A las 7:30 de la mañana del sábado 7, algunos participantes en el segundo Encuentro Nacional de Integrantes de Comité de Crédito Local habían llegado ya a la Intendencia de Montevideo. Una hora y media después, el Salón Azul del edificio estaba repleto de delegados de los comités que brindan los microcréditos rurales que impulsa la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Lo que ninguno de los participantes sabía a esa hora era que el presidente de la República iba a llegar sobre el final de la jornada. “Me acaban de avisar que viene (José) Mujica”, dijo sorprendido uno de los organizadores a Campo de Búsqueda al mediodía.
Mujica llegó a las 17 horas y fue el encargado de cerrar el evento. El presidente dijo que “los que tienen mucha plata la tienen fácil, pero los que están luchando con la vida tienen enormes dificultades”.
El mandatario consideró que hay un sector rural que “siempre es débil” y al que en “algunos casos” la “buena situación del agro” no llegó. “Es la clase media para abajo” la que vive en el campo y es “básico” darle herramientas de financiamiento para mejorar su calidad de vida, agregó.
Durante el encuentro, los delegados de los distintos comités discutieron cómo mejorar la herramienta del microcrédito rural, un sistema que fue desarrollado por la DGDR y que otorga Fundasol. El único requisito para poder acceder a este capital es la “confianza”. Los responsables de prestar el dinero son los mismos vecinos de quienes lo solicitan, explicaron fuentes de la organización.
En su discurso, Mujica destacó que “hay mucha gente que tiene campo” pero que no vive en él. “Tenemos un país formidable” que está “vacío” y son las personas de “clase media para abajo” los que residen en el medio rural.
“La soberanía real la expresa la gente que camina y pisa el suelo en el cual vivimos”, enfatizó el presidente ante un público compuesto principalmente por trabajadores y pequeños productores rurales.
“Hay lugares en el interior donde hay que tratar de sostener alguna gente para tratar de avisar si viene algún plato volador”, bromeó.
Mujica argumentó que es importante dar instrumentos para que el “peón” siga viviendo en el campo. “De vez en cuando hay algún urbano que se raja, (...) pero en términos generales las cosas no funcionan así”, indicó.
En ese sentido opinó que “los sistemas de microcréditos de carácter social”, como los que desarrolla la DGDR, son “básicos”. “Hay un montón de gente que no puede arrimarse a los bancos porque le piden poco menos que el ADN”, dijo a modo de ejemplo. “La gente precisa que la ayuden; después se revuelve”.
Desde que comenzaron a funcionar los microcréditos rurales en la primera gestión del Frente Amplio, durante el gobierno de Tabaré Vázquez, se han desembolsado más de U$S 13 millones y otorgado 23.445 créditos. Las personas que solicitaron préstamos a través de esta vía superaron las 10.000, según datos oficiales.
A partir de esas cifras el mandatario resaltó que hay que “luchar por la economía” para que “los pequeños productores no sean una fábrica de pobres” y para mantenerlos en el campo. También mencionó que existen otros instrumentos importantes para cumplir ese objetivo, como el Instituto Nacional de Colonización, al que, dijo, hay que asignarle más recursos.
De manera dispar
Al igual que Mujica, el senador y ex ministro de Ganadería, Ernesto Agazzi (Movimiento de Participación Popular), evaluó que la buena situación del campo favoreció a los distintos sectores de manera dispar. “La bonanza del campo es más ingreso, más movimiento de capital, más volumen de venta y eso, en una sociedad basada en la propiedad privada, en un sistema capitalista, le llegó a cada uno de los sectores sociales según el lugar que ocupan”, dijo Agazzi a Campo de Búsqueda.
“Hoy los sectores de pequeños productores están mucho mejor que hace 10 años” y “los trabajadores han aumentado mucho sus ingresos, pero todavía falta mucho para que una familia pueda vivir decentemente”, diagnosticó.
“No creo que el hijo de un peón de estancia pueda estudiar Ingeniería a pesar de que tenga boletos gratis y becas para estudiar”, opinó el senador. “Una familia de un peón de estancia no ofrece el marco social que respalda la adquisición de conocimientos a los que se accede en los niveles más altos de educación. Hay un retraso muy grande de derechos en los sectores sociales del campo subordinado”, aunque “han mejorado mucho y van a seguir mejorando su situación”.
Durante el discurso que ofreció en el encuentro organizado en la Intendencia, Agazzi destacó la importancia del programa de microcrédito, al que definió como “un asunto propio de los pagos chicos, donde la gente se conoce y donde además de los derecho se practica mucho la responsabilidad”.
“Es una herramienta de los pequeños productores que lo que demuestra es que ellos también pueden construir cosas que son necesarias y útiles para su supervivencia”, dijo.
Ese mecanismo sirve “para comprar un animal, para hacer una praderita, para ayudar a algún hijo a estudiar” y para “todas esas cosas materiales” que precisan “en la vida” las personas de “pocos recursos”.
Para el presidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural, Mario Buzzalino, la diferencia entre los productores grandes y pequeños “no sólo se ha mantenido, sino que se ha acentuado”.
“Hay que separarlo un poco por rubro”, pero “hay sectores en que la bonanza nunca le llegó”, dijo el dirigente a Campo de Búsqueda y puso como ejemplo la granja.
Pequeños productores que participaron en el encuentro de microcrédito rural coincidieron con esta opinión. “Capaz que uno ve que la soja vale tanto más, pero los productores familiares no producen soja” y la “buena situación” del medio rural “es para algunos”, dijo Daniel Pereyra, un pequeño productor de Canelones.
No obstante, dijo que hay pequeños empresarios que “han encontrado algún nicho puntual en alguna cadena de supermercados o vendiendo algún producto diferenciado” en el que no actúan tantos “intermediarios”.
Francisco Arburua, otro empresario de menor tamaño, dijo que la “buena situación” del medio rural sí alcanzó a los pequeños productores, aunque enseguida aclaró que a su entender, estos crecen más “lentamente”.
“El productor grande se defiende” de otra manera “porque puede diversificar”, fundamentó. Y remató: “El chico hace una cosa sola y aguanta quieto”.
