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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáConseguí en la feria de Tristán Narvaja el primer tomo de una obra en tres tomos: La educación del pueblo, escrita por José Pedro Varela; no encontré dato de su fecha de escritura, pero sí de cuándo él la presenta ante la Comisión Directiva de la Sociedad de Amigos de la Educación Popular de Montevideo, fue en agosto de 1874.
Pasaron 149 años y de la lectura de este primer tomo me doy cuenta de que no cumplimos ni con la mitad de la propuesta, o sea, que todos nuestros legisladores y las distintas autoridades de la educación y ni que hablar de los sindicatos de esta están en falta, por ignorancia de este texto o por desidia y mediocridad.
Me resulta tan desalentador comprobar cómo se homenajea al autor, pero este libro no existe en las librerías, la edición que conseguí fue realizada por la Corporación Gráfica en octubre de 1968.
Copio a continuación el índice de este primer tomo.
I. Fines y ventajas de la educación
Capítulo I. Fines de la educación.
Capítulo II. La educación destruye los males de la ignorancia.
Capítulo III. La educación aumenta la fortuna.
Capítulo IV. La educación prolonga la vida.
Capítulo V. La educación aumenta la felicidad.
Capítulo VI. La educación disminuye los crímenes y los vicios.
Capítulo VII. La educación aumenta la felicidad, la fortuna y el poder de las Naciones.
II. La democracia y la escuela
Capítulo VIII. La educación en la democracia.
Capítulo IX. La educación obligatoria.
Capítulo X. La educación gratuita.
Capitulo XI. La enseñanza dogmática.
Capitulo XII. La educación clásica.
Los gauchos (artículo periodístico).
Algunas frases que me impresionaron:
“Los mejores educados son siempre los mejores pagos. Bastará la constancia de esta innegable verdad, para dejar demostrado que la educación aumenta la fortuna del individuo.
La educación es, pues, fortuna, fortuna que no se pierde, que no se gasta, que produce siempre: capital atesorado, que reditúa constantemente, y que los padres pueden y deben legar siempre a sus hijos.
Esta verdad se hace más palpable y más evidente a medida que el trabajo se complica, es decir, que es más inteligente el esfuerzo que se demanda. Un simple dependiente de comercio, el escribiente de un abogado, el procurador, el jefe de la más insignificante fábrica y, naturalmente, todos los que en la escala social ocupan funciones más elevadas, obtienen mucha mayor retribución por un trabajo menor, que el obrero, por inteligente que este sea. El salario se regula, en realidad, por la educación que tiene el que lo recibe, considerada esta en sus relaciones con el trabajo que realiza”. (Tengamos en cuenta que esto lo dijo en 1874).
Agrego yo, hoy en 2023, los mejores salarios y la demanda insatisfecha se produce en el ramo de la informática.
Guillermo Asi Méndez
CI 1.06.4746-4