El senador colorado José Amorín es de los pocos políticos que no contratan encuestas. “Se equivocan”, argumenta. Para él la clave está en las conversaciones que tiene con cada dirigente del país. Sobre esa base, y ante una elección interna en la que va a pesar la “estructura” —dice— se tiene fe y asegura que le hará competencia a su compañero de bancada Pedro Bordaberry.
El sábado 8, dirigentes de todo el país se reunirán para dar inicio formal a la campaña electoral de Amorín como precandidato presidencial. En entrevista con Búsqueda, comentó que su principal obsesión es mejorar la educación y rechazó que tilden a los colorados como conservadores. “No hay nada más conservador que los que tienen menos sean los peores educados”, dijo al criticar la actual situación de la educación.
—En la invitación para la actividad del sábado se informa que el tema del día es el inicio de campaña. ¿En qué condiciones están para esa instancia?
—Creo que vamos a tener una elección interna pareja. Tenemos dirigentes importantes de todo el país que en la elección pasada votaron con Bordaberry. Nosotros hemos crecido de manera muy importante. Creo que además la gente todavía no sabe cuándo es la interna. La gente va a pensar en la interna en los últimos meses, en abril y mayo. Esos serán los meses fundamentales. Antes de eso tenemos que tener una estructura muy fuerte armada. En la interna del Partido Colorado la estructura pesa mucho. En ese aspecto estamos muy bien. Queremos que esta corriente crezca y que el Batllismo sea la mayoría. La opinión pública se empieza a volcar de a poco y por eso vamos a tener una muy buena votación. Yo aspiro a ganar, estoy trabajando para ganar y siento que estoy cerca de ganar.
—Hasta ahora la discusión en la interna colorada es sobre el Batllismo: ¿ese es el tema que realmente los diferencia? ¿Decir cuál es más batllista?
—Yo siempre me definí como batllista y durante mucho tempo estuve en soledad. Yo decía que era batllista y Bordaberry decía que era pragmático. Ahora todos quieren ser batllistas y bueno, entonces fue un enorme aporte que le hicimos al país. Hasta Mujica se define como batllista, todos los políticos quieren ser batllistas. Si realmente toman lo que es el Batllismo le estamos haciendo un bien al país.
—Pero hoy se dice que el Batllismo no es solo el Partido Colorado, incluso que lo ven en el Frente Amplio, que se apoderó.
—Si lo ven ahí se equivocan. Cada cual representa el Batllismo como quiere. El Batllismo representa algunas cosas que en el Frente no están. El Batllismo es liberal porque ama la libertad, el Batllismo es republicano porque cree en la separación de poderes, es notorio que hay sectores del Frente Amplio que ni aman la libertad ni aman la separación de poderes y creen que la mayoría parlamentaria es una especie de dominio total del país.
—¿Y a usted por qué lo tendrían que votar?
—La gente tendrá que ver, elegir qué tipo de gobierno viene. Tendrá que ver si el próximo gobierno tiene que tener capacidad negociadora o si tiene que tener una actitud más bien autoritaria. Tendrá que ver cuáles son las condiciones de los candidatos y allí tendrá que elegir y ver en qué hace énfasis cada candidato. Yo desde hace tiempo vengo diciendo que el tema fundamental es la educación. Ese es el tema del que tenemos que hablar. Vengo poniendo énfasis en la inserción internacional. Me parece muy importante esto porque el Mercosur es una especie de cárcel hoy para el país. Tenemos un acuerdo que nos aporta muy poco. Y al final la gente vota por confianza, vota al candidato que le tiene más confianza.
—¿La campaña será ideológica o más pragmática? En el Frente Amplio dicen que ustedes son la “restauración del conservadurismo”.
—Los batllistas somos exactamente lo contrario al conservadurismo. El Batllismo siempre tuvo esa capacidad de mirar 30 años para adelante. Cuando insistimos en transformar la educación y Tabaré Vázquez lo que hace es poner a los sindicatos al frente, notoriamente es una posición mucho más conservadora la de Tabaré Vázquez que la nuestra. Cuando decimos que el Mercosur no sirve más y hay que abrirse al mundo, y Tabaré Vázquez dice “más y mejor Mercosur”, él tiene una posición mucho más conservadora que la nuestra. Cuando Tabaré Vázquez dice 6% para la educación, nos está demostrando que su campaña es de eslogan, un eslogan que no dice nada. No hay que decir que se va a gastar un 6% del PBI en la educación, porque no se sabe cuánto va a ser, el 6% no es una cifra, porque no se sabe si va a subir o va a bajar. Lo que tenemos que decir es qué transformaciones se van a hacer en la educación. Hay que hacerlas bien y ver cuánto cuesta hacerlas. Y ahí ver si el país debe aportar más o menos.
—¿Por dónde pasan sus principales propuestas?
—Educación, eliminación del IPRF. Tenemos que defender al trabajo. Hay que defender a la persona que trabaja. Mujica sale al exterior y dice que los uruguayos somos atorrantes, pero al que trabaja y gana más de $ 19.000 en bruto le cobran por trabajar. Eso es injusto. Hay que permitirle a la gente que a través de su trabajo pueda conseguir logros, tener ascenso sociales. El IRPF impide esos ascensos sociales.
—¿Y en seguridad? Este es un tema del que su sector no habla mucho.
—Nuestra bandera principal es la educación. Creo que hay que hacer muchas cosas en seguridad. Hay que mejorar la calidad de la Policía, respaldar a la familia policial, ajustar una cantidad de trabajos y hablar con los jueces para ver qué modificaciones legislativas se requieren para que sean lo más eficientes posible. Tenemos que mejorar las cárceles que hoy son una especie de posgrado en delincuencia. Según la información que tengo, más del 70% de las personas que están en la cárcel, cuando salen, vuelven a delinquir. Si mejoramos las cárceles y les damos una oportunidad a esa gente para que se reeduque, eso baja al 40% como en otros países.
—¿No está de acuerdo con la mano dura?
—Planteo mano firme, más que mano dura; aplicación de la ley, mejoramiento de la situación de las cárceles y la base de todo es la educación.
—¿Pero qué pueden hacer en educación? Todos los partidos tienen ideas pero no se ponen de acuerdo.
—Puede haber temas concretos en los que nos pongamos de acuerdo. Todos hablan de más escuelas de tiempo completo, parece razonable. Estamos planteando un primer ciclo de nueve años. El salto de sexto de escuela a primero de liceo es horrible. En sexto repite el 2% y en primero de liceo repite el 40%. Algo anda mal. Son dos sistemas que piensan en ellos y no en los alumnos. Hay que insistir con los bachilleratos tecnológicos. Hay que mejorar la formación docente, porque sin buenos docentes no hay buenos resultados. Yo estoy de acuerdo con la Universidad de la Educación, que los docentes tengan titulo universitario y algo más: deberían tener ingresos como un profesional universitario medio. Todos tenemos estas ideas parecidas. Yo escucho hablar a Fernando Filgueira del Frente Amplio y coincido en un 80%, 90% de lo que dice, escucho hablar a Pablo da Silveira del Partido Nacional y coincido en un 80, 90%. Viene a nuestras conferencias Renato Opertti y coincide con todos ellos. La gran tarea es hacer un acuerdo para una transformación a diez años. Esto no se transforma de un día para el otro. Tenemos que ponernos por encima de nuestros partidos y poner a los mejores técnicos y transformar la educación.
—Hoy parece como imposible.
—No, hay que hacerlo. Es la educación la que nos transformó en un gran país en América Latina, es la que nos distinguió en el mundo. El nivel educativo depende en qué hogar naciste. Si lo hiciste en un hogar en Montevideo con posibilidades es probable que vayas a una escuela y liceo privados. Eso es enormemente injusto. Entonces cuando a mí me dicen que el Frente Amplio es progresista y nosotros conservadores, yo digo que no hay nada más conservador que esto. No hay nada más conservador que los que tienen menos sean los peores educados.
—¿Cómo trabajaría con los sindicatos de la educación? Vázquez dice que declararía esencial ese servicio si fuera necesario.
—Pero Vázquez fue el que puso los sindicatos al frente de la educación. Vázquez fue el que peronizó al país, el que hizo que los sindicatos fueran parte del gobierno. De hecho para ser diputado o senador del Frente Amplio es muy importante haber pasado por un sindicato. El sindicato es del partido. Yo creo que eso está mal. Creo que hay mucha gente en los sindicatos que piensa que eso está mal. Los sindicatos tienen que defender los intereses de los trabajadores. Y eso me parece fenómeno, pero no tienen que gobernar. Los que tienen que gobernar son los representantes del pueblo, los políticos elegidos. El cogobierno es peronismo y no queremos tener nada que ver con eso.
—¿Qué línea económica plantea?
—Hay que terminar con el IRPF como tema fundamental. Hay que buscar equilibrios económicos y abrir el país al mundo. Los países chicos necesitan salir al mundo. Hoy estamos presos de los caprichos de la presidenta argentina y de las dificultades que tenemos permanentemente con Brasil. Cuando se creó el Mercosur se creó para que vinieran acá a instalarse fábricas para producir bienes para todo el Mercosur. Ya nadie viene para eso. Entonces, ¿para qué nos sirve el Mercosur?
—¿Plantea irse del Mercosur?
—Desde adentro se pueden hacer muchas cosas. Por ejemplo, hay que terminar con la cláusula que impide hacer tratados de libre comercio con otros países. Hay que explorar una alianza con el Pacífico. En principio seguiríamos este camino y si no, buscaríamos tener una posición como la de Chile (asociado). El Mercosur no nos sirve y nos está atando.
