—Estamos en esa etapa. Dar vuelta la página quizá no explique todo lo que es. Es una etapa nueva donde hay cosas con las que no estuvimos de acuerdo, en su momento dijimos todo lo que teníamos que decir, pero se siguió un proceso dentro del Frente Amplio que a esta altura es irreversible. En esa situación, ¿cómo nos paramos como sector? Con una definición clara. ¿Cuál es el objetivo político más importante que tenemos por delante? Es conseguir el cuarto gobierno. Y, para conseguirlo, nosotros tenemos que consolidar nuestra agrupación, terminar ese trabajo político de organización que veníamos desarrollando con muy buenos resultados, pero que en los últimos dos años la situación que enfrentamos nos desvió del camino. Estábamos todo el tiempo respondiendo ataques, en un enfrentamiento político continuo, con ataques importantes no solo desde afuera sino desde adentro. Eso nos encerró y no pudimos seguir trabajando en fortalecer la 711 para capitalizar lo que seguimos siendo hasta ahora: la fuerza política más votada en la interna del Frente Amplio. Para esta etapa ya hemos definido que quien encabeza nuestro trabajo político es Raúl Sendic. Raúl ya está trabajando, participa en un grupo de análisis y propuesta de la campaña.
—¿Cuál será el rol de Sendic, un jefe de campaña del sector?
—Sí, participa en el comando que tenemos y, por supuesto, saliendo a recorrer y conversar con las agrupaciones en casas de vecinos, en casas de familia. Es impresionante el poder de convocatoria que tiene. No es lo mismo que yo vaya solo a que vaya con Raúl. Y eso nosotros lo tenemos muy claro. Nosotros siempre tuvimos un candidato en la sombra que nunca pudo participar. Porque estaba en Ancap, primero; porque era candidato compartido de todo el Frente Amplio, después. Nunca pudimos hacer campaña para el sector con Raúl Sendic. Ahora tenemos estos impedimentos, pero encabeza el sector. A mí me sorprende que con todo lo que hemos pasado, sigamos teniendo ese nivel de apoyo y respaldo.
—¿Qué cree que generó la situación de los últimos años?
—Ha pasado de todo. Ahora, lo que han generado a un nivel que no se mide, sino que se palpa recorriendo, es que se cometió una gran injusticia. La gente lo percibe eso. Y suscribo lo que dijo Raúl hace un tiempo: “La montaña parió un ratoncito”. Porque de todas las carpetas que presentaron los muchachos de gabardina, lo que tomó la Justicia fueron dos cositas aisladas. Y del gran desfalco de US$ 800 millones que desaparecieron no hay nada. Mal que les pese a muchos, esto está jugando a favor de nosotros. Y tengo una gran expectativa de que lleguemos al 30 de junio y demostrar que no estamos muertos.
'De todas las carpetas que presentaron los muchachos de gabardina, lo que tomó la Justicia fueron dos cositas aisladas. Y del gran desfalco de US$ 800 millones que desaparecieron no hay nada. Mal que les pese a muchos, esto está jugando a favor de nosotros'
—¿Qué consideraría un buen resultado?
—Estar de nuevo entre los cuatro o cinco grupos más votados dentro del Frente Amplio va a demostrar la vigencia del sector y el liderazgo de Raúl Sendic.
—Usted dice que se cometió una “gran injusticia”. ¿Han hecho autocrítica también?
—Sí, la hemos hecho hacia adentro. Simplemente, que en ese dar vuelta la página nosotros no estamos para hacer autocrítica. La hicimos en los organismos internos, que es donde la teníamos que hacer. Y, a partir de ahí, definimos cómo seguir para adelante.
—En el proceso, las críticas más duras fueron desde dentro del Frente Amplio. Es la propia fuerza la que lo inhabilita, e incluso hubo quienes pedían que se lo expulsara. ¿En algún momento la 711 consideró irse del Frente Amplio?
—Nosotros nunca dudamos que nuestro lugar es en el Frente Amplio. Nuestro proyecto es frenteamplista o no lo es. Como también dije que nuestro proyecto nació con Raúl Sendic, es con Raúl Sendic o no es nuestro proyecto.
—Le pregunto porque la Justicia sí le permite ser candidato y es únicamente el Frente Amplio quien lo inhabilita…
—Sí, sí, pero se tendrán que hacer cargo de la decisión que toman. Yo me expresé duramente con las decisiones, que las consideré equivocadas, pero al ser frenteamplistas admitimos las reglas de juego. Las mismas que respetamos en el Parlamento cuando se toman decisiones con las que no estamos de acuerdo y hemos acatado.
—¿Por qué decidieron apoyar a Andrade y no a los otros candidatos?
—No tenía ninguna duda de que teníamos un solo candidato al que podíamos apoyar. Por respeto a compañeros de agrupaciones del interior del país, que tenían muy buen relacionamiento con sectores que apoyan a Cosse, se planteó la posibilidad de apoyarla. Pero con Andrade tenemos muchas coincidencias: compartimos una visión de desarrollo del país, compartimos lo que está diciendo sobre cómo distribuir la riqueza, cómo generar puestos de trabajo, cómo debemos gravar a los que se enriquecieron en el país. Tenemos la misma visión.
—Otros dirigentes de la 711 han planteado que ninguno de los cuatro candidatos es “de izquierda”.
—No estoy de acuerdo. Los cuatro, en una visión general, son muy buenos candidatos. Lo que sí no tiene ninguno de ellos es el carisma con el que veníamos acostumbrados de nuestros líderes. No es lo mismo estos cuatro candidatos que Tabaré, Pepe, Astori, que tenían otro peso, otro carisma. Estos están en la construcción de nuevos liderazgos. Ahora, si graduaras los perfiles desde la socialdemocracia a la izquierda, no tengo ninguna duda de que el compañero Andrade es de izquierda, que viene del trabajo y plantea cosas con las que coincido ideológicamente. Yo quisiera a Raúl Sendic de candidato, pero no está en consideración.
—¿Cómo ve la campaña interna?
'Estar de nuevo entre los cuatro o cinco grupos más votados dentro del Frente Amplio va a demostrar la vigencia del sector y el liderazgo de Raúl Sendic'.
—Lo que se ve desde afuera es ese deseo de no confrontar. Y está bien, nosotros no podemos salir con heridas porque el Frente Amplio está en una situación que no es la misma que en 2014. Y del 30 de junio tenemos que salir lo más juntos posible aunque no nos guste el candidato, porque esto no es cuestión de gustos, es de proyecto. Y para eso militaré, porque, como dijo Sendic, los gobiernos van tan lejos como la gente quiera.
—¿Y por qué no Daniel Martínez, Carolina Cosse o Mario Bergara?
—Me parece que no han profundizado en sus propuestas. Para bien del Frente Amplio, tendrían que profundizar en la visión que tienen. Obviamente, enmarcada en el programa de gobierno, pero cada uno le da su impronta personal. Por ejemplo, la compañera Cosse ha mostrado algo de lo de su palo, pero el país tiene otras cosas como la infraestructura, la nueva matriz productiva, que no solo pasa por lo tecnológico. No digo que no lo tengan, pero me gustaría que profundizaran más.
—¿Cómo se preparan para una campaña contra la oposición, en la que el tema Sendic seguramente esté sobre la mesa?
—No tengo duda de que la oposición va a querer usar el tema Sendic para capitalizar con ataques al Frente Amplio. Pero la respuesta es clara: el Frente Amplio tomó una decisión, el Partido Nacional no la tomó. El Frente Amplio tiene respuestas, hizo lo que creyó que tenía que hacer. Para eso estamos preparados. Incluso, desde hace poco tiempo el Frente Amplio empieza a tomar en la defensa de las empresas públicas algunas cosas que dijimos y no hizo en su momento. El Frente Amplio no defendió las empresas públicas cuando tenía que hacerlo, recién ahora empiezan a defender lo que se hizo.
—¿El Frente Amplio puede perder la elección?
—No tengo dudas de que el Frente va a ganar el próximo gobierno. Que vamos a tener que hacer muchos esfuerzos, sí. A la gente hay que demostrarle el riesgo a perder muchas conquistas que conseguimos si llega al poder la oposición. En la medida en que podamos hacerle ver que es mucho lo que podemos perder, no tengo dudas de que ganaremos la elección. Sí tengo muchas dudas de que podamos ganar la mayoría parlamentaria, pero también se decía esto en 2014. Hubo cosas que por falta de voluntad política o por falta de recursos quedaron en el camino y a la gente hay que darle explicación.
—¿Cuáles?
—El desempleo, la falta de vivienda, la baja de las jubilaciones. Nosotros tenemos que comprometernos firmemente a que una de las principales líneas va a ser la vivienda.
—¿En eso faltaron recursos o voluntad política?
—No hubo recursos y a veces equivocamos el camino. Por ejemplo, en el sistema de vivienda de interés social. Estimulamos a que las empresas invirtieran, pero terminaron construyendo apartamentos de US$ 120.000. Alguien planteó en el Frente empezar a licitar por valor la construcción de viviendas, yo quiero ver qué pasa, pero tiene que ser más barato y con precios que la gente pueda pagar. Dar la vivienda es un seguro frente a la pérdida del empleo, a que perdamos el gobierno, porque si pierde eso a mucha gente no le queda otra que volver al asentamiento.
—Después de 15 años en el poder los asentamientos superan los 600. ¿Por qué no se pudo resolver?
—Eso es lo que nos tenemos que cuestionar. Nosotros bajamos la pobreza y la indigencia, fenómeno, pero esas son 50.000 familias. ¿No podemos realmente darle una solución? Si lo que hacemos no da resultado es porque estamos equivocados. Yo no estoy de acuerdo con regularizar el asentamiento, porque terminan siendo guetos de pobres que siguen viviendo ahí. Te tengo que dar una vivienda en un barrio para que te integres de verdad. Para cambiar algunas cosas tenemos que hacer una política diferente.
Información Nacional
2019-03-14T00:00:00
2019-03-14T00:00:00