“Falta que los puertos hagan inversiones para tener un mayor ritmo de carga y más velocidad”, diagnosticó, y consideró que avanzar hacia ese objetivo “es responsabilidad tanto del Estado como de los privados”. No obstante, reconoció que es difícil para las empresas realizar estas inversiones porque “se requieren muchos años para amortizarlas”.
Además, apuntó que hace una década “nadie” podría haber proyectado la “alta producción” que iba a tener Uruguay.
El broker argentino y gerente de Hajnal SA, Fernando Villamil, brindó una opinión similar, y dijo que el funcionamiento actual de los puertos es uno de los “cuellos de botella” para la exportación de grano en Uruguay.
“Trancas” argentinas
Foderé adelantó a Campo que hay “muchos proyectos” para mejorar la capacidad de los puertos uruguayos. Sin embargo, advirtió que algunas de estas iniciativas están “trancadas” por Argentina.
Hay tres terminales “definidas que se quieren construir” en Nueva Palmira pero no se puede avanzar porque no tienen el consentimiento del gobierno de la presidenta Cristina Fernández, se quejó el empresario.
Villamil, por su parte, aseguró que este es el único camino para superar el “cuello de botella” que representa la capacidad portuaria de Nueva Palmira.
Pero al margen de estos proyectos de ampliación, Foderé adelantó que las firmas que ya operan actualmente en Nueva Palmira tienen programado mejorar su capacidad de trabajo.
La empresa Corporación Navíos —que gestiona la principal terminal de ese puerto— está realizando inversiones para “mejorar sus velocidades de carga en un 50%”, dijo Foderé, y subrayó que “es un cambio que ya está ocurriendo”.
TGU también tiene un proyecto que apunta en la misma dirección. Pero para avanzar en ese sentido piden renovar la concesión, que vence este año, añadió Foderé.
A su vez, la tercera terminal, que está a cargo de la empresa Ontur, planea construir una planta de silo, informó el ejecutivo.
Esta terminal portuaria fue pensada para cargar la celulosa producida por la planta de UPM, pero ante el crecimiento de la agricultura “también están pensando trabajar fuerte con los granos”, explicó.
Foderé también se refirió al puerto de Montevideo, aunque destacó que su capacidad para desarrollar esta tarea es mucho menor que la de Nueva Palmira.
El puerto de la capital “es un puerto complejo” y “todavía no tiene condiciones de cargar granos en forma eficiente”. “No hay ninguna planta de silos que cargue directamente al buque”, señaló.Y aseguró que “nunca se va a transformar en un puerto de graneles” porque no fue concebido de esa manera. No obstante, valoró que el año pasado “tuvo un buen desempeño”, y proyectó que este año repetirá su actuación.
Un eslabón “central”
Previo al traslado de los granos a los puertos, la materia prima es depositada en plantas de almacenaje y acondicionamiento, que constituyen otro de los eslabones fundamentales en este proceso logístico.
En la actividad agrícola, “la etapa de almacenaje de los granos constituye un elemento central, tanto para garantizar su conservación y calidad como por las estrategias comerciales de los productores”, señala un informe elaborado por varias reparticiones del Estado y un organismo internacional.
“El crecimiento en la capacidad de acopio permitió solucionar problemas existentes en el pasado, tanto en zonas tradicionales para la agricultura como en aquellas (centro y este) donde esta práctica se extendió en los últimos años”, evalúa ese estudio. Y aclara que pese a esto, los centros de acopio no siempre pueden responder a dificultades que surgen de problemas climáticos o de comercio.
De hecho, esto último es lo que está sucediendo con el trigo almacenado, el cual está teniendo dificultades para ser colocado en el exterior, señalaron a Campo operadores del mercado (ver recuadro).
El director del Plan Nacional de Silos, Ariel Bogliaccini, recordó a Campo el inicio de la construcción de silos, la cual —apuntó el funcionario— fue impulsada por el gobierno en la década de los 70 con el “aporte” de los productores.
Luego, en el último gobierno colorado, “se resolvió la transferencia que había construido” el Estado a sus “legítimos tenedores”, y “a partir de ese momento las construcciones estuvieron en manos de privados”. “Hoy tenemos capacidad para almacenar toda la producción nacional”, resaltó.
La “inquietud” por el stock de trigo
Faltan solo algunos meses para la cosecha de soja —que se realizará entre abril y mayo— y el trigo todavía descansa en las plantas de almacenamiento, mientras que las perspectivas de venta para este grano son desfavorables, comentaron a Campo operadores del mercado, quienes manifestaron su “inquietud” por el tema.
“No hay espacio para acopiar todo un saldo exportable en el caso del trigo” y “menos hay en el caso de la soja”, alertó el broker argentino y gerente de la empresa Hajnal SA, Fernando Villamil.
“Difícilmente pueda salir todo el trigo” porque “no hay nuevos negocios”, proyectó por su parte el director de la empresa de servicios Fadisol SA, Carlos Foderé. Y explicó que el principal comprador de trigo de Uruguay, Brasil, no está adquiriendo la materia prima al país “por diferentes razones”.
El stock de esta materia prima asciende a una cifra superior al millón de toneladas, informaron esas fuentes.
Hasta ahora solo fueron vendidas 350.000 toneladas de trigo, lamentó Villamil, quien también planteó su preocupación por la dificultad para colocar la producción de este grano.
Villamil comentó que este problema es de carácter comercial, y destacó que no está vinculado con la capacidad de las plantas almacenadoras, que, de todos modos, según su entender, requieren de más inversión. Las plantas deberán hacer lugar en los silos embolsando el trigo, lo cual les genera un costo adicional por tonelada.
Según Foderé, comparado con a los puertos, el crecimiento en la capacidad de estas plantas estuvo “más” en sintonía con el boom agropecuario. Aunque consideró que los esfuerzos en este sentido todavía “no son suficientes” y no equiparan la velocidad alcanzada en siembra y cosecha.
En la misma dirección se expresó Villamil: “Las terminales existentes se han ampliado pero no han acompañado el ritmo de crecimiento de la oferta”.
En 2012 se crearon seis nuevos centros de acopio, lo que implicó que la capacidad de acopio alcanzara las 5.715.604 toneladas, destaca un informe elaborado por varias reparticiones del Estado y el Banco Interamericano de Desarrollo.
En Uruguay, el sector de almacenaje creció un 62% entre 2003 y 2010, lo que implicó un aumento superior al del PBI, agrega ese estudio. Y precisa que “los departamentos con mayor cantidad de centros de este tipo son Colonia, Soriano y Cerro Largo”.
Las plantas de almacenamiento están “ubicadas principalmente cerca del puerto, debido a la necesidad de acopiar el grano por contar con puertos de baja capacidad de carga de buques”, amplía.