La gestión de Azucena Arbeleche

Ayer con amigos recordábamos aquel día de octubre en la Torre de los Profesionales, donde aún lejano el acto electoral, el Dr. Lacalle Pou nos sorprendió en la presentación de futuros colaboradores con muy especial énfasis al presentar a Arbeleche. Los cuatro amigos que fuimos juntos, colegas industriales, apreciamos un elemento tremendamente positivo con que se la presentó: alta formación académica específica, pero con un diferencial que era experiencia comprobada en la materia en el métier puntual que se aplicaría, llegada sin improvisaciones ni compromisos políticos.

Suponiendo que la ministra se aplicó al principio a “poner la casa en orden”, ahora por la prensa sabemos que comienza a ocuparse -como es lo que debe ser a su materia- de los altos precios internos. Se ha recibido con enorme satisfacción que pone el foco ahora en los precios de los productos, ya que causa fuerte rechazo eso de que “el Uruguay es caro” y sabemos que no solo es caro sino carísimo, fiesta de algunos que pagamos los consumidores en el mercado interior.

Para los lectores apurados afirmo que no añoro ni por asomo la Coprin o sistemas de control, pero, el actual “laissez faire” por no actuar, es terriblemente deteriorante y en nivel de precios a público es criminal.

Hasta hace unos tres meses los informativistas y columnistas argentinos ponderaban a Uruguay por muchas cosas, pero nunca por precios, sí que se destacaba lo contrario. Ahora eso ya pasó. Tienen para ocuparse de su actual presidente que en este particular tema de comercio tiene gente que sabe mucho. Como se vio ahora, en estos días desintegraron las normas y oficinas que habilitaban a que verdaderas mafias y oportunistas bloquearan y entorpecieran el comercio exterior en particular a las importaciones cuando estas, además de ser una actividad normal en países libres, cooperan en barrer protecciones que se fundaron la sempiterna burocracia.

Hasta hace unos años fui propietario y director de una industria en el sector agroalimentario que, además de elaborar, tenía alta participación en exportaciones del producto e importaciones las que balanceaban ciertos desajustes. Nada nunca perjudicó más que las protecciones indebidas que soportábamos por políticas de protecciones redundantes de una materia prima, pues se creía que hiperprotegiendo lo imposible resultaría beneficiosa para algún sector, pero eso se fundaba en un tema político tradicional mal intencionado. Ha quedado demostrado que tal política no les sirvió a los propios protegidos y mucho menos a las industrias que dependían de ese insumo, y menos que menos, y muy triste, que tal política hizo desaparecer al sector primario del agro que abastecía ya que no tenían otros recursos que el fruto de sus tierras.

En el Uruguay de hoy no solo subsisten esos problemas, sino que se generaron otros más dañinos aún, ya que atacan indiscriminadamente a toda la población, como resultó de la consolidación grupos que manejan precios finales y productos con impunidad, actividad en la cual es notorio que se cayó en oligopolios concertados, o directamente monopolios privados.

Es una muy buena noticia que Arbeleche ponga en acción correctivos que son totalmente posibles desde su propio ministerio, comenzando por sacar del camino a los que están en la acción de “impedir” desde el propio Estado. Bienvenida Arbeleche de parte de los consumidores y un aplauso sonoro para quien la eligió que es su jefe, el presidente Luis Lacalle Pou.

Edgardo Viola Bouyssounade