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Natalia Genta es una profesora asistente grado 2 e investigadora en el Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales, que en 2013 recibió de la Universidad de la República una beca de posgrado por 24 meses. Sin embargo, durante un embarazo en el que sufrió complicaciones tuvo que tomar una licencia médica de 11 semanas entre agosto y noviembre de 2014, a lo que sumó la licencia maternal de 14 semanas tras dar a luz en febrero del año pasado.
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Debido a esos problemas, Genta solicitó que se le extendiera la beca por veinte semanas, pedido que fue muy discutido por el Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad y finalmente negado, ya que la situación vivida por la profesora no estaba prevista en las bases para el otorgamiento de la beca.
“Las bases no prevén que ningún beneficiario obtenga la dotación económica por más de 24 meses, ni tampoco contemplan la posibilidad de otorgar una prórroga, estando las autoridades impedidas de otorgar la prórroga solicitada”, aseguró el informe elevado al CDC por la Dirección General Jurídica de la Universidad.
“En este sentido se debe tener presente que de acceder a lo peticionado se podrían estar generando expectativas en otras 17 personas de sexo femenino que también obtuvieron la beca, o aun respecto de todos los beneficiarios que tuvieran a su cargo responsabilidades familiares que limiten sus posibilidades de progresar en su actividad profesional”, añade el informe.
El documento fue analizado en la sesión del CDC del 8 de diciembre pasado, donde Karina Batthyány (profesora agregada grado 4 en la Facultad de Ciencias Sociales y suplente en el CDC del decano Diego Piñeiro) llevó la propuesta para extender el plazo de la beca de Genta. “Nos resulta un poco llamativo que frente a la solicitud se plantee una negativa, porque se agranda la brecha entre investigadores e investigadoras. La conclusión que tenemos que sacar es que el estudiante no puede interrumpir una beca por haber sido madre, o si interrumpe va a ser penalizada. La Universidad no debería estar omisa y debe ser sensible a estos temas de género”, señaló.
Para ese momento ya la mayoría de los integrantes del Consejo habían mostrado su desacuerdo con otorgar la prórroga, ciñéndose al informe de Jurídica aunque demandando que en el futuro las bases de las becas sean modificadas a partir de este caso. Esa postura generó más críticas de Batthyány: “He escuchado cosas aquí que me preocupan. Parece extraño decir ‘a usted la sacrificamos’. Que la maternidad no se vuelva desventajoso para las mujeres”.
La posición de Batthyány contó de todas formas con la aprobación de otros consejeros que priorizaron hacer una excepción a las bases del llamado para marcar un rumbo a partir del caso. “Me parece que es hora de tratar el tema. Peor es el no reconocimiento al apoyo de esta persona que dejó su beca para tener su hijo”, reclamó María Torre, decana de la Facultad de Química.
“Creemos que es urgente y necesario tratar esta temática y abordarla y no solo para docentes sino para estudiantes. Nos preocupa bastante como para dejarla pasar. Si ahora tenemos el tema sobre la mesa hay que tomar una decisión al respecto para que las mujeres no dejen de estudiar por tener hijos”, indicó Mercedes Pérez, decana de la Facultad de Enfermería.
“Estoy de acuerdo con conceder la excepción porque muchas madres jóvenes viven la maternidad como algo que les pesa. La Universidad tiene que ponerse a actuar de manera urgente”, exigió María Urquhart, decana interina de la Facultad de Información y Comunicación.
No solo fueron mujeres quienes plantearon aceptar la extensión de la beca. Entre los defensores estuvo Jorge Urioste, decano de la Facultad de Agronomía: “Yo voy a apoyar la solicitud, comparto los argumentos. Hay valores que están por encima de las bases de los llamados, y son los valores que la Univeridad tiene que cultivar. Me parece que la Universidad tiene que tomar con coraje estos temas. Y hoy es el día”.
Atrasados o a la vanguardia.
Las “Becas de apoyo a docentes para la realización de estudios de posgrado en la Universidad de la República” fueron aprobadas en junio de 2013 por el CDC.
En mayo del año pasado, previo a que finalizaran los 24 meses de su beca, Genta escribió una carta a la Comisión Académica de Posgrados. Allí solicitó que se considerara una extensión de la beca debido a la licencia maternal que tomó por 14 semanas en la Universidad y a los problemas que vivió durante su embarazo. “En el período agosto 2014 a noviembre 2014 me vi obligada a tomar licencia médica por una complicación asociada al embarazo por la cual tenía que hacer reposo y de esa forma no podía trasladarme”, explicó, y enumeró determinadas “razones” por las que consideraba válida su solicitud.
Entre ellas estaban la ley 19.161, que consagra el derecho a la maternidad, paternidad y al cuidado del recién nacido permitiendo que las mujeres que son madres puedan ausentarse del trabajo remunerado para dedicarse a su propia recuperación del parto; la ley 18.104 de Igualdad de Derechos y Oportunidades entre hombres y mujeres, y el Plan Nacional de Oportunidades y Derechos, que “en su Línea Estratégica de Igualdad Nº 32 compromete a la Universidad de la República como organismo asociado, a generar medidas para incrementar la participación de las mujeres en los procesos de investigación y generación de conocimiento”.
Aunque la Comisión Académica de Posgrados resolvió habilitar la extensión del plazo por veinte semanas, consultó a Jurídica si correspondía el pago de la beca. En su informe elevado al CDC, Jurídica remarca que la redacción de las bases de la beca “no supone un trato desigual o discriminatorio conferido a la peticionante por su condición de mujer o madre, ya que pudo usufructuar la dotación económica durante todo el período en que no realizó actividades, sin que se dispusiera el cese o suspensión, y no se le exigió que devolviese el estipendio percibido”.
A partir de esa y otras conclusiones, el CDC resolvió el 8 de diciembre “no hacer lugar a la extensión por veinte semanas del pago de la beca”, aclarando que si tiene intención de continuarla Genta puede hacerlo, pero sin que la Universidad le pague por más tiempo del que ya se le había pagado. Además solicitó que se analice la posibilidad de incluir en futuras bases la prórroga de las becas adjudicadas por plazos limitados y atendiendo a situaciones imprevistas.
En este último punto, de empezar a tomar en cuenta situaciones relacionadas con el género, hizo énfasis Joaquín Toledo, consejero por el orden estudiantil. “La Universidad debe generar políticas más amigables con el tema. No sé si estamos atrasados pero no estamos a la vanguardia. Sigue siendo un tema ausente en el centro del debate universitario”, criticó.
