribución inmobiliaria.
Según informó a Búsqueda la directora de Desarrollo Urbano de la IMM, Silvana Pissano, “el plan está funcionando perfectamente bien, aunque es muy trabajoso y tiene un impacto suave”. En el marco del proyecto, algunas obras son ejecutadas por los municipios, mientras que las veredas correspondientes a las principales avenidas son competencia de la intendencia.
El plan de la intendencia es cargar a los vecinos el costo de la reparación de veredas junto con la contribución inmobiliaria, salvo cuando las roturas se deban a las raíces de los árboles o que estén ubicadas en paradas de ómnibus.
La financiación de las obras se realiza mediante un fondo rotatorio, por el cual se le destina a cada municipio $ 6 millones, más lo que se recaude de lo que se cobra a los propietarios por la reparación de las veredas, costo que se carga a la contribución inmobiliaria.
El objetivo es que cada municipio repare unas 20 aceras en promedio. El costo se transferirá a los propietarios, salvo cuando las roturas se deban a las raíces de los árboles o que estén ubicadas en paradas de ómnibus, explicó Pissano. La directora estimó que los vecinos deberán costear entre el 40% y el 60% del total de metros cuadrados que se reparen en los municipios.
Para el alcalde del Municipio B (Ciudad Vieja, Centro, Barrio Sur), Carlos Varela, “la máquina empezó a funcionar”, dado que ya comenzaron a comunicar a la IMM la cantidad de metros cuadrados refaccionados que deberán cargarse a la contribución. Sin embargo, sostuvo que “para que cierre el círculo”, es necesario que el costo que paga el propietario vuelva al fondo destinado al proyecto, afirmó.
Agustín Lescano, alcalde del Municipio E (Malvín, Carrasco Norte, Carrasco, Punta Gorda), sostuvo que “hay muchas cosas para coordinar y mejorar” aún y que las autoridades “se apuraron en querer lanzar el proyecto sin tener resueltos varios puntos”, entre ellos la forma de pago de los vecinos. “Por ejemplo, no se previó en la cantidad de cuotas en las que podrían pagar. Esas cosas hoy son trancas que hacen que el fondo rotativo no se esté recuperando”, comentó.
Voluntad política.
Para la primera etapa del Plan Veredas la IMM destinó $ 84 millones ($ 36 millones para reparaciones en grandes avenidas, que se suman a los $ 6 millones transferidos a cada municipio). Desde que comenzó a implementarse en setiembre pasado, la intendencia ejecutó $ 12 millones.
En tanto, el porcentaje de ejecución de los diferentes municipios con base en los objetivos fijados en esta primera etapa es muy variado. Mientras que en el A (Paso de la Arena, Nuevo París, Belvedere, La Teja, Cerro) el porcentaje de ejecución de los fondos es de un 83% y en el B es de 90%, en el Municipio G (Lezica, Peñarol, Nuevo París, Sayago, Colón) se concretó el 11% de las obras previstas.
En el CH (Punta Carretas, Pocitos, Buceo, Parque Batlle), donde se repararon entre abril y junio de este año casi 3.000 metros cuadrados, se ejecutó en torno al 50% de las obras.
El proyecto comenzó a mediados del año pasado y lleva invertidos $ 84 millones.
“El proceso va muy lento. Creo que el tema es la voluntad de hacerlo por parte de la IMM, tomarlo como una resolución. Decir que se le va a cobrar al contribuyente en determinado tiempo. Hay una intención política, que, yo creo que este gobierno no la tiene, en solucionar el tema de las veredas, entonces lo va mitigando de esta manera”, expresó el alcalde del CH, Andrés Abt.
El alcalde cuestionó una reciente resolución de la intendencia en la que se resolvió no multar a aquellos vecinos que no arreglen sus veredas. Según dijo, “eso tira abajo el proyecto”, dado que si se solicitan diversas medidas, pero luego no se aplica ninguna pena, “es tirar todo por la borda”.
Procesos aceitados.
Un problema recurrente son las coordinaciones con la intendencia en los lugares donde se registran roturas a causa de raíces de árboles. En esos casos es la comuna la que debe primero extraer los árboles para que el municipio pueda comenzar las obras de reparación de las veredas, intercambio que no es ágil y enlentece los procesos.
Un ejemplo de esto ocurrió cuando el Municipio CH propuso reparar las veredas de la avenida Rivera en conjunto con el área de Acondicionamiento Urbano de la IMM. La comuna decidió no colaborar, porque su plan de acción aún no abarcaba esa zona. “Las veredas de Rivera están destruidas, pero sin esa colaboración no podemos llevar adelante la obra. Si no, gastamos en veredas y a los tres meses va a haber problemas de nuevo”, comentó Abt.
Muchos de los municipios aún no comenzaron a cobrar los arreglos a sus vecinos, por lo que todavía no pueden evaluar la efectividad de ese modelo de financiamiento.
Muchos de los municipios aún no comenzaron a cobrar los arreglos a sus vecinos, por lo que todavía no pueden evaluar la efectividad de ese modelo de financiamiento. “Cuando se empezó a cargar se vio que eran valores muy altos para algunos padrones, incluso superiores a la contribución. Entonces buscaron una norma que habilite un plan de financiamiento que permita pagar en más cuotas”, explicó Varela.
“En nuestro municipio calculamos que se van a cobrar los arreglos en la contribución del año que viene, salvo que se modifique la forma de pago. Es un proceso lento, ya que el monto con el que se está ejecutando tampoco da para hacer mucha cantidad”, dijo Lescano.