Historia de un robo “legal”.
Historia de un robo “legal”.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPersonajes: A, B, E
A: trabajó durante toda su vida y logró ahorrar un dinero D, previendo la etapa de su vida en la cual ya no estaría en condiciones de continuar trabajando.
B: nunca trabajó y es un “atorrante” que se dedicó a efectuar pequeñas rapiñas, hurgar en los basurales y recibir algunas monedas que le permitirían subsistir, naturalmente en forma muy precaria; la sociedad lo considera como un “pobre”, pues apenas logra cubrir sus necesidades mínimas.
Un buen día, B se enteró de que A guardaba en su casa el dinero D y decidió esperar el momento propicio para robar ese dinero. Después se dedicó a vigilar a A para enterarse en qué momento A no se encontraba en su casa y poder así llevar a cabo su asalto.
La operación planeada era pues que el dinero D pasaría de A a B: A——D——B
Pero B no era un ladrón muy experto y sintió temor de ser descubierto y, en consecuencia, ser enviado a prisión por haber cometido ese delito. B recordó entonces a un amigo E que podría efectuar el robo sin correr el peligro señalado.
B resolvió entonces que le pediría a E que lo ayudara a llevar a cabo el robo proyectado.
Habiendo E aceptado actuar como intermediario, el esquema de la operación sería: A——D——E——D——B
E roba el dinero a A y luego se lo regala a B por razones de “justicia social”. Obviamente, los dos esquemas señalados tienen el mismo resultado: el dinero pasa de A a B. En el primer esquema, la operación es penada por la ley mientras que el segundo es legal.
¿Pero quién es ese amigo E tan benévolo y tan generoso que además actúa sin el peligro de ser procesado? Pues muy simple: es el Estado en que viven nuestros personajes A y B, que gobierna bajo un régimen socialista o, mejor aún, comunista.
Ejemplo personal. Habiendo trabajado durante 60 años, aportando siempre puntualmente a las cajas correspondientes, dispongo actualmente de dos jubilaciones: una de la Caja Profesional (30 años ejerciendo libremente mi profesión de ingeniero industrial) y otra del BPS: Caja Civil y Escolar (20 años en UTE, 60 años en la Universidad donde comencé como estudiante en un cargo de ayudante), Caja de Industria y Comercio (40 años en el Liceo Francés en los Preparatorios de Ingeniería, 20 años en la Universidad ORT como catedrático de Matemáticas).
Al haber creado el gobierno actual el IASS (Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social), que fue inventado para sustituir al impuesto a la renta (IRPF), considerado inconstitucional para los jubilados, me encontré con que la suma de mis dos pasividades ya invadía intervalos más onerosos y por lo tanto el impuesto que yo debo pagar en el año es tan elevado que prácticamente equivale a que me supriman el 70% del monto de mi pasividad mensual de la Caja Profesional. Las pasividades derivan de un aporte obligatorio durante los años de trabajo para que el trabajador tenga una vejez más aliviada cuando termina su vida laboral; pero el dinero aportado pertenece legalmente al pasivo y, por lo tanto, si se le descuenta una parte importante del mismo, se puede afirmar que, ni más ni menos, es un robo “legal” que el Estado le realiza al pasivo, como cuando mencionamos a E en nuestro planteo inicial.
Ing. Isi Haim