Mujica se reunió ayer con el senador blanco Jorge Larrañaga y con los coordinadores del PIT-CNT, Marcelo Abdala y Fernando Pereira, para analizar la posible solución. Ni Larrañaga ni los sindicalistas que participaron en el encuentro quisieron hacer comentarios a Búsqueda.
Parada.
El viernes 30 de agosto UPM difundió un comunicado de prensa en que anunció la parada anual de mantenimiento de su planta de celulosa de Fray Bentos, que comenzará el sábado 14.
“Los trabajos de mantenimiento son los habituales en plantas industriales como la de UPM en mecánica general, lavado de equipos, soldaduras especiales, etc”, dice la nota.
Según el comunicado, “el reinicio de las operaciones de la planta está previsto para el miércoles 25 de setiembre” pero “esto está sujeto a la aprobación del permiso por parte del Estado para incrementar su producción de 1,1 a 1,3 millones de toneladas anuales, de lo contrario la planta no podrá reiniciar su actividad hasta el mes de noviembre”.
Los ciclos de producción de un año de la planta empiezan y terminan a mediados de noviembre. La planta ya llegó casi al máximo de producción permitida para el año, 1.100.000 toneladas, y le resultaría antieconómico ponerla en marcha luego de la parada de mantenimiento para volver a detener la producción pocos días después porque no pueden producir más, dijeron fuentes vinculadas a la compañía.
Sin embargo, consultadas por Búsqueda, las autoridades de UPM declinaron hacer comentarios.
La propuesta presentada por la empresa consiste en aumentar la producción actual autorizada de 1.000.000 de toneladas secas de pasta de celulosa por año (con un límite superior establecido en 1.111.250) a 1.300.000 con una variación que no exceda el 5% de ese valor.
La empresa manifestó que, gracias a un “proceso de optimización de la producción actual”, está “en condiciones técnicas de realizar dicho aumento sin necesidad de efectuar modificaciones en el proceso industrial ni en las instalaciones ya existentes”.
Según el informe de la Comisión de Seguimiento de la planta, “no se prevé que existan impactos negativos residuales de significación en caso que se acceda a lo solicitado por la empresa”, aunque estableció algunas condiciones que UPM debería cumplir si se accede al pedido.
“Cerca de la época electoral”.
El domingo 1º algunos centenares de vehículos llegaron en caravana hasta el puente internacional General San Martín, que une a Fray Bentos con la localidad argentina de Puerto Unzué. La Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú había desempolvado las pancartas y, como hizo innumerables veces desde fines del 2005, marchó en protesta contra el pedido de UPM de aumentar su producción.
Durante ese fin de semana el senador blanco Jorge Larrañaga se reunió con los intendentes de su sector y, tras una conversación con Omar Lafluf (Río Negro), Guillermo Besozzi (Soriano) y Bertil Bentos (Paysandú), telefoneó a Mujica para pedirle que conceda a UPM el aumento de producción y que convoque a una cumbre política para manifestar el apoyo al gobierno de los diferentes sectores políticos.
Luego Larrañaga planteó en el programa “Claves Políticas” de NSTV (canal de Nuevo Siglo) que si el gobierno no puede autorizar el aumento que planteó UPM, al menos se conceda un aumento provisorio de parte de ese incremento solicitado.
El lunes 2 la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) difundió un nuevo informe de la Comisión de Seguimiento de UPM, fechado el 30 de agosto. El documento dice que en la medición de emisiones al aire se registraron “episodios de excesos en los límites establecidos para la operación de UPM” durante el período de detención y puesta en operación de la planta por fallas eléctricas, aunque luego “los valores volvieron a estar dentro de los límites establecidos”.
En cuanto a los efluentes líquidos, el informe dice que “cumplieron para el periodo con las condiciones establecidas de concentración” y “el desempeño ambiental general de la planta (...) continuó cumpliendo con la normativa y la autorización otorgada”.
Ese día el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, dijo a la prensa que “para incrementar esa producción debe haber una solicitud, que la hay, y tiene que haber una evaluación del gobierno con todos los aspectos inherentes, que son aspectos vinculados al Estatuto del Río Uruguay, (...) la información que se debe dar de este caso, y al mismo tiempo los aspectos vinculados a temas medioambientales”.
Dijo que el tema se va a resolver “en las próximas semanas”.
Consultado sobre si existen presiones del gobierno argentino, el funcionario respondió: “Me parece que estamos muy cerca de la época electoral y se dicen cosas sin ningún fundamento. No tiene absolutamente nada que ver con ningún tipo de presión. El año pasado sucedió lo mismo, no había nadie de la oposición, nadie de la prensa. No les preocupó tanto”.
Donde también está cerca la época electoral es en Argentina, que celebra sus elecciones legislativas en octubre. En el gobierno uruguayo se maneja a ese factor como influyente en la reacción que pueda haber hacia el aumento de producción de UPM.
“Incertidumbre”.
Mientras, varios actores de la economía y la producción están preocupados por lo que pueda ocurrir si no se autoriza el incremento y UPM para sus operaciones por dos meses.
La Asociación de Empresas Contratistas Forestales del Uruguay manifestó en una carta su “incertidumbre, preocupación e inseguridad laboral” por la situación (ver Cartas al Director).
La organización sostuvo que una detención en las operaciones de UPM, “impactará negativamente a un gran número de trabajadores de pequeñas y medianas empresas” y afectará a 550 personas.
Además, como ejemplo afirmaron que “se dejarían de consumir 1,3 millones de litros de combustible por mes de paralización”.
A su vez, Miguel Fraschini, presidente de la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica, dijo a Búsqueda que “UPM es por lejos el mayor generador privado de energía”, que aporta unos 30 megavatios (MW) a la red de UTE
“En un escenario donde la energía privada viene creciendo gradualmente, aportando una solución al déficit de energía que tiene Uruguay y al alto costo de generación, es realmente una pena el impacto relevante de que la planta pare”, afirmó.
Fraschini sostuvo que “los megavatios que UPM deja de aportar al sistema los debería cubrir UTE con generación térmica en base a hidrocarburos”, lo que causaría “una diferencia grande de costos que afectan a UTE y a todo el país”.
También destacó que “UPM tiene planteada una ampliación de su capacidad de generación, un proyecto nuevo de 40 MW con una inversión de U$S 40 millones de dólares en asociación con UTE”.
“Ese proyecto estaba también en stand by esperando los permisos —dijo Fraschini—. UPM está siendo castigada doblemente, y el país está siendo castigado también”.
Política
2013-09-05T00:00:00
2013-09-05T00:00:00