La entrevista a Sebastián Marset

Con sorpresa, pena y tristeza tomé conocimiento de que un canal de aire llevaría a cabo una entrevista a una persona que está requerida por las autoridades paraguayas. Es así que al estilo “laberinto” se concertó y plasmó. Evidentemente que este caso y sus connotaciones viene provocando un descrédito, con renuncia de autoridades gubernamentales, falta de transparencia y por tal consecuencias no deseadas. Estimo que el programa aludido creó una desatinada presión social hacia la ciudadanía exaltando cual Robin Hood a quien no lo merece. Esa tendencia hacia la apología evidentemente no se condice con la libertad de expresión que ha caracterizado a nuestro país por la prédica constante de justicia, solvencia intelectual, transparencia y meridiana vocación de servicio, que a nuestros medios de comunicación nacionales los ha tornado referentes incluso ante la Sociedad Interamericana de Prensa.