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La evaluación favorable que hacen los uruguayos sobre la gestión del ministro de Economía, Fernando Lorenzo, y del ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, experimenta un descenso en el tramo final de la actual administración. Según una encuesta realizada por la consultora Cifra especialmente para Búsqueda, en menos de dos años (desde principios de 2012 para Lorenzo, desde mediados de 2012 para Almagro) los juicios de aprobación a la gestión de ambos secretarios de Estado se redujeron significativamente y en forma paralela.
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Las aprobaciones de Lorenzo bajaron de 62% a 47%, y el saldo entre las aprobaciones y las desaprobaciones cayó a menos de la mitad (desde 47 puntos porcentuales en febrero de 2012 a 22 puntos porcentuales ahora). Las aprobaciones de Almagro, en tanto, cayeron desde 51% a 38%. Las diferencias entre aprobaciones y desaprobaciones del canciller también se redujeron a menos de la mitad, desde 27 puntos porcentuales en julio de 2012 a 10 puntos porcentuales en noviembre pasado.
El informe demuestra que las evaluaciones de ambos ministros fueron evolucionando de formas similares, pero se aclara que “en principio” esos “deterioros” simultáneos en las aprobaciones de gestión no podrían ser atribuibles al “efecto Pluna” —al menos no única o principalmente— porque Almagro no tuvo participación visible en ese episodio. En el caso del ministro de Economía, el punto más bajo de aprobación fue en julio de 2013, cuando el cierre de la aerolínea de bandera uruguaya cumplía un año y un mes. Desde comienzos del año pasado hasta mediados del actual, los juicios sobre la gestión de Lorenzo se deterioraron “muy significativamente”, pero según el informe de Cifra, en algún momento esa tendencia parece haber “tocado fondo”, y los valores observados en noviembre (47%) son mejores que los de julio pasado, cuando tenía una aprobación del 43%.
A fines de noviembre la evaluación de la gestión de los ministros Lorenzo y Almagro es “positiva”, según Cifra. La más favorable es la de Lorenzo, con 47% de aprobaciones y 25% de desaprobaciones; Almagro recibe menos aprobaciones (38%) y más desaprobaciones (28%).
Variaciones.
Tanto en el caso de Lorenzo como en el de Almagro, las evaluaciones de su gestión varían solo de manera moderada según las características sociales y económicas de la población. Sin embargo, se observan muchas más variaciones de acuerdo a las inclinaciones políticas de los encuestados. Los votantes del Frente Amplio son entusiastas sobre el desempeño de sus ministros, especialmente sobre Lorenzo, pero los votantes de los principales partidos de la oposición oscilan entre una aprobación a “duras penas” (en el caso de los colorados sobre Lorenzo) y una desaprobación clara en los demás casos.
El 69% de los votantes frentistas aprueban la gestión del ministro de Economía, mientras que solo el 25% de los blancos y el 34% de los colorados tienen una visión favorable. Dentro de los frentistas, solo un 14% no está de acuerdo con su gestión. La desaprobación dentro de los principales partidos de la oposición es del 40% en los votantes blancos y del 30% en los colorados.
El ministro de Relaciones Exteriores tiene una aprobación del 53% por parte de los votantes del Frente Amplio; el 24% de los blancos y el 30% de los colorados opinan igual. Dentro de los votantes de su partido, Almagro recoge una desaprobación del 16%. En los votantes del Partido Nacional el porcentaje trepa a 43% y en los colorados a 42%.
Interpelados.
En lo que va de este período de gobierno, ambos ministros fueron interpelados por la oposición en ocho ocasiones, tres Almagro y cinco Lorenzo. La gestión de ambos secretarios de Estado fue interpelada por primera vez en diciembre de 2011, cuando la oposición los convocó al Parlamento para pedirles explicaciones sobre las gestiones realizadas en defensa de Uruguay cuando el ex presidente francés, Nicolas Sarkozy acusó al país de ser un “paraíso físcal”.
El 26 de julio de 2012, Almagro volvió al Parlamento para dar cuenta sobre la posición de Uruguay respecto al ingreso de Venezuela al Mercosur. El 4 de febrero de este año fue convocado nuevamente por un tema vinculado al país caribeño; en este caso para explicar la presencia del presidente José Mujica en el acto de asunción “virtual” de Hugo Chávez como presidente. Lorenzo fue por segunda vez al Parlamento el 29 de octubre del 2012, cuando fue convocado a rendir cuentas en el caso Pluna, un tema por el que volvería a dar explicaciones el 8 de agosto y el martes 17 de diciembre de este año. Antes, el 3 de abril de 2013, había sido convocado para responder sobre la marcha de la economía en general.
Si bien el complicado relacionamiento con Argentina marcó la actuación del gobierno en materia de relaciones exteriores, fue el presidente José Mujica y no el canciller Almagro quien figuró de manera pública como el protagonista de las gestiones binacionales, dado su particular estilo de apostar a los vínculos personales.
En cuanto a Lorenzo, además de la relevancia pública del caso Pluna, el jerarca fue objeto de polémicas internas en el gobierno, que de forma más o menos explícita fueron divulgadas en los últimos tiempos. Esas rispideces internas entre el grupo de jerarcas que están al frente de la toma de decisiones en materia económica, y que tienen como principal referente al vicepresidente Danilo Astori, y un grupo de jerarcas de Presidencia asociados con posiciones de izquierda más estatista, derivaron en una crisis en febrero pasado.
En ese momento, el propio presidente llamó a una reunión de ministros de urgencia para frenar lo que entonces se manifestaba como un enfrentamiento abierto entre jerarcas a raíz de expresiones públicas tras la declaración de inconstitucionalidad de la creación del Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR) que la Suprema Corte de Justicia había dictaminado.
